Fue el

Ya llegada la noche se preparó para ir al club donde Camila la esperaba, se puso un pantalón ajustado, una camisa de rayas con mangas, y unos zapatos de tacón bajo, igual estaría poco tiempo debía volver a descansar para ir a la empresa al día siguiente.

Bajo al estacionamiento, tomó su auto y se dirigió al club, al entrar todos la recibieron de la mejor manera la abrazaban y besaban en la mejilla.

-Bienvenida de nuevo - dijeron al unísono todos sabían que ella vendría Camila les aviso así que la esperaron para recibirla.

-Gracias a todos, me alegro que esperarán por mi.

-Como no hacerlo si eres la mejor - dijo el dueño del club, gracias a María gano mucho dinero por eso no dudo en ayudar a Camila con los gastos.

-Gracias, aunque como saben no volveré, después de aquel episodio no me siento bien.

-Entendemos así que no te preocupes, disfruta la noche.

Después de despedirse de todos se fue con Camila a la mesa privada donde la esperaban sus amigos, al entrar Camila le presento a todos, María aún no los conocía ya que su amiga tiende a cambiar de amigos como de pantaletas por lo que siempre hay alguien nuevo por conocer, su única amiga de años es María.

Tras las presentaciones el ambiente se volvió agradable a María nunca se le dificultó socializar y era fácil entrar en ambiente, les trajeron algunas bebidas pero ella se limitó a unos cuantos tragos debía ir al día siguiente a la empresa por lo que no podía embriagarse.

Habían pasado 2 horas desde su llegada cuando vio llegar a aquel hombre acompañado de dos más a quienes no le prestó atención, al verlo su sangre hirvió, miraba seguido a ese lugar, mientras llenaba su vaso de licor, Camila se percató de eso.

-Maria ¿que te sucede? 

-Nada Camila, estoy bien, solo quiero beber un poco, no quería pero me provoco - la miro y finjio una sonrisa que pareció muy real a camila.

-Está bien, pero no te excedas.

-No te preocupes - dijo volviendo su mirada a aquel hombre sin embargo él no se percató de eso ya que estaba plácidamente hablando con uno de los hombres, el otro solo estaba allí bebiendo.

Habían 2 guardaespaldas con él aunque a María no le importaba sentía ganas de matar a aquel hombre, en un momento noto que los otros dos hombres no estaban así que ella se levantó y camino a ese lugar de forma coqueta, meneando su cintura.

El hombre al verla sonrió de lado.

-Hola, ¿cómo estás? Veo que no tuviste consecuencias por lo que hiciste.

-Para nada, es muy difícil lograr algo en mi contra ¿quieres hacerme compañía? - dice él dándole palmaditas al asiento a su lado, María mostró una linda sonrisa -

-Claro, ya que veo que eres alguien influyente así que sería bueno olvidar el pasado.

El hombre hizo señas a los guardias para que la dejarán entrar al área donde estaba, cuando ella entró y estando un poco cerca vio una botella de vino, sin darle tregua tomó la botella y la estampó en la cabeza del hombre quien quedó completamente mareado intento levantarse y no podía, la sangre corría.

-Imbécil crees que olvidaré lo que hiciste - grito mientras se buscaba de sentar encima de él quería golpearle el rostro -

Los guardias al ver esto se acercaron a maria, quien se alejó del hombre y se paró frente a ellos, uno se lanzó hacia ella creyendo que sería fácil golpearla pero ella lo esquivo y puso las manos en el suelo levantó las piernas con las que rodeó el cuello del hombre, giró haciendo que cayera al suelo, cuando estuvo en el suelo le dio varios golpes en la cara dejandolo inconsciente, el otro estaba el shock no podía creer que esa mujer golpeara a su compañero, corrió a ella pero una patada en su parte sensible fue suficiente para que se retorciera de dolor y termino María dándole una patada en la cara.

Volteo a mirar al hombre que estaba medio consciente por el botellazo se acercó montándose encima de él, y recordando lo que vivió ese día.

-Crees que sería tan fácil como la vez pasada - comenzó a golpearlo en la cara, el sangraba pero María no podía dejar de golpearlo, los presentes miraban espantados la escena hasta que Camila llegó hasta María para calmarla la agarró por detrás jalandola -

-Ya, María detente - decía Camila mientras intentaba alejarla -

-Este maldito tiene que pagar lo que me hizo - seguía golpeando no podía parar - Ese maldito, después de lo que me hizo vuelve, lo voy a matar.

-No puedes hacerlo es hijo del alcalde.

-¿Y a mi que? Si me busca me encuentra - seguía a golpeando sin darle tregua, hasta que Camila la separó, un guardia se estaba levantando y como estaba tan molesta le dio una patada en la cara 

-Idiotas, defienden a un abusivo, el maldito tiene que pagar lo que me hizo - María estaba realmente molesta aquel hombre con razón se jactaba de que no pagaría, es el hijo del alcalde y todo el mundo sabe que el termina limpiando sus desastres.

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