Benjamín...

Al día siguiente todos estábamos muy bien vestidos desde muy temprano, en realidad mi niño y yo no queríamos ir ¿a quién le importa el hermano del rey? A nosotros por lo menos no, no era nuestra familia, amigo o siquiera un conocido ¿por qué tenía que llegar en nuestra estadía aquí? ¿No pudo esperar unos meses más? Bueno sea como fuera todos esperábamos en la puerta a el famoso tío, uno que se atrevía hacerme esperarle, pero en cuanto este llego me miro mal ¿que le pasaba a este tipo? Ísis me presento junto a Dylan y su expresión fue peor, ahora reflejaba ¿odio? ¿¡Que le pasa a este!? Pasamos y en el desayuno aguante la platica de la señora y las miradas con desprecio de ese famoso tío, al final de el desayuno ese hombre hablo.

—He escuchado que su técnica con la espada es la mejor.

—Debieron haber exagerado, solo se un poco de esgrima, no es para tanto, aparte hace años que no práctico...

—¡Excelente! ¿Que le parece darnos una demostración? -lo mire incrédula ¿hablaba en cerio? ¿No entendió nada? ¡No quiero hacer ninguna demostración! También es verdad que hace años no práctico...- no tiene miedo ¿Verdad? -este tipo...

—¿Por qué debería? -dije poniéndome de pie- si un duelo es lo que quiere, no puedo negarme, pero sea suave conmigo pues solo tengo 23 y usted tiene muchos años de practica y experiencia.

Me observo con mala cara, pero Ísis nos interrumpió intentando detenernos, algo que por supuesto no pudo, era un duelo, así lo había decidido yo, nadie podía meterse en eso, después de esa escena me guiaron a cambiarme, en la habitación Dylan hablo.

—Madre ¿En verdad lo harás?

—Si pequeño -lo mire por el espejo mientras me hacia una cola alta- quiero que te quieres junto a Drac, no confió en ese hombre amor ¿prometes que pase lo que pase no te separaras de Drac?

—Lo prometo mami...

—Muy bien mi amor vamos...

Después de terminar de cambiarme salimos al campo de entrenamiento, cogí una espada que me llamo la atención, en realidad no tenía nada de especial pero me gusto a simple vista, con espada en mano me dirigí a donde ese hombre molesto que había llegado hace no mucho, a su lado estaba un muchacho que parecía ser su sirviente personal, estaba demacrado, algo sucio pero sin que llegara a afectar la imagen de su señor ya que no se notaba a simple vista y después de todo estaba en casa de sus familiares, eso sí, se notaba el maltrato que recibía por parte de su amo. Bueno, aunque me moleste eso no puedo meterme así que mientras me dirigía a donde él, me estire, troné mis nudillos y después frente a él gire mi espada dando un pequeño espectáculo ¿quien lo manda a retarme? Odio que me reten y más si es algo en lo que estoy planeta confiada de vencer a cualquiera.

—Lamento no estar ahora a su nivel, comprenda que estoy un poco oxidada -dije con una sonrisa en mi rostro, quiero ver que tan bueno es para intentar humillarme- cuando usted diga señor Benjamín.

Él fue el primero en atacar ¿tan desesperado estaba? Detuve su ataque, intento tumbarme con el pie , lo empuje con la espada y este dio unos pasos para atrás por lo que no logro hacerlo, estuvimos más de una hora luchando, yo intentaba hacer mis ataques con estilo, delicadeza y elegancia, se supone que soy una princesa ¿no? ¡Nah! A quien engaño ¡Solo quería hacerlo enojar más! El tenia un estilo rudo de lucha e intentaba meter pelea cuerpo a cuerpo con la espada para derrotarme, se ve que no me conoce ¿cree que con eso podría vencerme? ¡En sus sueños! Por suerte practique ambas cosas por separado y en conjunto, era bueno no lo negare, hace rato podría haber terminado pero en verdad dañaría su orgullo así que verme aquí aun luchando desde hace aproximadamente hora y media, ya me he cansado así que asta aquí llego esto, hice algunos movimientos con muy poca elegancia y le tumbe, puse la espada en su pecho y con una amplia sonrisa dije:

—Touché -este me miro con más coraje, al parecer aun así herí su orgullo, pobre... ¿a quién engaño? la verdad se lo merece, retire la espada y me di la media vuelta dejándolo tirado, si quiere que se levante solo sino pues ni modo-  deberíamos repetir el duelo en otra ocasión, me he diver... -pero el sonido del choque que produjo las espadas me interrumpió ¡El muy canalla me quería atacar por la espada! Si mis sentidos no fueran tan agudos y yo no fuera rápida ahora no estaría respirando, esto se volvió serio, siguió atacándome con más rudeza y fuerza ¿tanto le molesto? Ahora no es un simple encuentro ¡Quiere mi vida! Se nota en sus ojos, tiene sed de sangre, pero no entiendo pues nunca había visto a este hombre, posiblemente sea algo de él pero como sea me harte, estoy sudada y cansada y para rematar ¿Tener que soportar esto? ¡Ni lo pienses! Me retiro algunos pasos de él y en dos segundos crecieron algunas ramas del suelo atrapándolo y dejándolo inmóvil- intenta volver atacarme por la espalda y olvida tu vida, tienes prohibido a partir de hoy acercarte a más de un kilometro de distancia de mi familia, si lo haces tu castigo será la muerte.

Me gire a donde estaban los demás, me miraban con sorpresa, un tanto asustados, ¿quizás molestos? No lo se ni me importa ¿en serio creyeron que me dejaría herir? ¿Creen que soy estúpida? Nunca les daría el gusto de verme herida o simplemente en mal estado ¡NUNCA!

—No quiero ningún comentario -dije mirándolos seriamente- quiero que mañana a más tardar al amanecer este hombre se retire o yo lo haré en su lugar... -ellos asienten, miro a Dylan y hago una seña para que me siga, cuando esta a mi lado vuelvo a hablar- ahora me retirare a mis aposentos, no quiero ser molestada.

Sin más me fui del lugar dejando la espada de donde la tome, el hombre ahora no estaba atrapado por unas ramas sino por unos brazos, por los brazos de los guardias que lo retenían, una vez en la habitación me senté en un sillón que ahí se encontraba, solté un gran suspiro y cerré los ojos poniendo un brazo encima de ellos, esto es lo que me esperaba en mayoría cuando viniese a vivir al reino de Sol y Luna, no todos estaban de acuerdo en que sus futuros reyes vivieran toda su vida en la tierra ¿en verdad tengo que exponer a Dylan a todo esto? ¡Solo tiene tres años! Estaba en mis pensamientos y no me di cuenta ni recordé que Dylan estaba conmigo, lo supe cuando este tomo mi mano, la sacudió y hablo.

—Mami ¿estas bien? -dijo con preocupación- ¿estas herida? ¿Por qué ese hombre quería hacerte daño?

—Pequeño ven aquí -palme mis piernas indicándole que se sentara en mi regazo- yo estoy bien... No se que pensaba ese hombre pero por eso te dije que no te alejaras de mi vista, nunca sabemos lo que los demás piensan, lo que planean desde las tinieblas... ¿Verdad que me obedecerás y no te alejaras de mi?

Él afirmó moviendo su cabeza de arriba hacía abajo sin parar, lo detuve y besé su frente con una amplia sonrisa, amaba a este niño, era una ternura, decidimos ducharnos y así lo hacemos, nos ponemos la pijama, hoy Dylan y yo traíamos una pijama lisa color negra, yo con mi típico short y blusa de tirante fino pero sin ningún diseño, nos cepillamos el cabello y escuchamos que llamaban a la puerta fui a esta y ahí se encontraba una muchacha, al mirarme ella habla.

—El joven Drac les envía la cena.

—¿En verdad fue él? -ella asiente- ¿tienes como comprobarlo?

—El pidió un desayuno especialmente hecho para ustedes...

Destapo las charolas y me sorprendió lo que vi, croquetas de atún, una ensalada, jugo de manzana y de postre fresas con crema batida, si, en efecto fue él, no puedo ver a esta familia dar un desayuno tan simple como esto, agradecí a la chica y se marchó con una reverencia, entre y le hable a Dylan.

—Cariño, adivina que nos trajeron de cena -dije un tanto emocionada, el niño solo me observa- ¡nos trajeron croquetas de atún! -este al escuchar esto se levanta de donde estaba y va a donde la comida, a este niño le encantan las croquetas de atún y a mi el jugo de manzana, pero a ambos nos gustan las fresas en crema batida ¿no son acaso deliciosas?

Después de una alegre cena se llevaron los platos, nos lavamos los dientes y después de una pequeña charla nos acostamos a dormir, estábamos muertos de cansancio, especialmente yo... Eran pasada la media noche, estaba acostada en la cama sin poder conciliar el sueño cuando escucho un ruido, abro los ojos y miro a la puerta pero no era nada, irritada volteo a la ventana y veo una sombra que se acerca silenciosamente a Dylan, asustada por lo que podría ser o quien podría ser me levanto prendiendo la luz, observo como la silueta se tensa al ver la luz y poco después intenta escapar pero se tropieza y cae dándome tiempo para llegar a su lado, cuando se incorpora me observa, lo detengo del brazo y este me inyecta una sustancia en mi brazo, dolió un poquito cuando esa sustancia entro en mi sistema pero lo ignore, por lo menos por ahora.

—¿Quién eres y que fue lo que me inyectaste? -no hubo respuesta, prendí el resto de luz de la recamara y vi a quien seguía de cerca a Benjamín, ese joven castaño de ojos verdes, esos ojos que comenzaban a cristalizarse, lo siguiente fue lo que termino de sorprenderme, el joven empezó a hablar con voz entrecortada y a llorar ¡estaba llorando! Eso sí que no me lo esperaba.

—Y-yo no quería... En verdad no quería...-dijo asustado y se limpia con el puño las lágrimas que corren por sus mejillas- él me obligo ¡yo no quería pero debía hacerlo!

—¡Tranquilízate! -le estaba sacudiendo por los hombros- ¿de que hablas? Tranquilizante y habla por favor -este me miro y después de algunos minutos se tranquilizo y hablo.

—Yo... Me ordenaron que debía envenenar al pequeño... -mis ojos se abrieron como platos ¿quería envenenar a mi hijo? ¿¡A DYLAN!?- ¡Yo no quería pero me obligaron! Si... Si no lo hacia asesinarían a mi hermana... ¡Es mi única familia! Él ya había asesinado a mis padres, no dudaría de matarla a ella...

—¿Quién es? -no recibía respuesta- ¡DIME QUIEN DIABLOS QUERÍA ENVENENAR A DYLAN!

—Ben... Benjamín -ese maldito... En verdad quería esto ¿todo por un estúpido encuentro? ¿O era algo más? ¡ese maldito bastardo!

—Dime chico ¿estarías de acuerdo en dar tu testimonio en contra de Benjamín?

—¡Nos asesinaría!

—Si te ayudo a librarte de él y te aceptó en nuestro reino ¿aceptarías?

—¿En verdad haría eso? -lo analice, sus recuerdo marcan que es verdad lo que dicen, su corazón no tiene odio ni malicia... Solo fue utilizado... Después de ver sus recuerdos asentí- ¿también a mi hermana? Ella solo tiene diez años...

—Claro, nunca separaría a una familia nada más así -digo dándole mi mejor sonrisa- pero dime...

—Alberto -me dice el joven- mi nombre es Alberto...

—Ok, dime Alberto, lo que me inyectaste fue veneno ¿no? -él asiente- ¿en cuanto tiempo dará efecto?

—A mas tardar en usted en tres horas...

—Vale, ve a con Benjamín y dile que el trabajo ya esta hecho, si pregunta por mi le dices que no me encontraba en la habitación, después ven a mi otra vez para que me guíes a tu casa por tu hermana, todo esto en media hora ¿esta bien? -él asiente, suspiro y le miro- pero no te puedo dejar ir así nada más, debes hacer un contrato amo-sirviente para que no me traiciones pero también si yo muero tú te iras conmigo... ¿Estas de acuerdo? Solo será asta que arregle las cosas...

—Esta bien ¿que tengo que hacer?

—Dame tu mano -este la extiende y la pongo con su palma hacia bajo, pincho mi dedo y dejo salir un poco de sangre, hago algunos signos en su mano y después de unos segundos su mano brilla con un color azulado- serás mi sirviente más fiel asta que yo así lo desee, si me traicionas tu castigo será la muerte, si me obedece serás bien recompensado, Alberto ¿estás de acuerdo? ¿eres consciente de lo que significa? -él dijo un "si, haré lo que me ordene" y cuando este termino de hablar le ofrecí una sonrisa que parecía más una mueca, no quería que me tuviera miedo, pero también tenía sueño y estaba agotada, estresada y ansiosa...- bien, corre a avisar y vuelve en menos de media hora, en ese tiempo ya estaremos listos...

El chico  hizo lo que le mande y salió de la recamara, removí a Dylan para que despertara, cuando lo hizo me vio con unos ojos adormilados, él también tenía aún sueño ¿por qué no espero para hacer toda esta estupidez? Pudo encontrar otro momento o simplemente no hacerlo, pero bueno gente estúpida la encuentras en todos lados.

—¿Qué pasa mami? -dijo con los ojos cerrados después de verme.

—Nos vamos Dylan, debes vestirte nos vamos en menos de media hora -abrió los ojos pero no me pregunto nada, se puso la ropa que traíamos el día en que llegamos, yo también me puse la ropa de ese día, tome mi bolso y nos peinamos, alrededor de 15 minutos después llego Alberto entrando por la ventana. Después de salir por la ventana como si estuviéramos escapando de una cárcel o robando alguna casa, caminamos alrededor de una hora para llegar a la casa del joven, era una casa muy dañada, se notaba que el techo se estaba cayendo, las paredes estaban llenas de moho, el piso tenia imperfecciones, tenia muchos bichos ¿como pudieron vivir aquí? El camino fue silencioso, Dylan se quedo dormido un par de minutos después de salir del castillo, cuando entramos a la casa el joven fue a un cuarto y poco después salió con una niña.

—Ella es mi hermana, se llama Danna

—Es un gusto Danna, yo soy Nahiara -dije tendiendo mi mano para saludarla, yo traía a Dylan por lo que no podía estirar mi brazo por mucho, la chica me saludo un poco tímida pero lo hizo, entonces me dirigí a donde el joven una vez que nos soltamos- bien ¿nos vamos? -antes de que el chico hablara la niña lo hizo.

—¿A donde vamos Alberto? -pero este no supo que contestar, en verdad no sabia a donde íbamos...

—Iremos a un lugar muy hermoso -le digo sonriendo- ¿te apetece ir? Podrás visitar algunos lugares turísticos, ver una hermosa vista, comer otros platillos, conocer gente nueva...

—Danna debemos ir... -la niña asintió, creo que es compresiva o simplemente obedece en todo a su hermano... también no es como si tuvieran opción- empacare un poco de ropa y nos vamos...

—No es necesario Alberto, allá podrás comprar ropa, no te preocupes de nada después de todo estas bajo mi cuidado... solo recojan lo que podría ser importante para ustedes.

Después de dudar y pensarlo un minuto por fin asintió, la niña corrió a coger una muñeca de trapo que según me dijo se la había dado su madre, le entregue a Alberto a un Dylan dormido pues yo tenía que abrir el portal dentro de la casa, pasamos por el llegando exactamente a la sala de mi casa, me debilite mucho ¿que tipo de veneno era este? Puedo usar auto sanación pero debo estar inmóvil por un rato y no se que tan fuerte es el veneno ¿por qué me pasa esto a mi? Bueno después de que me ayudaran a levantarme ya que me caí al cerrar el portal, subimos a la planta alta, le dije a Alberto donde llevara a Dylan y con ayuda de Danna fuimos a mi habitación, ella hizo a un lado las sábanas de la cama y me ayudo a acostarme en ella, me dio un poco de agua y la bebí, después hable.

—Danna ¿me podrías traer mi bolso por favor? -Dije señalando donde estaba y ella asintió dirigiéndose adonde estaba- gracias -agradecí cuando me lo entrego, saque mi móvil y en eso entro Alberto- haré una llamada esperen un poco - y sin más le marque a mi madre.

—¿Hola? ¿Quien es? -dijo una somnolienta Selene cuando contesto al tercer tono.

—Madre soy yo Nahiara, necesito un gran favor -ella solo dijo un "mmm" como respuesta indicando que siguiera hablando- necesito que detengas a Benjamín Ders...

—¿El motivo? Sabes que no puedo apresar a nadie sin un motivo...

—Envenenamiento... intento de asesinato...

—¿Puedo saber contra quien? -ya no sonaba tan dormida- si es alguien de ese reino no puedo hacer nada, pero si es parte del nuestro o tiene algún lazo con nosotros podría, por ejemplo si fue con la familia de tu prometido yo... -la interrumpí.

—Contra mi, casi me matan madre... a tu amada hija y única cabe mencionar... -y en ese instante quede sorda, a partir de cuando me recupere aprenderé a hablar con señas... Ok no pero casi me revienta un tímpano, soltó un grito que creo y despertó a todo el mundo que estaba durmiendo.

—¿COMO SE ATREVIO? ¿DONDE ESTAS? ¿DONDE ESTA ESE DESGRACIADO? ¡LO SENTENCIARE A MUERTE!

—Madre tranquila, primero apresarlo ¿si? Ya que este mejor vemos su castigo... -escuche un gruñido al otro lado de la línea- ¿podrías apresarlo y venir a ayudarme? Estoy algo débil por abrir el portal y por el efecto del veneno así que solo lograre detener el veneno...

—Estaré allá en una hora cariño...

—Bien, por cierto traerme el frasco con la etiqueta de “universal” esta en mi recámara.

—¿Esa cosa extraña que inventarte hace años?

—Si, y por cierto no le digas nada a madre Berenice, no quiero que se preocupe, sabes como se pone en estos asuntos...

—Esta bien nos vemos...

Y sin más colgó.

Los chicos me miraban en silencio, era tarde debían ir a descansar y no podían ayudarme sino sabían magia de curación…

—pueden ir a dormir, esta bien si comparten habitación ¿no? Alberto puede dormir con Danna en el cuarto de invitados… ¿les parece? -ellos asintieron- verán la puerta de enfrente es la habitación de mi madre, Alberto ya fue a la de Dylan y la otra es la de invitados, no puede haber equivocación… -ellos volvieron a asentir- les pediré el favor de abrir la puerta cuando llegue mi madre, pueden disponer de la comida que encuentren, usar el televisor o lo que deseen pero por favor no salgan, cuando llegue mi madre traigan la aquí, yo entraré en un sueño para eliminar el veneno por lo que no podré despertarme por un buen rato…

Después de explicarles ellos salieron de mi cuarto, tome un poco de agua y entre en un sueño curativo… mi madre debería de traer la medicina para ayudarme a eliminar el veneno… solo queda esperar…

.....

Pasaron alrededor de quince minutos de que Nahiara se durmiera cuando llego la señora Selene, Alberto abrió la puerta, al verla la dejo pasar de inmediato, ella al entrar se dirigió directamente a la recamara de la chica, la encontró dormida, le sostuvo la cabeza y le dio a beber un liquido azulado de un envase de cristal, el muchacho al ver eso comenzó a hablar.

—¿Qué es eso?

—Esta medicina ayuda a eliminar cualquier veneno… o eso decía la etiqueta.

—¿Sin importar cuan fuerte sea?

—Si, por cierto ¿Quién eres tú?

—Oh, lo lamento su alteza, disculpe mi falta de modales, mi nombre es Alberto, la princesa Nahiara me permitió venir con ella.

—Ok... ¿sabes que tipo de veneno fue el que causo esto?

—Es la especialidad del inframundo, la señorita tiene un fuerte poder espiritual así que en ella actúa muy lento.

—Es veneno del inframundo… ¿El veneno de la pitón alada de azufre? ¿Esa que nace solo una cada siglo? -él asintió- bien deberá tomar esta medicina cada doce horas, ese veneno es muy poderoso, pero conociendo a mi hija y ya que ha entrado en el sueño curativo con tres días de medicación y algunas semanas de descanso estará completamente recuperada.

—Eso es grandioso.

—Bueno, por ahora no  te preguntare nada, esperaré a que despierte y me explique lo sucedido, solo dime ¿Dónde esta Dylan?

—Él esta durmiendo, no han dormido mucho dado el caso de que no ha pasado más de una hora desde que todo esto sucedió.

—Bueno tienes razón… ¡bien! Me iré por ahora ya que tengo que arreglar un pequeño asunto, te los encargo, volveré al medio día para darle su medicina.

—Por supuesto mi señora -dijo asiendo una reverencia- yo cuidare de sus altezas.

Después de eso Selene se marcho, eran las 2:30 de la madrugada cuando Alberto se dirigió a la habitación a dormir, el también se encontraba cansado pero la culpa y la preocupación le impedían conciliar el sueño de k mediato, aún así en cierto momento se quedó dormido, el sueño lo había vencido.

Danna y Alberto se despertaron a las 8 a.m para preparar el desayuno, media hora después a las ocho y treinta despierta Dylan, Danna va a donde el niño para ayudarle a ducharse y arreglarse para bajar a desayunar pero él no lo permitió así que tras una breve discusión Dylan ganó y se ducho solo, ella solo le preparó las ropas, su hermano estaba preparando el desayuno ya que la niña aun era pequeña como para hacerlo, desayunaron, los niños jugaron mientras Alberto hacia el aseo de la casa excluyendo la habitación de Nahiara para no molestarle, ya que llegase Selene le pediría permiso de asear esa habitación.

Paso el tiempo y llego el medio día, a Alberto solo le faltaba la cocina, mientras el la aseaba tocaron el timbre, Danna abrió la puerta y al ver la mujer que en esta estaba parada al instante la dejo pasar, en otra ocasión no la abría dejado pasar por ser un desconocido pero ¿Quién no conoce a la reina de los siete cielos? “La diosa de la luna” todos en los siete cielos y en el inframundo la conoce, sus descendientes no son tan conocidos pero ellos que han gobernado por siglos ¿Cómo no conocerlos? Estaba sorprendida y emocionada de poder verla en persona, en secreto la admiraba así como la mayoría de las personas, pero bueno eso es otra cosa.

descargar

¿Te gustó esta historia? Descarga la APP para mantener tu historial de lectura
descargar

Beneficios

Nuevos usuarios que descargaron la APP, pueden leer hasta 10 capítulos gratis

Recibir
NovelToon
Step Into A Different WORLD!
Download MangaToon APP on App Store and Google Play