Cálidos brazos

Ya era muy tarde de la noche, Isabella se quedó profundamente dormida, pensaba que si le colocaba el seguro a la puerta Mason no entraría, él ya sabía que eso podía pasar, además estaba en su cabaña, no es imposible para el entrar a la habitación.

Mason volvió después de unas horas, estaba bebiendo un poco con su hermano y sus subordinados después de pasar un desaire con Isabella, es díficil para el tratar con ese tipo de mujer como ella, las que ha tenido a sus pies eran controlables, incluso entregaban su cuerpo a él voluntariamente, muchas de ellas se enamoraron de él, tanto que se han obsesionado, tiene todo el encanto para seducir a cualquier mujer pero Isabella es... diferente, no le gusta que la controlen, al contrario le gusta controlar, le gusta ser complacida y si el algo no le gusta lo hace notar de inmediato.

Mason la conoció en aquél club nocturno donde frecuenta ir con sus amigas y sus hermanos, desde el primer día que ella puso un pie en ese club los ojos de Mason se fijaron en ella, iba de vez en cuando solo para verla bailar, le gustaba observar y desear su hermoso cuerpo cuando se colocaba esos vestidos tallados que dibujaban su hermosa figura, la deseaba tanto que planeó un secuestro para poder tenerla a como diera lugar, era su fantasía tenerla en sus brazos.

Sus planes cambiaron después que a ella le hicieron ese atentado para matarla pero todo fue a favor de Mason y la pudo llevar con el muy fácilmente, ahora su dura tarea era poder domar a esa fiera, está un poco difícil, aunque, Isabella no es del todo fría o indiferente, puede parecer ruda y con carácter por fuera pero tiene partes débiles, es muy sensible y dulce por dentro solo que no lo demuestra, después de todo lo que ha pasado ella cambió, decidió confiar menos y pensar más, no usa su corazón sinó la cabeza, algo en Isabella se enfrió, solo un afortunado puede derretir ese hielo y ganar su corazón.

********

Mason volvió a la habitación pero la puerta estaba cerrada con seguro de la parte de adentro, eso no fue problema, sacó de su bolsillo la llave de repuesto y la abrió, la encontró a ella de espaldas profundamente dormida, Mason sonrió irónicamente y cerró la puerta a sus espaldas.

Luego dejó las llaves en la mesa de noche, notó que las cortinas de la habitación estaba abiertas, en las ventanas se deslizaban pequeñas gotas de agua, al parecer estaba lloviendo, el se dirigió hacia las ventana y las cubrió con las cortinas nuevamente.

Dió unos pasos hacia la cama observando a Isabella mientras dormía, esa era su oportunidad de estar cerca. Comenzó a desabrochar su camisa lentamente hasta quitársela por completo y dejar al descubierto sus fuertes y marcados pectorales, luego de eso se metió sigilosamente debajo de las sábanas para luego posicionar su mano en la cintura de ella y atraerla hacia él lentamente.

Isabella se acomodó en la cama, podía sentir el abrazo de alguien pero seguía dormida, tal vez pensaba que solo era un sueño, Mason se acurrucó con ella, podía sentir su calor, su perfume a rosas, el olor fragante de su cabello, los suave que es su piel, tal vez fue un poco egoísta en decirle que no la dejaría ir pero no puede evitarlo, siempre quiso estar con ella de esa forma, es su fantasía, no sexual sinó sentimental, por alguna razón se siente cómodo con Isabella, pero será muy díficil que ella lo pueda aceptar.

Isabella se seguía moviendo en la cama, estaba pensando que ese abrazo no parecía un sueño sino que lo estaba presenciando, era real.

De a poco abrió los ojos, parpadeó varias veces, la habitación la iluminaba la luz que provenía de los ventanales, Isabella sintió detrás de ella un figura bastante varonil que la abrazaba muy fuerte, no podía mover su cuerpo, por el perfume sabía que era Mason, trató de moverse pero él no la dejó.

—Mason ¿que haces?, suéltame _dijo Isabella forcejeando contra el.

—No te muevas, quiero dormir _respondió Mason susurrando en su oído.

—Pero no conmigo, ¿como entraste? _preguntó.

—Esa fue una pregunta tonta, soy el dueño de este lugar ¿no lo recuerdas?.

—(Cierto), aún así, no quiero dormir contigo, suéltame _pidió pero Mason no se movía.

—¿Porqué?, no voy hacerte nada, solo quiero dormir abrazado contigo, ¿es mucho pedir? _Mason se arrimó más a Isabella mientras hablaba.

—No confío en ti, no puedo dormir con un extraño.

—Ya no somos extraños, sabrás más de mí más adelante, te prometo que no haré nada que te haga sentir incómoda, solo quédate así conmigo..._Mason se acercó a su oído _por favor.

—E-esta bien, solo no te muevas tanto, no quiero sentir tu "cosa".

—¿Porqué? ¿te da miedo?

—Claro que no, ya cállate y duérmete, tengo sueño.

—Es muy cómodo dormir abrazado contigo, eres cálida.

—(¿Cuando dejará de decir tonterías?, ya no lo soporto)

—¿Piensas en mí?

—¿Que?, por supuesto que no, solo...es raro que un desconocido duerma conmigo, digo, se siente algo incómodo.

—Es cierto, pero yo no me siento incómodo, solo relájate, no voy hacerte nada.

—Si tú lo dices.

Isabella se dejó abrazar por Mason para que pudiera dormir cómodo, no la dejaría en paz si no cedía, le resulta extraña y incómoda esa situación, Mason puede ser un poco pegajoso y molesto, sin embargo se sentía cálida, en parte podía ser agradable la compañía, pudo volver a dormir sin problemas, Mason se escuchó seguro de que le haría nada, la única opción que tenía era confiar solo por ese momento.

*En un apartamento*

—¿Como pudiste hacer eso Layla? ¿Acaso te volviste loca?

—¿Porqué la defiendes tanto Erick? ¿te sigue gustando?, no soy tonta, sé que sientes algo por ella, no lo niegues.

—No te salgas del tema, la mandaste a matar, eso es grave, no debiste hacer eso solo por tus malditos celos enfermos.

—¿Celos enfermos?, la has estado buscando para que vuelva contigo, yo soy tu novia y aún te atreves a hacerme esto, se lo merecía por resbalosa.

—Dime dónde está.

—No lo sé, y aunque lo supiera no te lo diría, de seguro irías corriendo detrás de ella, no respetas nuestra relación, ¿acaso no te importo?

—Estás demente Layla, intentaste matar a alguien, ella era tu mejor amiga, ¿que clase de monstruo eres?

—Erick ¿te estás escuchando?, me tratas mal solo por ella, todo lo hice por ti, no quiero que nos separe, ¡No te debe importar Isabella!

—¿Sabes qué? esta relación se termina aquí, no quiero estar más contigo, estás loca, no puedo creer que esta seas tú, te desconozco.

—¡No! ¡tú no puedes dejarme!, no puedo vivir sin ti Erick, no me dejes por favor, sé que me amas, nos amamos ¿no es así?

—No Layla, yo no te amo, esto se acabó, vuelve a tu casa, es muy tarde.

—¡No Erick! tú me amas, no me puedes dejar, si lo haces me mataré y tú serás el único responsable, quedará en tu conciencia si muero, todos sabrán que es por tu culpa.

—¿Me estás amenazando?, deja de jugar con algo tan serio Layla, solo acéptalo, ya no quiero estar contigo, no te amo.

—Si me amas, y ya te lo dije, no vamos a terminar o me mato, y no estoy jugando, te lo puedo hasta jurar.

—Eres una loca, sal de mi apartamento.

—Ya verás Erick, lo que digo lo cumplo _dicho eso Layla abrió la puerta del apartamento con brusquedad y se fue, estaba loca, podía hacer cualquier cosa con tal de mantener a Erick a su lado, incluso atentar contra su propia vida y la de otros.

***Este trabajo esta bajo contratado con NovelToon y la piratería, como la reimpresión sin permiso, están estrictamente prohibidas.***

***¡Descarga NovelToon para disfrutar de una mejor experiencia de lectura!***