Confesión inesperada

*Horas de la noche*

Isabella no había hecho nada en todo el día, solo dormir y comer, estar encerrada en esas cuatro paredes la frustra demasiado, además Mason no se había aparecido tampoco, eso era bueno, aunque sabía que de un momento a otro volvería.

Era muy temprano, Isabella se levantó de la cama y se fue a duchar, solo tiene un día y un noche y en ese lugar y siente que está en una rutina, ducharse, comer y dormir, definitivamente no es lo suyo.

Después de unos minutos salió del baño envuelta en una toalla, abrió el clóset para escoger algo cómodo, todo lo que Mason escogió para ella son prendas muy diminutas y reveladoras que dejan al descubierto sus piernas y toda la parte de los hombros y el pecho.

—(verdaderamente me topé con un pervertido, no sé si maté un cura en mi otra vida para merecer esto) _pensó mientras tomaba una de las prendas.

Escogió una pijama de seda, prácticamente todas eran así, pero en este caso era color rojo, luego tomó ropa interior sexy, era incómodo vestir eso, y más si sabe que fue comprado por Mason.

Se colocó cada prenda suavemente, luego secó su cabello y le dió un vistazo a su herida, tomaría varios días para sanar completamente.

Isabella después de eso no tenía más nada que hacer, solo se recostó en la cama mirando hacía el techo, Mason no llegaba aún, se sentía aburrida en ese lugar, ni siquiera tiene con quién hablar.

—¿Acaso en este lugar no hay nada divertido?, que frustrante es estar aquí, quiero morirme _dijo sentándose en la cama nuevamente. (pero espera...yo no he recorrido el lugar ¿cierto?, creo que echaré un vistazo, no puedo seguir en este encierro).

Isabella se levantó de la cama y abrió la puerta, no había nadie en la cabaña, los guardias estaban vigilando afuera y adentro ni siquiera había servidumbre, al parecer los que hacen todo son los mismos hombres que trabajan para Mason.

Ellos caminó por el pasillo, habían varias puertas a las cuales no había ingresado, se encontraba en el segundo piso, tenía curiosidad por recorrer todo.

Sus pasos se detuvieron en una puerta de metal, tomó la cerradura y la abrió, no tenía seguro, al entrar quedó sin palabras, en las paredes habían estantes llenos de armamento, Isabella terminó de adentrarse y y cerró la puerta detrás de ella.

Caminó hacia los estantes y vió las armas muy de cerca, habían muchas, no solo eso, habían unos paquetes envueltos en adhesivos, era droga, Isabella empezó a husmear todo, ya tenía idea de quién era Mason en realidad, todo lo que vió solo lleva a una explicación coherente, mafia.

—Así que a esto te dedicas... también eres un chico malo _Sonrió satisfecha.

Isabella salió se esa habitación y cerró la puerta nuevamente, no le sorprendió que fuera ese tipo de persona, tenia un aire de ser mafioso, su mirada asesina y fría lo decía todo, no es de extrañar tanta seguridad.

Después de esa habitación se dirigió a otra, en esa había una inmensa biblioteca, para Isabella era el paraíso, le encanta leer y ahí habían muchos libros, todos los que ella quisiera.

—También eres lector, interesante... pensé que solo eras un pervertido bueno para nada.

Isabella se adentró a la biblioteca, los estantes eran altos, los libros estaban estrictamente ordenados, habían de todo tipo de género, pero los que más llaman la atención de Isabella son los de romance, el único inconveniente era que estaba un poco alto para alcanzar el que ella quería.

Estiró su brazo tratando de alcanzarlo, como vió que no pudo se esforzó más y puso sus pies de punta, en ese instante siente un calor en su espalda y unas grandes manos que la rodearon por completo, Mason la atrajo hacia su cuerpo dándole un abrazo por la espalda.

—Mason, me diste un susto, no vuelvas hacer eso porque te mataré _gruñó Isabella, Mason hundió su cabeza en el cuello de Isabella dejando un beso húmedo.

—Te ves sexy con eso que llevas puesto, incluso pude ver tu ropa interior _le susurró al oído coquetamente.

—Eres un pervertido, suéltame ahora mismo.

—No lo haré, por cierto ¿que haces aquí?

—No pensabas que me iba a quedar encerrada en esa habitación de por vida o ¿si?, además no estabas aquí.

—¿Me extrañabas?, ya estoy aquí.

—En tus sueños, ahora suéltame, me tienes recostada tu cosa, es incómodo.

—Oh ¿enserio?, a mí no me lo parece, puedo sentir tu trasero.

—Mason no me busques.

—Me dijiste que puedo tomar cualquier cosa que desee de ti ¿no es así?, recuerda nuestro acuerdo preciosa _Mason le dió la vuelta a Isabella para quedar frente a frente, ella tenía una mirada asesina y el la miraba coqueto, siempre con una sonrisa de malicia dibujada en su rostro.

—Antes me dijiste que me dirías quién eras, ahora dime, eres mafioso ¿no es así? _preguntó sin tanto rodeo.

—¿Como sabes eso?, no me digas que andabas husmeando cosas que no debías pequeña traviesa.

—No me dijiste que no lo hiciera, solo eché un vistazo, eso quiere decir que mis sospechas son ciertas, eres mafioso.

—Eres muy lista preciosa, la verdad sí, trabajo con mafia, somos el imperio Petrovich, controlamos la mafia italiana, drogas, armas, secuestros, hackeos, lavado de dinero, todo referente a lo ilegal, ¿que te parece?

—Interesante y peligroso, me gusta, estoy acostumbrada a eso, no me extraña en lo absoluto que también tengas que ver con eso.

—¿Que quieres decir con que estás acostumbrada?

—No trabajo con mafia exactamente como tú pero...si he hecho negociaciones con algunas personas de ese núcleo, solo hacen exportaciones de licor a mis casinos.

—Eres una caja de sorpresas pequeño demonio, y pensar que eres la hija de los Athonyson, no me sorprende, tu padre también hacía ese tipo de negociaciones.

—¿Que?

—Así es, tu padre y mi padre eran mejores amigos desde hace mucho, han hecho negocios juntos, nuestras familias tienen un vínculo pequeña, lástima que no estaba en la ciudad todo ese tiempo, o si no hubieras sido mía desde hace mucho, que pérdida de tiempo ¿no crees?.

—Eso no lo sabía, ya entiendo porqué tanto acoso de tu parte degenerado.

—Así es más divertido, ahora dejemos la charla a un lado y empecemos con lo divertido.

—Q-que quieres decir con lo divertido, no estarás pensando en...

—Necesito tu cuerpo, es mi necesidad, dijiste que podía tomar lo que quisiera de ti, no puedes negarte _apretó su cintura contra su cuerpo, Isabella hizo presión en su pecho, ahí es donde se arrepiente de sus palabras.

—No puedes hacer eso hasta que me recupere, ¿acaso no ves que estoy herida? _Era una excusa perfecta, pero estaba hablado con alguien de mucha experiencia, se convirtió en una excusa estúpida.

—No haré algo para lastimar tu herida, solo necesito explorar sensaciones en tu cuerpo, pero antes quiero hacerte una pregunta y quiero que respondas con la verdad _su rostro se puso sombrío.

—¿Eh? ¿que cosa?

—¿Has estado con algún hombre anteriormente?

—¿Hablas de haber tenido pareja?, si esa es tu pregunta pues te digo que sí, tuve pareja, además no seas metiche, eso es personal _Mason apretó nuevamente la cadera de Isabella con fuerza, no le gustó para nada su respuesta pero esa no era exactamente lo que quería saber.

—A eso no es lo que me refiero, quiero saber si algún hombre te ha tocado, en resumen si no has perdido la virginidad con nadie _preguntó de manera fría, su rostro era amenazante.

—¿Pero qué demonios? ¿como te atreves hacerme esa pregunta?, es mi vida privada, ¿que te pasa?, no voy a responder eso, de ninguna manera _respondió enojada, Mason la tomó muy fuerte de las muñecas.

—Dímelo, no me hagas enojar te lo advierto _dijo con voz amenazante, ¿está loco?, más bien se muere de celos sin ninguna razón.

—Bien, ya que insistes, pues no, no soy virgen, ¿feliz ahora? _Mintió, solo quería ver la reacción de Mason.

Mason la soltó de las muñecas y dió un golpe al estante detrás de ella lo que asustó un poco a Isabella, no esperó esa reacción de su parte.

—¿Qué te pasa? ¿porqué te pones así? ¿no me digas que las mujeres que no son vírgenes no tienen valor para ti? _Dijo Isabella de manera severa pero estaba un poco asustada por la acción de Mason.

—¡Ese no es el punto!, he estado con muchas mujeres vírgenes y no vírgenes, pero tú...se trata de ti Isabella, ¿no lo entiendes? _Isabella se sorprendió, no entiende a donde quiere llegar Mason pero no esperó ver esa parte de él, ¿estaba enojado? ¿decepcionado porque no fue el primero? ¿triste?, ¿celoso porque Isabella fue tocada por otro hombre?, la verdad tenía un poco de todo.

—Mason...¿que sucede contigo?, ¿porqué de repente te pones así?, solo respondí a tu pregunta... _Isabella habló con más suavidad, sintió un hormigueo en su estómago inexplicable.

—No me gustó que otro hombre haya sido tu primera vez y no yo, odio que alguien más te haya tenido, ¿no entiendes lo que siento?

—Pero...hubo alguien más en mi vida antes de que tú llegaras, ni siquiera sabía quién eras, además recuerda que estoy aquí es porque estoy secuestrada por ti, las cosas son diferentes, ¿tanto te importa esa parte de mí? ¿solo te interesa mi cuerpo? _inquirió Isabella un poco decepcionada.

—Al parecer no has entendido Isabella, no es tu cuerpo, no es solo por deseo carnal, esto va más allá de eso, es inexplicable, solo... quería que fueras mía en todos los sentidos, no solo carnalmente, si no que tú corazón y tu alma también fueran mías, pero aún así nada en mí ha cambiado, solo siento celos de aquella persona con la que estuviste, tal vez si le diste tu corazón y tu cuerpo por amor, ese es le verdadero sentimiento que siento _Isabella cada vez más se quedaba sorprendida, esa parte de Mason es...dulce, tiene un lado bastante blando, fueron unas palabras muy fuertes para el corazón que Isabella ha tratado de endurecer después de una decepción.

—Te equivocas Mason, a esa persona no le di mi corazón por completo, tampoco le di mi cuerpo, no pude darle tanto a una persona que me traicionó con alguien que le tenía afecto, tampoco esperaba esa reacción de tu parte.

—¿Que dices?

—Como lo escuchaste, si tuve una pareja, pero no le di mi corazón, no soy tan estúpida para cometer ese error, tampoco estuve con él íntimamente, el me engañó con mi mejor amiga y desde ese entonces mi vínculo con él se rompió, mentí cuando te dije que no era virgen, en realidad ningún hombre me ha tocado aparte de ti, lo siento mucho, tampoco esperaba esa reacción tuya tan seria _Isabella bajó la mirada, se sentía extraña decirle esas cosas, Mason tomó su barbilla levantando su vista, ella lo volvió a mirar, era inexplicable lo que esos ojos grises ocultaban.

—¿Hablas enserio?, ¿no le has pertenecido a otro hombre? _preguntó más calmado, Isabella asintió con la cabeza.

—La verdad no sabía que fuera tan importante para ti _dijo Isabella y volvió a bajar la mirada, Mason nuevamente tomó su mentón y la hizo que lo mirara directamente a los ojos.

—No es importante esa parte para mí, me importas tú Isabella, ¿no lo entiendes?, tal vez pienses que soy un demente pervertido que te tiene aquí a la fuerza solo por una obsesión pero no es así, la verdad es que...me gustas, me gustas mucho, desde ese día en que te conocí hiciste despertar demasiadas cosas en mí, la verdad ni siquiera sé el porqué me gustas, solo quiero entrar en tu corazón así sea a la fuerza, ahora, ¿te das cuenta lo que en verdad estoy sintiendo?.

"Esto es...¿una confesión?, no me lo esperaba, Mason...¿porqué tienes que decir eso? ¿sabes el efecto que están causando tus palabras?, nuevamente ese latido, ¿porqué de repente despiertas esas cosas en mí? ¿es bueno sentir ese sentimiento otra vez?, desde hace mucho que dejé de sentirme así por la decepción del amor, ¿porqué ahora entras a mi vida y lo despiertas como si nada?, no te he dado ese derecho pero... aún así lo logras con tanta facilidad"

—Isabella dime algo, no te quedes callada...

—Yo....no sé qué decir, no me esperaba esto, yo...(de repente siento algo diferente Mason, quisiera decirlo pero...no puedo, tengo miedo).

—Solo me basta tenerte cerca...

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