Mal sueño

Ese sábado en la mañana Patrick como siempre despertó antes del amanecer, sus pesadillas en ocasiones realmente le dificultaban descansar está vez vio a una de las mujeres con las que siempre soñaba, apuñalar al hombre que las ama, podía sentir el dolor de aquel hombre como si fuera suyo por lo que se despertó agitado.

Como no tenía mucho que hacer decidió ir a donde sus padres había un espacio que él usaba para soltar un poco de aquello que estaba en su mente, así fue que hizo llamo a su chófer para que lo llevará fuera de la ciudad a donde sus padres

Después de un viaje de dos horas llegó a la mansión su madre bajo para recibirlo.

-Hijo, es extraño que vengas tan pronto sucedió algo.

-Primero quieren que venga todo el tiempo pero ahora es extraño que venga.

-¿Que tonterías dices? Solo que es extraño en ti - dice mientras lo mira tiene unas ojeras bien marcadas al parecer no durmió bien.

-Mamá he venido a pasar el día en el jardín, necesito relajar mi mente.

-Las pesadillas de nuevo - Patrick solo asintió - bueno vamos.

Patrick camino al lado de su madre quien estaba preocupada por su hijo, hace unos años empezó a tener sueños extraños, al principio eran muy simples que no hacían despertar a Patrick ya que hasta le gustaba lo que llegaba a sentir, pero en ocasión fueron más aterradoras muerte, guerra y le dejaba un sentimiento extraño ya que no recordaba exactamente aquellas pesadillas al despertar, pero su madre llegó a ver a su hijo gritar mientras dormía como si sintiera gran dolor, lo llevo al psicólogo, recibió un tratamiento pero nada parece detenerlas, le recomendaron la hipnosis para encontrar la causa pero él no quiso

Llegaron a un jardín donde había una pequeña habitación con paredes de vidrio en sus cuatro extremos al igual que el techo, está estaba en medio de un jardín con rosas y flores de diferentes tipos y colores, era un buen lugar para relajarse, dentro había muchas pinturas la mayoría de ellas eran de su madre quien se dedicaba a pintar ella fue quien enseñó a Patrick quien ahora solo pinta cuando su mente está hecha un desastre.

Patrick se sentó en el banco frente a un lienzo en blanco su madre le ayudó a preparar todo y se fue sabe que a su hijo le gusta estar solo en este momento.

Agarró el pincel y comenzó a dar pinceladas finas en todo el lienzo su madre lo miró un momento y volvió a la mansión con su esposo.

Entró en el despacho y caminó hasta su esposo.

-Mi amor tú hijo vino - el levanto la mirada para ver a su esposa -

-¿Y eso? ¿Está con mi madre?.

-No, está en el jardín.

-¿Pesadillas de nuevo?

-Si, deberíamos hacer algo, se le nota en el rostro que no pudo dormir - ambos caminan hacia la ventana -

-Sigo sin entender la causa de las pesadillas.

-Yo tampoco pero él no quiso la hipnosis - ambos están mirándolo desde la ventana del despacho - 

-Deberíamos tratar de convencerlo.

-Ya lo intente pero es renuente a aceptar, es tan testarudo como su padre - este volteo a ver a su esposa con una sonrisa.

-Ah sí.

-Si - Héctor gira a ver a su esposa, la abraza y le da un beso - eres el más testarudo de todos pero te amo.

-Y yo a ti esposa.

Mientras ellos se olvidaban de su hijo, teniendo un encuentro intimo en el despacho Patrick seguía pintando, con cada pincelada el rostro de una mujer se hacía presente, su cabello es negro, los ojos seguían sin tener color pero dibujo algunas pecas en aquel rostro.

Tras pintar aquellos ojos de verde y terminar algunos detalles ya el retrato estaba listo.

-Debo encontrarte - dijo Patrick mientras lo veía, se levantó del asiento tomó el lienzo y lo llevo a donde tenía otros más, sacó otro retrato era otra mujer pero esta no tenía los ojos verdes sino azules y no tenía pecas, se quedó mirando ambos retratos - las encontraré.

Aquellas mujeres eran la causa de los sueños y pesadillas de Patrick, a una la veía desaparecer ante sus ojos lo cual hacía que despertara agitado y con mucho dolor en su pecho, la otra moría en sus brazos aunque se veía mayor era la misma persona dejándole el mismo sentimiento de vacío, ambas mujeres las sentía importantes para él y esas pesadillas no lo dejaban dormir.

Después de estar pintando casi medio día Patrick busco su celular y vio en ella varias llamadas perdidas de Larry, estaba tan concentrado que no logro escucharlo al no recibir respuesta Larry le envío un mensaje.

Señor, la señorita María está en alta mar, junto a su amiga subieron a un yate y por lo que logramos averiguar no volverán hasta mañana.

Patrick solo respondió un Ok.

¿Que más podía hacer? El es solo el jefe de María, le gusta pero no puede interferir en su vida.

Salió de la habitación de vuelta a la mansión donde sus padres lo esperaban en el comedor ya que era hora de comer.

-Hijo - su madre se acerca a él para ayudar a sentarse.

-Mamá estoy bien, no necesitas hacer eso.

-Es que me preocupo por ti, ¿acaso no te has visto en un espejo?

-La verdad no, pero no te preocupes por eso de seguro sigo tan hermoso como siempre - dice calmado con una sonrisa en el rostro a lo que su madre le da un golpe en la cabeza - mamá.

-Eres igual a tu padre - volvió a su asiento y empezó a comer ignorando las miradas de burla entre Héctor y Patrick.

Al terminar de comer su padre le hizo señas para seguirlo al despacho.

-Aún no vas con tu abuela.

-No tenía la mente tranquila, así que preferí pintar un rato - ambos se sientan en el sofá del despacho -

-Estuviste toda la mañana en lo mismo, ¿cuándo irás a que te hagan la hipnosis?, así acabas con el problema.

-No quiero, el problema es solo algunas noches.

-Tengo entendido que es muy frecuente ahora.

-No, realmente solo sucede en ocasiones y ayer fue uno de esos días - Patrick mintió a su padre, en realidad las pesadillas últimamente son diario es por eso que tiene ese aspecto - hoy sé que dormiré mejor.

-Eso espero, deberías quedarte aquí.

-No lo haré, volveré a la ciudad.

-Está bien pero antes anda a ver a tu abuela.

Tal y como se lo pidió su padre Patrick visitó a su abuela quien no los acompaño en la comida porque se sentía un poco mal pero al ver a su nieto todo eso pasó ya que le hacía feliz los días que ellos iban de visita, se quedó el resto del día con su familia y ya casi al anochecer volvió a la mansión en la ciudad.

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