Pasé prácticamente toda la noche en vela, cuando mi estómago empieza a gruñir veo mi reloj y está casi hora de ir a trabajar, así que me levanto, me pongo unos jeans negros y una sudadera blanca, me miro en el espejo y veo que tengo muchas ojeras, así que me pongo corrector.
Después de arreglarme, voy a la cocina, tomo un café negro, como una tortilla y salgo de casa para trabajar, cuando estoy caminando por la acera siento la misma sensación de antes, pero esta vez cuando me doy la vuelta...
*Yo* - ¿Qué haces aquí?
*Gabriel* - Vine a hablar contigo.
*Yo* - ¿Por qué estás aquí? ¿En Nueva York?
*Gabriel* - Vine a trabajar en una empresa, así que ya que estoy aquí, pensé que podríamos intentar empezar de nuevo.
*Yo* - ¡Ni lo pienses!
*Gabriel* - Te dejaré pensando en eso por un tiempo, hasta luego.
("¡Hasta luego"? ¿No podría ser él, verdad?...)
Sacudo la cabeza y voy a trabajar, llego y saludo a Emma.
*Emma* - Hola querida, hoy llegaste temprano.
*Yo* - Sí, me desperté antes de que sonara la alarma.
(En realidad no he pegado un ojo).
*Emma* - ¿Vas a desayunar aquí hoy?
*Yo* - No, ya desayuné en casa.
*Emma* - De acuerdo entonces.
*Yo* - ¿Fabrício no está en casa?
Miro a los lados y no veo a nadie.
*Emma* - No, se fue, parece que fue a una casa de campo, regresará mañana.
*Yo* - Ah, okay. Voy a despertar a Marie y bajamos.
Emma asiente con la cabeza y subo para despertar a Marie, entro sigilosamente en la habitación y veo que no está en la cama, empiezo a entrar en pánico y a pensar que "esa" persona podría haberla agarrado, pero salgo de mis pensamientos cuando veo a Marie saliendo del baño.
*Marie* - ¡Mamá!
Voy hacia ella y la abrazo fuertemente levantándola en brazos.
*Marie* - Me estás apretando mamá.
*Yo* - Lo siento cariño.
Empiezo a darle muchos besitos.
*Marie* - Jaja, cosquillas.
Su estómago ronca y bajamos a desayunar.
*Marie* - ¡Hola Emmita!
*Emma* - Hola amor, ¿dormiste bien?
*Marie* - Sí, sí.
(Al menos ella durmió bien...)
Siento a Marie en una silla y me siento a su lado, le doy de comer y nos quedamos jugando hasta la hora del almuerzo.
*Yo* - Emma, hoy voy a almorzar fuera, vuelvo a las 13:00.
*Marie* - ¿Vas a salir mamá?
*Yo* - Sí cariño.
*Marie* - ¿Puedo ir contigo?
*Yo* - ... No sé, es que voy a ver al primo de tu papá.
*Emma* - ¿Tom?
*Yo* - Sí, hablando de eso Emma, ¿es amable?
*Emma* - Sí, lo es, es un amor de persona y, de hecho, a Marie le encanta.
*Yo* - Entonces supongo que está bien que vayas, princesa.
*Marie* - ¡Yey!
Visto a Marie con una linda ropa y vamos a mi casa para que yo me cambie, termino poniéndome un vestido.
Marie:
El cielo nocturno estaba despejado y las estrellas brillaban como diamantes en el oscuro manto celestial. Allura se encontraba en el jardín de su casa, observando el cúmulo estelar mientras el viento suave acariciaba sus cabellos dorados. Sentada en una silla de madera, envuelta en una manta de seda, disfrutaba de la paz y la tranquilidad que la noche le proporcionaba. Los susurros de la naturaleza se unían al suave cántico de los grillos, formando una sinfonía que llenaba el aire con dulzura. Allura, perdida en sus pensamientos, dejó que la inmensidad del universo la absorbiera por completo. Sabía que este era el momento perfecto para reflexionar sobre su vida y encontrar respuestas a las interrogantes que la habían asaltado en los últimos días. Mientras las estrellas seguían su danza en el firmamento, Allura comprendió que su camino estaba lleno de desafíos pero también de maravillosas oportunidades. Decidida a enfrentar el futuro con valentía, se levantó de la silla y se adentró en su casa, dejando atrás a las estrellas que siempre la acompañarían en su camino.
Nos dirigimos a la dirección que Tom nos envió, fuimos a pie ya que está cerca. Al llegar, es un restaurante simple pero muy bonito. Entro y me dirijo hacia la mesa donde está la reserva.
Tom - Allura?
Yo - Sí, soy yo.
Tom - Veo que mi gatita también vino, ven, dame un abrazo.
Marie - Hola Tomtom.
Yo - ¿Tomtom es? - Río.
Me siento frente a él y Marie se sienta a mi lado.
Tom - Mi tío me dijo que eres la niñera de Marie.
Yo - Sí, lo soy, y tú, ¿en qué trabajas?
Tom - Soy profesor de secundaria.
Yo - Apuesto a que todas las chicas te coquetean. - Río.
Cuando me doy cuenta de lo que dije ya era demasiado tarde, pero por suerte el camarero llega y pregunta por nuestras órdenes, pedimos lasaña.
Yo - Amo la lasaña.
Tom - Yo también.
Conversamos mucho durante la cena, es muy agradable, pero terminamos en una vibra de amigos. Cuando estábamos saliendo, recibo una llamada de Shiro.
Llamada:
Yo - Hola Shiro.
Shiro - Hola Allura, quería pedirte que vengas a la empresa a recoger tu pago y quería ver a Marie también.
Yo - Claro, ya voy.
...
Tom - ¿Era Shiro?
Yo - Sí, me pidió que fuera a la empresa.
Tom - ¿Quieres que te lleve?
Yo - No sé...
Tom - Está bien, quería hablar con mi primo, hace tiempo que no nos vemos.
Yo - Está bien.
Terminamos yendo en su auto hasta la empresa, al llegar voy directamente al piso de Shiro, la segunda vez que vine aquí ni siquiera recordaba dónde era, así que para que eso no vuelva a suceder, lo anoté en mi celular.
Salimos del ascensor y vamos a hablar con Melissa.
Yo - Hola Melissa.
Melissa - ¡Hola! Hola Marie, y...
Yo - Melissa, este es Tom, el primo de Shiro. Tom, esta es Melissa, su secretaria.
Tom - Hola...
Parecían un poco fascinados el uno con el otro, se quedaron mirándose, ya veo que habrá un lío.
Yo - ¿Vamos entrando?
Tom - ¿Qué? Ah, claro.
Cojo a Marie en brazos y golpeo la puerta.
Shiro - Pueden entrar.
Yo - Buenos días, Shiro.
Marie - ¡Hola papá!
Shiro - Hola chicas.
Tom - Hola, primo.
Dice Tom viniendo detrás de mí.
Shiro - ... Hola Tom.
Tengo la impresión de que Shiro no se alegró al ver a su primo, creo que Tom también lo notó porque comenzó a explicarse.
Tom - Estuve con Allura, almorzamos, creo que nos hicimos amigos, jeje, la llevé en auto y eso fue todo, así que nos vemos otro día, ¡hasta luego!
Sale de la oficina y cierra la puerta detrás suyo.
Shiro - ¿Así que salieron?
Yo - Sí, pero creo que solo seremos amigos, como él dijo.
Shiro - ...
No sé por qué, pero siento una gran necesidad de explicarme ante él, no es como si tuviéramos algo, así que no sé qué me está ocurriendo. En este momento me doy cuenta de que él me está mirando y empiezo a recordar el beso, siento mis mejillas ponerse rojas.
Pasamos un rato en la oficina y luego me voy a casa con Marie, por la noche la acuesto, le doy un besito en la mejilla y me voy.
Durante la noche vuelvo a pensar en algo que me olvidé, "Eres hermosa".
Yo - ¿Será Gabriel?
Tom: ...
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