Reclutas l

Nuevos reclutas.

El convoy de autobuses llevaba unas llevaba varias horas en carretera, de un momento a otro las viejas luces del autobus prendieron de forma tintineante, a la vez que el oficial a bordo se levantaba frente a resto de pasajeros.

-Es hora de despertar, ARRIBA, DESPIERTEN DE UNA VEZ.- dijo golpeando el techo metálico.

Los pasajeros, uno a uno , comenzaron a moverse somnolientos y adormecidos. Aunque la lluvia hacia dificil distinguir las cosas en la lejania, Leo fue capaz de identificar una serie de edificios que estaban al fondo de la carretera. En ese momento el convoy se dividió en 2, uno que fue hacia aquellos edificios, y otro que continuo su camino hacia un lugar desconocido.

Mientras se acercaban, eran capaces de distinguir lo que contienen aquellas instalaciones, habia varios camiones entrando y saliendo como si no hubiera un mañana, transportaban una gran cantidad de suministros, cajas repletas de comida, uniformes, municiones y armas. Una cantidad tan grande como para armar a un grupo revolucionario, de esos que abundan en paises en guerra. Por si aun quedaban dudas sobre su futuro proximo, fueron contestadas al ver a cientos de soldados realizando diversos entrenamientos. Desde lo mas basico como correr y las viejas cargas de bayoneta hasta practicas con armas pesadas y demas tipos.

EL autobus avanzaba lento sobre el barro que, la lluvia de la mañana, habia dejado en lo que antes era un camino. Los pasajeros comenzaron a recoger las pocas cosas que aun conservaban, a la vez que se detuvieron frente a lo que parecía ser un gran patio junto al resto de los autobuses. Tan pronto como el motor se detuvo y las puertas se abrieron todos comenzaron su descenso , donde un grupo de militares esperaba, para vigilar que todo siguiera sin demoras.

-Vamos, sigan avanzando. No tenemos todo el dia señores- replicó el conductor impaciente por partir. La logistica del ejercito era deficiente, por lo que todos los vehiculos estaban repletos de trabajo. Iban de un lugar a otro sin apenas apagar los motores.

-Que rayos le pasa a ese tipo - refunfuño Ulises- Esta lluvia es muy molesta, vaya suerte la nuestra-.

Ulises y Mauricio no hicieron mas que asentir y dejar escapar un pequeño suspiro, resignando al destino que les aguardaba. El trio de amigos bajaron siendo los ultimos, el lodo y el agua mancharon su ropa al bajar y aun mas cuando el autobus puso marcha de nuevo hacia la carretera dejando a todos en medio de la lluvia. Rápidamente siguieron la fila que los guiaba hacia una serie de carpas con lo que parecía ser otro grupo de militares realizando alguna clase de trámites.

La fila avanzo lentamente mientras ellos no hacian mas que esperar en silencio. Las gotas de lluvia empapaban su ropa haciendo que está fuera pesada e incomoda, el ambiente tampoco era muy alegre que digamos, a pesar de la lluvia ninguno de los entrenamientos que se realizaba en el lugar se detuvo, al contrario se volvieron mas demandantes.

No paso mucho tiempo para que Leo, quien iba al frente de Ulises Y Mauricio, llegara al frente siendo recibido por un reclutador que a simple vista no pensarías que es un militar, su aspecto era bastante joven, sin sobrepasar los 20 años de edad, con un cuerpo bastante delgado y con aura que incluso podría describir como delicada, si él se presentara como algun modelo o algo parecido no habría quien se lo discutiera.

- Deja tus cosas sobre la mesa- Dijo el reclutador señalando sutilmente la mesa a su derecha. donde varios de su compañeros revisaban las pertenencias de todos antes de seguir con el proceso.Leo siguió la orden sin decir ni una palabra. 

-Dime tu nombre, edad,....- Ordenó el reclutador. pidiendo los datos básicos para llenar un documento que tenia en la mesa, frente a él.

-Leo Sierra, 19 años...- respondió sin titubear, contestando a todas las preguntas del reclutador. Al finalizar, Leo por fin se atrevio a preguntar. -Que es lo que va a pasar ahora. nos van a enviar a ese lugar -

El reclutador articuló un pequeño gesto de disgusto, para despues responder- No tengo la autoridad para saber eso.- dijo, un poco disgustado- Limitate a hacer lo que te digan-.

-Lo entiendo- agregó Leo, un poco decepcionado.

-Ya esta listo el tramite, pasa a la mesa por los articulos mas pequeños. Ahí mismo te daran tu uniforme, trata de no arruinarlo, por favor.- El reclutador continuo explicando- Sigue a la sala del otro lado, cambiate y en algun momento un oficial irá a darles indicaciones.  Siguiente- Agregó.

Leo asintió sutil. se acercó a la mesa en donde sus cosas estaban regadas por todos lados, como si hubieran aventado sus cosas para despues patearlas, pero ahora eso no importaba, lo unico que podia conservar eran los objetos más pequeños que llevaba. Se detuvo frente a la mesa para dar un vistazo rápido a lo que tenia. 

De entre todas sus cosas solo habia un par al que se  aferraba sin importar qué. Tomó de la mesa un viejo collar con un relicario, de un color plata brillante, pulido y reluciente que se asomaba de entre los calcetines viejos. Leo prefirió ocultarlo de esa forma ya que entre el caos que inundaba el pais y la desesperación de la gente, algo de ese valor lo haria blanco de muchos ladrones y estafadores.

El segundo objeto era su pequeña libreta, si existía la posibilidad de no regresar a casa, un relato donde le explicara a su familia sus vivencias y demas cosas que no podria contarle frente a frente, asi como sus sentimientos y arrepentimientos. Un diario era algo que le gustaría hacer.

Después de tomarlo avanzo a la próxima donde otra persona le entrego lo que sería su uniforme. Leo recibió un conjunto completo de playera, pantalones, botas y demás prendas básicas, pero tan pronto como le prestó atención, se dio cuenta de que no eran de gran calidad.

Si bien no esperaba recibir algo de primera categoría, el equipo que le dieron apenas podía describir como aceptable. Cada vez el sentimiento de inquietud era mayor en él, con cada nuevo suceso la idea de que serían carne de caño era más alta.

Ese grupo de soldados al que el ejército no le prestaba atención ni recursos, pues las expectativas así como su tasa de supervivencia eran demasiado bajas. A través de la historia muchos de los grupos que tenían estás características eran borrados casi en su totalidad en combate. Solo para ser creados desde cero una vez mas para repetir el proceso.

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