Te Ayudaré

Los días pasaron muy lentamente, Nahiara cada día se aburría más, se estaba recuperando pero no a la velocidad que deseaba, aún faltaba por lo menos un mes para que se recuperara por completo ¿el motivo?, simple, al haber resistido y mantenido el veneno durante horas un poco de este se incrustó en los huesos de la chica así como la debilitó al extremo al gastar la mayoría de su Maná para hacer un intento de contenerlo y transportarlos a los cuatro de vuelta a París, por otra parte también tenía que ver la maldición, aunque ella no era una experta en esa área por fin estaba logrando debilitarla, al tenerla por mucho tiempo esta cada día aumentaría la eficacia del veneno y no podría eliminarlo por completo, si no fuera por la maldición hace mucho estaría como nueva, los demás ingredientes habían sido eliminados desde la primera vez que tomo la medicina por lo que casi ese día la medicación no funcionó sobre el veneno principal, al parecer ese era el propósito de los venenos extras, atrasar la extracción del principal y darle oportunidad de que actuara y ganara. Un par de veces Adrián la visitó, Gael así como Selene la veían todos los días, no alcanzaban a encontrarse y solo se quedaban unas pocas horas pero procuraban no dejarla desatendida, no querían que le pasara algo más de lo que ya estaba soportando, por fortuna había tomado la medicina que había creado pero esta solo contenía el veneno y ayudaba a eliminar menos del 15%  de este, todo lo demás debía de eliminarlo ella misma sin ayuda de algún otro medicamento debido a que podrían chocar y afectarla en vez de beneficiar la.

Le habían dicho a Dylan que volvería a la guardería  para que no perdiera las lecciones pero este se negó llorando, no quería separarse de su madre estando así, por una parte Nahiara no pudo llevarle la contraria debido a las lágrimas y por otro lado no le parecía mala idea enseñarle algunas cosas al niño durante ese tiempo y así beneficiarse ambos, él aprendiendo algo nuevo y ella estaría deshaciéndose del aburrimiento ganando así ambas partes. Poco a poco Nahiara logró recuperarse a más del 80%, ya podía caminar pero los mareos al levantarse o al hacer un movimiento brusco después de estar quieta un momento, así como el cansancio, falta de apetito, las ojeras y su rostro pálido no desaparecieron por completo, por lo que su madre y tío le prohibieron hacer esfuerzo, debía procurar tomar sus alimentos en la recámara y no bajar las escaleras ¿qué pasaría si en una de esas bajadas le da un mareo y se cae?, no moriría pero si podría lastimarse, un brazo roto, alguna cortada, rasguños seguros y moretones también, bien puede ser una diosa pero estaba en la tierra y restringía la mayoría de su poder, otra de las razones de su lenta recuperación, entonces se preguntarán ¿por qué no va a donde puede recuperarse más rápido?, si fuera en ese estado a su reino correría más peligro que tener que soportar por un poco más de tiempo el veneno.

Sin darse cuenta los dos meses del permiso que pidió en la escuela estaban por vencer y tendría que volver a clases cosa que su familia no estaba para nada contentos, aún hacía algo de efecto el veneno y ya no podía abusar del medicamento o la magia, al no tener más opción aceptaron el que regresara pero solo frente a ella, pero sin que Nahiara se diera cuenta buscaron a su suplente para pedirle que la siguiera ayudando por lo menos otro mes. Selene fue personalmente a la universidad y busco al director, se presentó como la tía de la chica y le pidió el favor de darle un mes más de permiso, en tres días Nahiara debía volver a dar clases pero no se lo permitirían, solo habían aceptado para que estuviera tranquila, el director al decirle que la chica estaba enferma y tenía que estar en cama por lo menos un mes acepto, ambos sabían que la chica era terca, el señor lo había experimentado en algún momento al trabajar con ella.

—Esta bien, entenderé el permiso ya solo faltaría que Adrián, su reemplazo aceptará.

—Si me deja hablar con él yo misma se lo pediría.

—En unos minutos más saldrán al receso los alumnos, mientras tanto podría acompañarla por el edificio o lo podría esperar fuera del aula.

—Se lo agradezco, entonces esperaré fuera del aula a que termine la clase ¿me podría guiar?

—Por supuesto, seguirme por favor.

Los dos salieron de la oficina y se dirigieron a donde quedaba el salón de clases de Adrián, o mejor dicho el de Nahiara.

 

Narra Selene:

No tardamos mucho en llegar al salón, al hacerlo el director se despidió de mi y regreso por donde vinimos, aunque era un tanto agradable, estaba bastante mayor, quizás unos 30 o por mucho 40 años le quedaban de vida, eso sí su destino lo permitía y el no se auto destruya, una nunca sabe. En fin, quería asomarme al salón y mirar al joven que sustituye a mi querida hija pero no lo creo conveniente, los alumnos podrían distraerse conmigo y dejar de poner atención a clases.

No mucho después tocó la campana, quizás unos 4 o 5 minutos, todos los alumnos salieron como alma que lleva el diablo, y mira que este no lo hace personalmente, sino ninguna llegaría a salvo con el carácter que tiene ese tipo. Cuando todos estuvieron fuera del aula llamé a la puerta, en el escritorio se encontraba un chico de buen verse, parecía alto, es rubio y con ojos verde esmeralda, piel blanca y si no veo mal tiene un lunar en la base de su cuello, en el lado derecho, pero ¿por qué me le fijo tanto? Simple, presiento que lo he visto antes pero no recuerdo exactamente donde.

—Buen día -salude desde la puerta, el joven al escucharme levanta la vista de unos papeles en su escritorio y me mira- ¿puedo pasar?

—Por supuesto, pase y tome asiento.

Mientras yo entraba el se levantó y tomó un par de sillas de los alumnos, al llegar a su lado me ofreció una y agradecí con una sonrisa, parecía buen chico, él se sentó en frente de mi.

—Soy Selene De Luna, tía de Nahiara, a quien ayuda con las clases.

Me presente con el apellido del padre de esta, Berenice había estado de acuerdo ya que él al no tener más familiares y que sus padres habían muerto hace un tiempo podrían decir el apellido sin que nadie nos descubriera.

—Es un gusto, yo soy Adrián Ferretti, soy amigo de Nahiara desde algunos años.

—¿Eras compañero de su clase?

—Así es ¿ella le habló de mi?

—Si, en alguna ocasión lo hizo, y si mal no recuerdo no fue hace mucho que la visitante mientras mi hermano y mi cuñada estábamos de visita en su casa.

—No recuerdo haberla visto cuando la he visitado, solo alguna vez en la calle con el pequeño Dylan…

—Se que no me vistes en tus visitas, pero recuerdo tu voz, que por cierto mi hermano interrumpió su conversación ese día ¿recuerdas? -el chico lo pensó un poco, cosa que aproveche para ver sus recuerdos, cuando recordó el día yo ya había terminado de ver y no me agradó mucho lo que vi.

—Ya recuerdo…

—Mencionaste que me encontraste con Dylan por la calle ¿por qué no nos saludo?

—Estaba acompañado y con un poco de prisa, también estaban acompañados por lo que no quise molestar…

—Bueno, a lo que venía, quería pedirle el favor de que ayudara a mi sobrina un mes más a dar sus clases…

—No hay problema por mi, pero ¿ella está de acuerdo?

—Digamos que lo estará, como me imagino que sabrás esta enferma y aún no puede hacer mucho esfuerzo o salir de casa, puede tener una recaída y ser peligroso.

—Esta bien, mientras logré convencer a Nahiara yo no tengo ningún problema en apoyarla -se levantó y se dirigió a su escritorio, escribió algo, rompió un pequeño papelito y volvió a donde estaba- este es mi número, cualquier cosa avísame por favor.

—¿Sobre el trabajo o mi sobrina?

—De las dos cosas, en verdad le agradecería que me informara de su condición.

—Dígame algo señor Ferretti ¿es solo un amigo de Nahiara? O será que ¿tiene sentimientos por ella?

—¿Por qué la pregunta?

—Sus ojos no muestran solo un cariño de amigos y se preocupa mucho por ella…

—Bueno -rasco su nuca, no sabía que decir.

—No dude en hablar, ella no se enterará de nada por mi parte -recibí un suspiro por su parte.

—No voy a mentirle, quiero demasiado a Nahiara, mejor dicho la amo desde hace tiempo.

—¿Por qué no se lo dice? ¿Qué lo detiene a confesarse?

—Estoy comprometido -se dejó caer en su silla- tengo mucho tiempo comprometido pero nunca la ame a ella.

—¿Por qué no la deja?

—Lo he intentado pero cada vez que lo hago se vuelve loca, según me enteré por el doctor encargado de los empleados en la empresa que Marianne tiene un desorden mental y hace que le den ataque de celos infundados, que se vuelva loca o simplemente que haga un papelito sin importarle nada.

—Si no la quería ¿por qué empezó a salir con ella y se comprometieron?

—Comenzamos a salir por mi culpa, por despecho, acababa de enterarme de algo y la tristeza y ganas de intentar olvidarlo me llevaron a intentarlo con ella, después de todo siempre quiso que fuéramos pareja así que ¿intenté sacar un clavo con otro clavo?, algo más o menos así.

El joven parecía sincero con sus sentimientos y sus recuerdos me confirmaban lo que había dicho, también tenía de su parte sus orígenes y que me fuera sincero, Nahiara en alguna ocasión me habló de un tal “Adrián Ferretti, el vecino misterioso" que con frecuencia la visitaba y aunque no lo dijera se notaba que quería, yo había perdido  mi ser amado hace años, no estuvimos juntos mucho tiempo, para ser sincera solo fue un mes, 16 días y 45 minutos exactos, pero el fue asesinado por mi culpa, siempre lo amaré y me culparé de su muerte, el era mi único compañero, la única persona que podría amar y aún si no pude salvar su vida por lo que intentaría que él compañero destinado de mi hija pueda estar más tiempo con ella que yo con el mío, no por algo nosotros solo tenemos un compañero para toda la vida, cosa que ella no sabe, aunque en realidad no sabe muchas cosas, aún no es tiempo de que lo descubra.

—¿Se encuentra bien? -me pregunta el joven llamando mi atención, al parecer me desconecte un ratito.

—Si, solo pensaba en algo… -él asintió- dime algo Adrián ¿piensas a cada rato en Nahiara?, ¿sientes un vacío en tu corazón y cuando lo haces o sientes que nada tiene sentido?

—¿A que se debe la pregunta?

—Necesito que me lo digas, ¿Cuándo la vez o estás a su lado sientes como si fueras capas de hacer lo imposible?, ¿sientes una paz y una tranquilidad que no puedes obtener con algo más?

—Si, a cada una de las preguntas es un si, y no sabe cuánto.

—Te voy a hacer una última pregunta pero quiero que me respondas con completa sinceridad.

—¿Qué quiere preguntar?

—¿Si tuvieras la oportunidad  intentarías conquistar a Nahiara?

—Lo haría sin pensarlo -contesto de inmediato- no sabe cuántas veces me he imaginado, he añorado estar al lado de Nahiara.

—Muy bien, lo he decidido.

—¿Disculpe?

—Te ayudaré a terminar tu relación actual sin problemas, pero tu deberás conquistar a mi sobrina, ya si es muy necesario te podría ayudar ¿Qué opinas?

—Me encantaría pero ¿por qué lo haría?

—Quiero que mi pequeña sea feliz, cosa que se podrás lograr, solo debo avisarte de ante mano que mi niña es muy especial.

—Eso lo se de sobra.

—Lo es en más de un sentido cariño, pero aparte de eso ¿te importaría el hecho de que es madre de Dylan?

—No, durante estos seis años tenía todo el derecho de amar y formar su familia, aunque no fuera por mucho y ahora este incompleta, también Dylan es un amor, mientras ella me aceptará yo amaría a Dylan como mi hijo.

—Eso quería escuchar, en dos días, el domingo cita a tu prometida en el parque a las 5 de la tarde, te ayudaré a cortar con ella, después de eso todo depende de ti.

—No sabe lo agradecido que estoy.

—¿Aunque eso puede dañar tu orgullo y reputación?

—¿Qué es todo eso sin el amor de mi vida? Prefiero perder eso solo por una oportunidad de estar con Nahiara, sino lo había hecho antes fue debido a que Marianne me amenazaba con su vida, de lo contrario sería otra historia.

Hablamos un poco más hasta que sonó el timbre, era hora de irme, sabía que Nahiara se iba a negar y a molestar con la ayuda que le había pedido a él joven pero ¡soy su madre! Aunque yo no la día a luz la quiero como si lo hubiera hecho, también llevaba de mi sangre, me preocupó demasiado por ella y si trabajar puede ser una amenaza para su salud por ahora, yo haría lo imposible por impedir que lo hiciera y se que Berenice estaría de acuerdo conmigo.

Como sea, al salir de la universidad me dirigió a comprar algunas cosas, haber que se me antoja por el camino, simplemente quiero despistar a mi niña, no quiero que se entere en cuanto entré por la puerta lo que hice, ya se lo diría hoy en la noche o mañana… eso dependería de como estuviera su ánimo.

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Comments

Eliane Pedrini

Eliane Pedrini

esse Adrian é: um tolo

2022-11-05

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