La niña fénix

Al día siguiente Cristal ve a Alitzel actuando de forma un poco extraña, casi no habla, para una persona tan alegre y amigable como ella, eso es muy extraño, en la hora del almuerzo come más lento de lo habitual, y la hora de salida ve las rejas con desconsuelo, lo primero que Cristal piensa es que debe preguntar qué le sucede, pero cuando intenta acercase a ella.

Milena: ¿qué crees que haces?

Le dice Milena ligeramente molesta.

Cristal: has notado que cada vez que te diriges a mi, casi siempre es una pregunta lo que dices.

Milena: olvida eso, recuerda la vez anterior que estuvimos en una situación similar nos metiste en problemas.

Cristal: no sucederá lo mismo, además tu seguías dormida en ese entonces.

Milena: no importa, será mejor que nos vayamos a casa.

Cristal: está bien.

Después Cristal sale de la escuela en dirección a su casa, está vez va sola, solo se ven algunos compañeros del salón a lo lejos.

Milena: Por cierto, ¿Cuándo se volverán a activar nuestros? Es decir tus poderes.

Cristal: mi madre dijo que cada vez que este en una situación peligrosa.

Milena: tiene sentido de hecho los inmortales... ¡cuidado!

Esta tan centrada hablando con Milena que olvida que esta cruzando la calle y a punto de ser arrollada por un camión, en un segundo esta del otro lado de la calle y ve que el camión seguía su camino como si nada hubiera pasado.

Milena: ¿Pero que acaba de suceder?

Cristal: ni idea.

Milena: si no me equivoco acabas de teletransporte.

Cristal: ¿Pero cómo?

Milena: cómo voy a saber, son tus poderes.

Después sale corriendo hasta su casa, claro que cuidando de no cruzar la calle cuando el semáforo peatonal estuviera en rojo, Cristal trae las llaves de su casa, así que abre el cerrojo en lugar de tocar, ya que no hay nadie en la casa, sube por las escaleras a su cuarto, deja la mochila en el suelo y se queda parada frente a la puerta.

Cristal: cómo es posible, lo abre heredado de mi madre.

Milena: supongo.

Cristal: creí que no me entenderías.

Milena: no fui científica, pero tampoco me faltaba el cerebro.

Cristal: sigo pensando en lo extraño que estaba actuando Alitzel.

Milena: cómo puedes estar pensando en eso, en un momento como este.

Cristal: crees que la premonición que tuve se pudiera haber cumplido.

Milena: no lo creo, de haberlo hecho Fabiola ya habría venido.

Cristal: no sé qué te motiva a pensar eso.

Cristal escucha que tocan, pero no es la puerta si no la ventana de su habitación.

Cristal: ¿Quién es?

Milena: si claro que te va a responder, seguramente fue una rama.

Dice en principio de manera sarcástica.

Fabiola: soy Fabiola, abre la ventana.

Cristal: decías.

Cristal se acerca a la ventana, y recorre la cortina, efectivamente se trata de Fabiola, quita el cerrojo y Fabiola entra a la habitación.

Cristal: ¿qué ocurre?

Fabiola: tenías razón.

Cristal: ¿sobre qué?

Fabiola: sobre tu predicción, mis padres están en prisión preventiva, los culpan de asesinato, yo sé que son inocentes, pero nadie me cree, además por defenderlos piensan que fui cómplice y no sé qué hacer.

Cristal: hay algo que pueda hacer.

Fabiola: no lo creo, dicen que mañana comenzara mi condena, si no me voy del país.

Cristal: hubo un juicio.

Fabiola: si, pero perdimos porque nuestra situación aquí no es del todo legal.

Cristal: supongo que son inmigrantes.

Fabiola: exactamente.

Cristal: entonces a que viniste aquí.

Fabiola: a pedirte un favor, puedes entregarle este dinero a Alitzel por favor, son todos los ahorros de lo que ganamos con el restaurante que teníamos.

Cristal: algo más.

Fabiola: nadie puede saber quién se lo envió en especial la policía, por favor cuídala hasta que regrese en doce años y será mejor que nadie sepa que vine.

Cristal: está bien y no le diré a nadie que estuviste aquí.

Fabiola: gracias y ve a visitarme cuando quieras.

Milena: no creo que tú mamá nos permita visitar la prisión o salir del país.

Después de eso Fabiola sale corriendo hacia la ventana, baja por las enredaderas y brinca la cerca, la pregunta es porque el sistema de seguridad no la detecto.

Al día siguiente Cristal se va media hora más temprano a la escuela, eso sorprende un poco a su madre.

Amanda: no te parece que es muy temprano.

Cristal: no quiero llegar tarde.

Amanda: ¿quieres que te lleve?

Cristal: está bien, yo puedo ir sola.

Milena: no vas sola.

Cuando se aleja lo suficiente de su casa.

Milena: estas lista para el teletransporte.

Cristal: si, solo espera al siguiente camión.

Milena: ¡¿Estas locas?!, porque no mejor, visualizas la escuela y te concentras en aparecer en la entrada.

Cristal: cierto.

Cristal sigue las instrucciones de Milena y funciona, aparece dentro de la escuela, se dirige al casillero de Alitzel y mete el sobre por las rendijas del casillero.

A la hora de la salida, Cristal acompaña a Alitzel hasta su casa porque queda de camino a la suya.

Alitzel: te cuento algo extraño, mi hermana me contó, que antes de irse, una niña extraña intento advertirle lo que sucedería y gracias por el aviso, pero creo que regresar a Taj-li, no era una opción sencilla para ella.

Cristal: ¿Qué te hace pensar que pude haber sido yo?

Alitzel: porque las demás personas de la ciudad no tienen tanto valor, no entrarían a ese bosque por ningún motivo.

Después sin darse cuenta abre un portal que se dirige a su casa.

Cristal: adiós.

Alitzel: no sabía que podías hacer eso.

Cristal: que.

Alitzel: el portal.

Cristal: yo tampoco.

Alitzel: adiós.

En cuanto Alitzel cierra la puerta.

Milena: creo que nunca dejare de sorprenderme por tus poderes.

Cristal: creo que las sorpresas no terminaran pronto.

Milena: asumo que tendremos que esperar para volver a enfrentarnos a Fabiola por la revancha.

Cristal: hasta que salga de prisión, será cuándo yo tenga 19 años.

Milena: ya para ese momento habremos regresado de vencer a Lorain.

Cristal: es una pena que Fabiola esté ocupada, porque sería de gran ayuda.

Milena: para vencer a Lorain, no podrás llevar a nadie será muy peligroso.

Cristal: pero...

Milena: está bien, pero si llevas a alguien estoy segura de que Lorain, lo hará sufrir frente a nuestros ojos solo por diversión.

Cristal: está bien, iremos solas a esa venganza disfrazada de acto heroico solas.

Milena: No es venganza, solo cruza el portal e iremos a casa a entrenar con tus nuevos poderes.

Cristal: si, comandante.

Milena: no me digas comandante, solo era un peón más.

Cristal: y por cierto cómo sabías que decirme cuándo tenía duda en como hacer el teletransporte... Si ahora dejas de hablar.

Milena: solo digamos que conocía a alguien que sabe mucho sobre cualquier tipo de criaturas, y comprobé sus conocimientos, de una manera no del todo correcta.

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