capitulo 19: “mi esposa"

En la conciencia de beatrice solo la oscuridad se hallaba, más cuando escuchaba la voz de Alejandro, tiene ya la suficiente fuerza como para abrir los ojos. Aparentemente el rubio estaba discutiendo con alguien.

— A-... Ale...— la mujer abría los ojos lentamente, estaba en su habitación, recostada en su cama...— ¿Don-de... Estoy?

— Beatrice!!!

Alejandro, quién se hallaba en la esquina de la habitación hablando con un hombre, de inmediato se va al lado de ella. La abraza sorpresivamente aunque suave por lo que había ocurrido.

— tenía miedo a que no despertarás... Beatrice— un ligero sollozo se escuchaba de parte del rubio...

— ¿Alejandro, que ocurrió?... ¿Por qué estoy aquí?

El príncipe se separa un poco, y el hombre que estaba aquí, es el doctor de la familia real. Él es quien explicará la situación de Beatrice...

— su majestad, mientras que usted se encontraba en un coma temporal...

— ¿Como?... ¿Cuanto tiempo estuve dormida?

— 3 días...— comentó Alejandro con tristeza, este viene y le toma la mano—... Yo, estuve contigo día y noche en espera que abriera los ojos. El médico no sabía que era lo que te sucedió, hasta que te hicieron los exámenes...

— príncipe, podría darle espacio a su majestad, déjeme explicarle a su esposa...

Alejandro toma más la mano de Beatrice. Con los ojos lleno de seriedad, le habla al doctor.

— llevo tres noches sin dormir, y lo único que deseaba era verla despierta nuevamente, no me pida que me aleje de ella...— Alejandro le reafirma separándose un poco— apenas se esta despertando, quiero que le dé tiempo a su cuerpo para que pueda recibir la información que le va dar, así que déjame un momento a solas con mi mujer.

Con una suspiro exasperado, el médico accede a esa petición, así que dice antes de marcharse de la habitación.

— buscaré los últimos exámenes que le hace falta para saber con exactitud sus otros males.

Una vez que estaban los dos solo, Alejandro se sienta al lado de ella.

— Alejandro... Ahora que lo recuerdo ¿Por qué me desmayé de esa manera en la sala del trono?

— los primeros exámenes indicaron que tus defensas estaban bajas, al parecer sufriste un colapso por falta de energía en tu cuerpo. Últimamente has estado estresada con los días anteriores.

— realmente no me había sentido así.

— pero recuerda que fue nuestro compromiso, luego nos casamos y en nuestras luna de miel para nada te deje descansar, luego de eso llegamos aquí con trabajo, para al final, la conspiración de los sirvientes, pensándolo bien, todos estos días no has descansado apropiadamente...

— si lo dices de esa forma tal vez tengas razón.

— aún así, sufrí bajo tu ausencia, sin tu voz o aquella mirada distante, yo me sentía perdido... Beatrice, por favor... No me vuelvas a dejar de esa manera.

La mujer lo miraba con asombro, aquel hombre le suplicaba que jamás le falta su compañía, pues se sentía solo y vacío, por una parte, ella se sintió con culpa ante lo afligidos que estaba su esposo. Beatrice toma el rostro de él, acariciando su mejilla ésta le aclara con una ligera sonrisa.

— perdoname si te hice pasar por ese dolor. Te prometo que no nos separaremos más de esa forma ¿Si?

El hombre asiente pegado de la mano de ella, cuando en otro momento, tocan la puerta y era el doctor pidiendo permiso para entrar. Una vez adentro, este lleva los papeles en mano.

— ahora sí, con los primeros resultados estaba dudoso, pero tenía que dejar que los días pasarán para confirmar lo siguiente. Ahora todo tiene sentido.

— sin tanto rodeo que me desespero... Dígame que tiene mi esposa.

— está embarazada.

— ¿Que?— sorprendido quedó el príncipe. Beatrice le sube la mandíbula a su esposo quitándole el asombro.

Ella con una sonrisa dice.

— ¿De qué te sorprendes?... Te dije que te enseñaría hacer un bebé...— Alejandro se sonroja aún recordando eso, pero estaba feliz por la noticia.

El médico sigue informado.

— es muy recién, por eso, los síntomas ya están empezando a aparecer. Le recomiendo que cuide su salud y no realice las prácticas sexuales durante su gestación. También es aconsejable que coma más por la nutrición de ambos.

Beatrice hace una ligera mueca porque tendrá un largo tiempo sin hacer el amor. Pero, inconscientemente se toca su vientre, aún con una pequeña sonrisa.

¿Que será?... ¿Una niña o un niño?

— hay que darle aviso a nuestras familias...— Beatrice quería levantarse de la cama, pero Alejandro la detiene.

— apenas estás recobrando la conciencia. Déjame que Zoe te traiga algo de comer para que recuperes fuerza... ¿Si?

— Alejandro... Estoy bien, yo puedo-...— la mujer intentó ponerse de pie y tambalea en el proceso.

Alejandro la vuelve a poner en el colchón.

— ¿Ves?... Descansa. Me encargare de todo para tu recuperación.

Cuando el príncipe estaba a punto de irse, Beatrice sentía el frío de su ausencia así de pronto.

— ¿Vol... Volverás pronto?

Alejandro, se voltea algo sorprendido por la pregunta, pero, al final le responde con una sonrisa.

— te lo prometo. No me tardaré.

Al rato, Zoe había sido la compañía de Beatrice durante toda el día. Beatrice había descansado los suficientes, así que se encontraba recostada viendo el atardecer en su ventana.

— me prometió que volvería rápido...— murmuró ella.

— ¿Eh?... ¿Dijo algo?— preguntó Zoe.

— no... ¿Has sabido algo de mi esposo?

— de hecho, no ha salido de su oficina... ¿Quiere que lo llame?

— no quiero molestarlo. Por lo que me contó, estuvo conmigo durante tres días, así que se le acumuló el trabajo por mi culpa...

De momento, la puerta de la habitación se abre, mostrando la figura de Alejandro entrar. Sin embargo, al parecer escuchó lo último que ella le había dicho a Zoe.

— no es cierto de que fue tu culpa. Eres mi esposa, Beatrice— Zoe ve esta oportunidad para irse, retirándose y dejando solos a ambos—... Significas mucho para mí, no podía poner el trabajo por delante de ti.

En un momento para otro, Alejandro toma a Beatrice entre sus brazos.

— ¿Alejandro?

— ¿Que haces fuera de la cama?— aquel hombre la lleva nuevamente a su colchón.

Encima de ella el se encontraba, suavemente besaba su cuello, el toque cálido que Alejandro le ofrecía la hacía sacar algunos jadeos de gusto.

— no~... No podemos tener~... No podemos hacer el~ amor.

— no lo haremos, simplemente quiero sentir el calor de tu piel en mis labios... Además, hay muchas formas de hacer el amor sin tener que unirnos de esa manera.

Quitandole la bata completa, éste lentamente besaba cada rincón de su cuerpo como si jamás lo hubiese hecho, no hubo ese tipo de relaciones, solo beso y caricias por parte de ambos.

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