La escuela

Es el último día de vacaciones y la familia de Cristal va a la playa, cuando llegan ella esta tan emocionada es la primera ocasión en la que ve el mar y es tan hermoso, inevitablemente sale corriendo del automóvil.

Amanda: Espera.

Helmer: déjala, ella puede cuidarse sola.

Amanda: tienes razón.

Su papá coloca unas extrañas varillas sobre la arena y una pequeña carpa encima de ellas, es una especie de casa de campaña y su mamá coloca una hielera y una canasta de comida adentro de la carpa.

Helmer: vayan a jugar un rato.

Emy y Cristal hacen castillos de arena y también nadan un rato, claro que su mamá y su papá las cuidan desde la orilla, de tanto jugar les da hambre y almuerzan la comida que su mamá ha traído, mientras contemplan el apacible atardecer, Cristal siente una extraña presencia que se puede en detectar el viento. Regresan a casa temprano porque no quieren que Cristal llegue tarde a su primer día en la primaria.

Como esta planeado Cristal llega temprano apenas se ha abierto la puerta de la escuela, se baja del auto, se despide de su papá y se dirige a su nuevo salón, al entrar nota algo extraño en el salón, aun así, se sienta en la primera hilera de asientos, pero no frente al escritorio de la maestra, las primeras clases pasan con tranquilidad al igual que el receso, cuando regresa al salón, ve a Selene y Elaine entrar.

Cristal: Selene, Elaine.

Selene: ¡Cristal!

Elaine: hace mucho que no las veía, desde ese día en el bosque.

Cristal: Porque no te vimos en la fiesta.

Selene: es cierto.

Elaine: No tenía dinero para ir.

Cristal: Es una pena que no hayas podido ir.

Elaine: De todos modos, no me gusta ir a las fiestas.

Selene: lo entiendo.

Entra la maestra y todos se sientan, Cristal voltea hacia atrás y no puede creer lo que ha visto, regresa la mirada a su mesa rápidamente, pero para asegurarse voltea de nuevo, es la hermana menor de Fabiola y la otra niña que había visto en aquel extraño sueño que tuvo al principio del verano.

—Se me olvidaba, tenemos que hacer una actividad para conocernos, dirán el nombre por el que los llaman y después su edad y su especie, tienen que anotarlo en su cuaderno, porque no empiezas tu—

Dice la maestra con entusiasmo.

Cristal: Soy Cristal, tengo 6 años y soy una inmortal.

Maestra: ya lo sabemos todos no tienes que decirlo, ahora la niña de cabello rojo.

Alitzel: mi nombre es Alitzel, tengo siete años y soy una ...

Maestra: mejor ya no digan su especie, es algo raro, ahora tú la del mechón blanco.

Hamako: me llamo Hamako, tengo seis años y por favor no me llame mechón blanco.

El resto de los nombres Cristal ya los conocía o no son significativos, el resto de la clase Cristal no puede concentrarse por más que lo intenta, el hecho que esas niñas están atrás de Cristal y que posiblemente la ataquen en cuanto les hable como pasó con Fabiola, no quería decir nada, la última vez que intento hablar con un extraño no le fue muy bien.

Al día siguiente a la hora del almuerzo Selene, Elaine y Cristal se sientan en la misma mesa, Alitzel y Hamako se sientan en la mesa de atrás.

Cristal: les digo algo extraño, las niñas de la mesa de atrás de nosotras, estaban en un sueño mío, pienso que algo malo les sucederá a ellas o a sus familias.

Selene: intentaste hacer algo.

Cristal: si, pero tuve que pelear con una fénix enfurecida.

Elaine: así que eras tu.

Cristal: ¿nos viste?

Elaine: No, pero puedo escuchar cualquier ruido en un radio de 5 kilómetros, porque el bosque es algo silencioso.

Cristal: tiene sentido, el caso es que ellas no entenderían.

En la hora del receso Selene, Elaine y Cristal caminan por el corredor de los casilleros e intentan subir por unas angostas y aparentemente solitarias escaleras, pero Hamako tapa el paso.

Cristal: Con permiso.

Hamako: no hasta que me digas, que es lo que no entenderé.

Inesperadamente Alitzel se aparece, llega desde el segundo piso.

Alitzel: ¿Por qué las molestas Hamako?

Hamako: no molestes, cómplice.

Alitzel: sabes que yo no fui.

Hamako: Lo sé, fueron tus padres, pero quien me asegura que no seguirás los mismos pasos.

Alitzel: eres una tonta.

Hamako: eso es lo mejor que pudiste decir.

Alitzel: de hecho, no.

Cristal: creí que estabas discutiendo conmigo.

Hamako: ¡Cállate!

Alitzel: ¡No Cállate tú!

Hamako: Lamento haberlo dicho que eres complice de unos asesinos, pero solo es la verdad.

Alitzel: ¡Te vas a morir!

Repentinamente Alitzel empuja a Hamako haciendo ruede sobre el barandal y pase hacia el otro lado, pero Alitzel le da la mano, evitando que cayera, inmediatamente suena el timbre y muchos niños suben por las escaleras provocando que Alitzel, Hamako y Cristal caigan, las escaleras se encuentran a los límites de la institución, así que se desploman sobre la cerca vieja, está se inclinó, provocando que rueden hasta un acantilado, sin ninguna oportunidad de sostenerse caen irremediablemente al precipicio, por el miedo no podían abrir los ojos, no es que Cristal quisiera morir, pero comienza a preguntarse hasta cuando se van estrellar con el fondo del precipicio, comienza a escuchar que Elaine y Selene gritando.

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