Capitulo 07

En ese momento levanté mi mano.

-¿De qué se disfrazará usted? -Me pregunta Nilda con curiosidad.

-Aun no lo se. -Le respondí. -Me gustaría que fuera algo de terror.

-¿Con ver tu cara alcanza para eso? -Bromeo Angel

-¿Algún libro o película en mente? -Me pregunta la profesora Nilda intrigada.

-No, no se me ocurrió aún. -Respondí inmediatamente. -He pensado pero hay tantas cosas que no se que elegir.

-Espero puedas decidirte a tiempo y por algo que te guste. -Me dijo Nilda.

-Gracias profesora. -Le dije.

-Tuve una alumna que se disfrazó de princesa hace unos años. -Dice la profesora Nilda. -Una alumna brillante.

Luego de preguntarle a cada uno de sus alumnos de que iría disfrazado y luego de escuchar sus respuestas satisfactoriamente la profesora Nilda Soja se puso de pie y volvió al centro del salón.

-Espero todos la pasen bien mañana en Halloween y que tengan un muy bonito fin de semana. -Dijo la profesora Nilda emocionada.

Cuando por fin sonó el timbre de la salida parecía que había logrado terminar el día en paz, pero cuando me volteo para tomar mi mochila noto que están viéndome de manera extraña.

-¿Estás bien? -Me preguntó Alice.

-Si, creo que si. -Le conteste.

-Linda clase ¿verdad? -Dijo José acercándose a nosotros pero en ese momento tropeso y cayó al suelo.

-¿Estás bien? -Le pregunte.

Alice y yo lo ayudamos a levantarse.

-¿Estás bien? -Le pregunto Alice.

-solo estoy algo mareado. -Dijo José.

Al bajar la mirada se imaginarán mi sorpresa al ver la cara putrida de aquel duende ocultándose bajo una de las mesas, algo era seguro o me estaba volviendo loca o aquella cosa sea lo que sea buscaba hacerle daño a mi novio.

Mientras ellos conversaban Angel, Lucia y Tamara están conversando también de lo que sucedió en la mañana:

-¿Enserio le tienen miedo a ella? -Les pregunto Angel susurrando.

-No es miedo. -Dijo Tamara también en un susurro.

-Entonces que es? -Les pregunto Angel.

-No lo sé, pero no quiero acercarme a ella -Susurro Lucia.

-¿Que paso que las tiene así? -Les pregunto Angel.

-Sus ojos eran rojos, y daban miedo... -Confeso Tamara.

-¿Enserio? -Les pregunto Angel pensando que eso tenía que ser una broma. -Ella usa lentes de contacto.

-Pero sus ojos no eran rojos. -Dijo Tamara.

-Es verdad, sus ojos cambiaron repentinamente de color y nos hizo sentir escalofríos. -Dijo Lucia.

-Les voy a mostrar que no deben tener miedo. -Dijo Angel metiendo la mano en su mochila para sacar un frasco que en su interior tenía una araña, con cuidado abrió el fracaso y estirando su mano metió la tarántula en mochila de Katie cuando ella estaba distraída hablando con José y Alice.

Luego de eso Katie pudo escuchar su risa demás lo que la hizo voltear, ella no llegaba a entender del todo lo que estaba pasando, pero de todos modos había algo que no le gustaba. No era la primera vez que ella los veia asi y siempre era cuando se burlaban de alguien o le hacen alguna broma pesada, así que se volteó y le pregunto Alice a Katie:

-¿Qué pasó?

-No sé de qué se ríen. -le respondío Katie.-Algo hicieron.

-Tal ves se ríen de que intentaron molestarte en la mañana. -Dijo José.

-Aun no puedo creer de que hayan intentado lastimarte. -Exclamo Alice.

La profesora de matemáticas le pareció extraño lo que estaba sucediendo, así que los observaba confundida.

-¿Qué es tan gracioso? -Le preguntó la profesora Nilda a las tres niñas que estaban riéndose.

-No, es que nos acordamos de un chiste. -Le respondió Angel a la profesora.

Yo estaba bastante desconfiada y con razón ya que cuando abrí mi mochila lo hice solo para descubrir de qué se reían y lo que vi consigo asustarme.

-Una araña!. -Grite dirigiendo una mueca de repugnancia a mi mochila la cual le tire en las cabeza a Angel.

-¿Que haces? -Grito Angel.

-¿Qué pasó?. -Me preguntó la profesora acercándose a la mesa.

Alice niega con su cabeza y seda un golpe con la palma de su mano en su frente.

-Nada. -Volví a querer cerrar mi mochila.

-¿Cómo nada? -Preguntó Alice indignada. Ella toma la mochila que tenía sobre mis piernas y la abre frente a la profesora preguntando:

-¿Esto es nada?

En ese momento bajé la mirada con tristeza.

-¡Le pusieron una araña en la mochila! -Dice Alice mostrándole la mochila a la profesora.

La profesora toma la mochila y ve su interior. Efectivamente, ahí había restos de una calabaza podrida en mi mochila, por suerte para mi carpeta y cartuchera estaban en la mesa.

Lo único que había en la mochila además de aquella tarantula que había salido era mis útiles y el taper con el almuerzo que mi madre le había preparado.

-¿Quién hizo esto? -Pregunta la profesora con indignación sosteniendo la mochila de Deborah en una mano.

-Déjelo así... -Le dije a la profesora.

-No te preocupes. -Me responde la profesora Nilda.

Nilda voltea a ver a los demás alumnos otra vez.

-¿Quién fue el que hizo esto? -Insiste la profesora Nilda. Ella espera la respuesta de sus alumnos, pero ellos solo se quedan callados observando hacia abajo sin pronunciar palabra.

Era difícil que alguien dijera algo, ya que nadie vio nada.

-¿Nadie? -Pregunta la profesora observando a sus alumnos. -Ok, entonces todos los alumnos de este salón menos Katie Ehinger, José y Alice Casanova se van a quedar despues despues de clases hasta que llegue el grupo del turno tarde a escribir una y otra vez "no debo meterme con los útiles escolares de mis compañeros".

En ese momento todos niños comenzaron a señalar a tres niñas (Tamara, Lucia y Angel). La profesora Nilda observa a esos tres alumnos, ninguno de ellos las había visto pero era algo sabido que las únicas que podían hacer algo así era alguna de ellas o las tres.

-Ustedes tres se van a quedar 1 hora después de clases hasta que llegue el otro grupo y van a escribir toda esa hora.

-¿¡Que!? -Pregunta Angel enojada. -Yo no hice nada.

-Dije que lo van a hacer las tres. -Les responde la profesora.

-¡Es ridículo, ¡yo no voy a quedarme a hacer nada! -Avisa Angel en tono desafiante.

-Entonces estás suspendida.-Le responde la profesora Nilda.-Igual que estarán suspendidos los demás si no hacen lo que les dije.

Sus amigas se quedan calladas pensando que no les queda de otra que hacerlo. En ese momento sonó el timbre de la salida y ya era el momento de ir a almorzar antes de irse a sus casas.

A pesar de lo sucedido hoy en la escuela Alice me aconsejó que intentara no dejar que eso me moleste, al salir del colegio como es costumbre y yo fuimos juntas al despedirnos de José..

-¿Lo invitarás a pedir dulces con nosotras?. -Me pregunto Alice.

-Crees que acepte?. -Le díje caminando malhumorada. -¿Porque solo me molestan a mí?

-Creo que si, ya te dije tu le gustas. -Responde Alice.

-¿Tu crees? -Le pregunte.

-Si, es mas yo puedo ayudarte si quieres. -Me propuso Alice.

Me quedé en silencio unos segundos caminando junto a ella hasta que dije:

-Si, está bien.

Cuando entré a casa me dirigí directamente a las escaleras, estaba sola por una o dos horas y ese era tiempo que normalmente aprovechaba para recostarme en mi cama y oír música.

Yo salía de la escuela a las 13:00 hs y estaba sola hasta la 14:00 o a veces a las 15:00 ya que mi madre estaba en su clase de arte porque quería ser artista, para eso dejó su empleo como secretaria. De hecho, ella ya vendió pinturas y esculturas suyas en varias exposiciones de arte, y ya que este mes finaliza sus clases dedicará su tiempo a sus obras y a su hija.

La principal razón para hacer eso es que quería pasar más tiempo con su hija. Por otro lado, yo casi no veía a mi padre y eso era porque era piloto para una de las aerolíneas más importantes y cuando llegaba lo hacía muy entrada en la noche, cuando Deborah ya se encontraba durmiendo.

Cuando entré a mi habitación encendí mi equipo de música poniendo una canción del antiguo Rock estadounidense para recostarme en mi cama a ver el techo. Oír música me relaja bastante, tanto que no llegue a notar que ya se me estaban cerrando los ojos hasta que me quede profundamente dormida.

Repentinamente, desperté al sentir a alguien tocando mi hombro, al abrir mis ojos vi a mi madre frente a mí.

-Por fin despiertas! -Me dijo mi madre observando, estando de pie junto a la cama.

-Hola mamá. -La salude sentándome en la cama.-Se ve que me quedé dormida.

Mi madre soltó una risita.

-Si, eso pudo notarse.

Di un bostezo mientras extendí mis brazos estirándose para luego preguntarle a mi madre:

-¿Qué hora es?

-Las 05:00 P.M. -Me respondió ella.

Al oír eso quedé boquiabierta de sorpresa.

-¿Dormí 4 horas? -Le pregunté a mi madre.-No puedo creer que fuera tanto.

-Y hubieras dormido más, pero se me hizo raro que no bajaras a merendar, pensé que estabas enferma. -Me responde mi madre.- Me dio pena aun así despertarte.

-¿Por qué? -Le pregunté a mi madre.

-Es que te veías tan tranquila que me dio pena despertarte. -Confesó mi madre.-Pero si duermes ahora después de noche no vas a poder dormir.

Eso es verdad, las veces que tomaba una siesta de día al llegar la noche no podía dormir.

-Si, gracias mami. -Le respondí.

-A propósito, ¿quieres un vaso de leche chocolatada o un té con galletas para merendar? -Me preguntó mi madre.

-Sí mamá, por favor. -Le respondí.

-¿Quieres que te lo traiga o vas a merendar a la mesa? -Me preguntó mi madre.

-Hay voy, mami.-Le respondí sonriendo.

La señora Ehinger le sonríe a su hija con ternura antes de ir hacia la puerta.

-¿No me llamo Alice? -Le pregunté a mi madre antes de que saliera del habitacion.

-No, ¿estabas esperando su llamado por los dulces para halloween? -Me dice mi madre.

-Si, se supone que llamaría para avisar que saldría en camino. -Le respondí a mi madre. -Es raro que aún no haya llamado. Ya no debe tardar.

-Si se queda preguntale si quiere estar en nuestro maratón de peliculas. -Dijo mi madre.

-Ya le dije y dijo que si. -Le respondí a mi madre.

Repentinamente sonó el teléfono que estaba sobre la mesita de luz. -Hablando de la reina de Roma.-Le dije a mi madre observándola con una sonrisa. -¿Puedo invitarla a dormir entonces?

-Si su mamá le da permiso.-Me respondió mi madre.-Si es así podría llevarlas mañana a la escuela.

-Si! -Le respondí Deborah a mi madre mientras con emoción me apresure a contestar el teléfono.

Mientras contestaba el teléfono mi madre fue a preparar la merienda.

-Hola Alice cómo estás? -Le pregunte.

Alice había quedado en llamarme en la tarde para arreglar para ir a buscar calabazas para Halloween.

Pasado mañana ya era Halloween y había que poner los adornos.

-Vente ahora. -Le dije a Alice por teléfono.-¿Crees que tu madre te dé permiso de quedarte a dormir? mi madre dijo que también le digas a tu madre si te deja venir en Halloween y el día de antes y después para la maratón de peliculas.

-Si ya le hable de eso. -Dijo Alice.

-¿Que dijo? -Le pregunte.

-Si, me dió permiso. -Respondio ella.

-Mandale mis saludos tambien. -Le dije a Lara.

-Si, un momento. -Exclamo Lara apartando la bocina para decirle a su madre que. Yo le enviaba saludos. Espere unos instantes hasta que la escuche decir un simple "listo".

-Te espero y hacemos la pijamada. -Le dije.

-Si, ahi estare. -Me respondio Lara.

Charlamos por un rato hasta que Lara dijo que iría después de merendar. Aprovecho para merendar también y esperar a Alice para ir juntas a comprar muchos dulces y de paso algunas calabazas gigantes a la verdulería para hacer los faroles de Jack.

En esas fechas era común ver Calabazas gigantes en la verdulería, aunque el profesor les había dicho que también en el país donde viven se usaban los nabos la verdad es que casi todas las personas usaban calabazas porque era lo más común. Eran pocos y contados los que usaban nabos y son en su mayoria las personas mayores que conocen el origen.

En esas fechas claras que no faltan las calabazas gigantes, de hecho es lo que más se vende para los faroles de Jack, pero yo no quería saber nada sobre calabazas, me molestaban tanto con el tema de la calabaza que ella no podia ni queria saber nada sobre Calabazas.

En el supermercado antes de pasar por la verdulería mi madre aprovechó para comprar algunas cosas para la cena de la noche. Al llegar a la parte de la verdulería lo primero que se vio fueron las enormes calabazas, en esta fecha era lo que más se vendía y lo que más promocionan además de los disfraces.

Mi madre compró una gran cantidad de dulces para nosotras y para los niños que vengan a casa a pedir en Halloween.

Más tarde esa noche teníamos una pijamada con Lara, además mañana entrábamos más tarde, ya que solo tendríamos la última clase. ¿Podría ser mejor?. Luego de comprar dimos un paseo antes de ir a casa a cenar.

Luego de cenar (pizza casera) mi madre aprovechó para retratarse a Lara y a mí juntas.

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