La familia de Selene

El mismo día de la graduación pero en la noche Cristal esta teniendo un extraño sueño, sucede en un lugar con un fondo blanco, no logra diferenciar cual es el piso y donde es el techo o las paredes, de repente ve a una niña que está llorando, es de estatura media, con el cabello corto de color negro, excepto por un mechón platinado, que le tapa parte de su cara, sus ojos son morados trae puestos un short negro y un suéter amarillo, frente a ella hay dos cuerpos, por el parecido se puede adivinar que son sus padres y a lo lejos están algunos seres humanoides de cabello rojo, tez clara y algunos con alas, Cristal mira otra vez a la niña de cabello negro y ella comienza a gritar.

—¡Como te atreves a despojarme de mi familia! —

Por un momento Cristal piensa que se refiere a ella, pero les esta gritando a las otras criaturas, pero al ver a las criaturas por segunda vez, Cristal nota que no son las mismas del principio, tienen dientes afilados y en el lugar de tener los ojos cafés, como antes, son de color rojo y comienzan a reír de manera siniestra, como si ellos fueran los culpables de la muerte de los padres de esa niña y no se arrepienten, sin aviso alguno las criaturas regresan a su apariencia original, pero inmediatamente empiezan a convertirse en piedra blanca como el cuarzo, a excepción de una niña de la misma edad de Cristal, no se convirtió por completo, se detuvo hasta sus rodillas y ella muy desesperada dice.

—¡Cristal ayúdanos! —

Debido al sueño, Cristal despierta algo exaltada, se cambia su ropa de dormir por una chamarra y un pantalón deportivo azul marino, va a la planta baja y se dirige a la oficina de su mamá donde se encuentra su computadora, se acerca al escritorio y por suerte para Cristal, su mamá la había dejado encendida y desbloqueada, la desventaja es que Cristal no sabe usarla muy bien, así que se sienta en la silla del escritorio y estuvo intentando por tres horas, presionando teclas al azar para conseguir información, obviamente no funcionó, de pronto escucha una voz que le pregunta.

—¿Qué haces? —

Gira y busca quien le había hablado, pero no mira a nadie así que vuelve a lo que estaba haciendo, cuando mira la computadora, Emy esta a un lado de ella.

Cristal: pero que rayos, cuando llegaste, casi me matas del susto.

Emy: aun no me has dicho que estabas haciendo.

Cristal tiene tanto sueño, que bosteza antes de hablar.

Cristal: tuve un sueño extraño y pienso que podría ser una premonición.

Emy: no crees que estás exagerando.

Cristal: hay vidas en juego y me gustaría poder hacer algo.

Emy: está bien, te ayudo.

Cristal: gracias, ¿cómo se usa esta máquina?

Emy: Enseñarte realmente como se usa nos llevará algunos días.

Cristal: ¿entonces?

Emy: ¿Qué quieres saber?

Cristal: ¿Hay alguna familia de fénix en la ciudad?

Cristal se levanta y se aleja un poco para que Emy se siente en la silla y pueda usar la computadora.

Emy: no lo sé, pero si alguno fue al laboratorio está registrado aquí, espera, aquí esta Fabiola Cienfuegos.

Cristal: ¿puedo ver su foto?

Emy gira el monitor para que pueda ver la fotografía, y Cristal se queda pasmada, al ver que las mismas criaturas que vio en ese extraño sueño, viven en la ciudad, era la misma cara, de una chica que se convirtió por completo en piedra.

Emy: tierra llamando a Cristal, tenemos que irnos, o quieres que te castiguen otra vez.

En cuanto Emy dice eso Cristal vuelve en sí, se van corriendo hacia el pasillo y por las escaleras para llegar a sus cuartos.

A la hora del desayuno, bajan Emy y Cristal al comedor fingiendo que apenas se habían despertado, su mamá les sirve panqueque con miel de Maple.

Cristal: buenos días mamá.

Emy: holi.

Amanda: Buenos días.

Cristal: mamá, puedo ir a la casa de Selene después de desayunar.

Amanda: está bien, también iremos yo y Emy, allá nos vemos.

Cristal termina de desayunar, se va a cambiar, se pone un vestido amplio con mangas cortas, color menta y zapatos de piso negros, se va caminando por la calle hasta que llega al bosque y sigue por un sendero que lleva hasta su destino.

Como había acordado, va a visitar a Selene en su casa, Cristal esta tan distraída en la posible premonición, que casi ignora el hecho de que Selene vive en un castillo en medio del bosque.

Cuando llega a la entrada se da cuenta que es una gran puerta, toca el timbre y naturalmente abre uno de los sirvientes del castillo.

—Buenas tardes, supongo que es la señorita Cristal Fahrenheit, para la cita de juegos con la señorita Selene —

Dice el mayordomo.

Cristal: sí.

—El amo Strauss me avisó de su visita, permítame dirigirla al jardín donde se encuentra la señorita Selene —

Indica el mayordomo.

Cristal: gracias.

A pesar que el castillo por fuera parece pequeño, por dentro es bastante espacioso con techos altos corredores anchos y la decoración consiste en cuadros con retratos antiguos de los antepasados de Selene, grandes telares bordados a mano, armaduras medievales en vitrinas, tapicerías elegantes, muebles lujosos y candelabros de vidrio y bronce iluminando el lugar.

—Siga por ese pasillo, la llevará hasta el jardín donde se encuentra la señorita Selene —

Dice el mayordomo.

Cristal: gracias.

—Con su permiso me retiro—

Se despide el mayordomo para después irse.

El pasillo es muy oscuro, hasta el final se ve una tenue luz la cual es el jardín, Cristal comienza a caminar, pero en lugar de escucharse solo los pasos de Cristal, se escuchan los pasos de dos personas más, Cristal piensa que la van siguiendo así que voltea para atrás, observa con detenimiento pero no ve a nadie, Cristal siente tanto miedo que sale corriendo, pero el pasillo parece hacerse cada vez más grande, de repente se tropieza con un pliegue de la alfombra y sale rodando hasta el jardín, como esta mareada y asustada no ve muy bien solo escucha algunas risas.

Emy: qué te pasó Cristal, el pasillo te asustó.

Selene: eso fue por escapar al bosque sin mí.

Cristal: sí, claro es muy gracioso que un pasillo me ataque.

Selene: el pasillo no te atacó fue mi prima, le molesta la luz por eso estaba oscuro y te asustó por que le molesta el ruido y las visitas.

Cristal: no es mi culpa, el mayordomo me dijo que pasara por ese camino.

Selene: Cristal ¿Cuál mayordomo, si hoy es el día libre de los sirvientes?

Cristal: estás bromeando.

Selene: no, pero no importa luego resolvemos ese asunto.

Incluso se fue de su mente la predicción, del terrible susto, además quien era ese mayordomo, porque a la prima de Selene le molesta la luz y el ruido, ni siquiera pudo verla de lo oscuro qué estaba el lugar.

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