Tocan la campana, guardo mis cosas y salgo casi corriendo cuando la maestra se despidió y salió, no quería que Adrián, Ernesto o las chicas si ellos les contaron me preguntarás sobre la clase de música por lo que me he tratado de esconder entre clases. Iba bajando las escaleras y escucho como Rosalya me gritaba ¡si les contaron! ¡Me tengo que ir rápido si no quiero ser interrogada! Aunque pensándolo bien no tiene nada de malo y mis madre no me prohibieron mostrar este tipo de habilidades a los demás ¡pero no quiero que piensen mal de mi! Mientras estaba metida en mis pensamientos siento como se sube en mi espalda de un salto.
—¡Te atrape! -grita en mi oído, hombre ¡esta chica me dejara sorda! Y ¿Cómo me alcanzo? Es rápida…- ¿por qué escapas?
—¿Quiero ir rápido a la casa? -digo pero ni yo me la creo- ¿puedes bajarte por favor? -estaban mirándonos, esto es muy extraño…
—Oh si perdón...
—Estas perdonada ahora... -intento escapar pero una mano me detiene por segunda vez- ¿en serio?
—No escaparas -dice Adrián deteniendo mi brazo para que no pueda hacerlo- ¿Por qué lo haces?
—No escapo -desvió la mirada- solo quiero ir a casa rápido ya que… ya que quiero comprar un helado -¿En serio? ¿Un helado? Aunque si escuche que vendían unos muy ricos por aquí...- escuche que son deliciosos y… ¡quiero probarlos!
—Si es así ¿Por qué ir sola a tu casa? Podemos acompañarte a comprarlo de camino a tu casa y mientras tanto platicar ¿no? -dijo Ernesto, este niño ya no me simpatiza- vamos te acompañamos y puedes mostrarnos donde vives, dos pájaros de un tiro.
—Es que verán no tengo dinero conmigo porque mi madre aun no saca del banco y apenas llegamos ayer así que también mi casa esta hecha un desorden -me pregunto el ¿Por qué sigo hablando? Quiero desaparecer antes de que algo malo suceda esto me esta dando mala espina.
—Te invitamos, vamos Nahiara por el helado y ¡después a tu casa! -esta Rosalya y Ernesto están hechos el uno para el otro, ¿que no ven que me quiero fugar?- y ¿que tal una pijamada?
—No lo creo -lo sabia, esto no me gusta, por cierto, hablando de esto, tengo que ver cuando es luna llena, tendré que usar lentes, ponerme lentillas de color o esperar y que no noten el color de mi ojos aunque lo dudo pero por ahora a sacarme de esto- como dije mi casa es un desorden...
—Puede ser en mi casa -¿en cerio Marianne? ¿Ahora tu? Ya solo falta Adrián…
—No creo que tus padres dejen que chicos y chicas hagan una pijamada -por favor déjenlo ya me va ha dar algo si siguen y por si fuera poco seguimos frente a la escuela- así que…
—Yo diría que en la mía pero mis hermanas… no creo que sea buena idea -gracias a dios que esta chica tiene hermanas.
—Yo estoy igual no por hermanas si no que no puedo… -este... ¿que paso aquí? ¿Cuándo acepte hacer la pijamada?
—Puede ser en mi casa… claro si quieren -tierra trágame en cerio ¿Adrián también? En fin ya estoy muerta solo esperare un milagro- mi padre esta de viaje esta semana así que solo estarán Natalie y el gorila en casa… -¡no puede ser! estoy muerta solo falta que pase un perro y me orine.
—Por mi esta bien, tenemos que darle la bienvenida a Nahiara -Rosalya mira a Marianne, algo se traen estas dos, y… ¿quién quiere una bienvenida? Bueno ya que no me puedo salvar de esto por lo menos intentaré mi ultima carta, también me queda el consuelo de que se olvidaron sobre lo de la clase de música.
—A m-mi m-me parece buena idea –chica para por favor, empiezas lento y terminas como flash, tranquilízate.
—Entonces decidido, ¿esta bien mañana? -concluyo Ernesto.
—¡No puedo! -grite tratando de que me dejara en paz con eso.
—Entonces escoge un día en que puedas pero que sea de esta semana -me aconsejo el rubio.
—No puedo en toda la semana -desvío la mirada ¡no quiero ir! Seguro será incomodo, nunca he hecho una en toda mi vida, y ni siquiera se donde vive cada uno de ustedes o sus costumbres.
—¿Por qué? -pregunta Marianne.
—Bueno... -¿que digo? Ni modo mas vale algo a nada- tengo que ayudar a mi madre a desempacar y yo no tengo una pijama conveniente para esta ocasiones... -desvío la mirada por favor que me crean, aunque en realidad no tengo, solo yukatas y si tengo que desempacar.
—¿En cerio? -pregunta Adrián.
—si…
—Bueno podemos prestarte una y decirle a tu madre si te deja hacerla... -habla Marianne.
—¡No! Digo no es necesario es que estoy acostumbrada a usar solo yukatas -lo sabia debí haberme quedados dormida en casa o haber escapado mas rápido.
—Con eso estará bien, -comenta Rosalya- entonces mañana a las 7 en casa de Adrián, ¿esta bien Adrián?
—Claro -todos ustedes… a todos les gusta mi sufrimiento y tú chico rubio parecías más tranquilo al igual que Marianne ¡todos me han engañado!- todos saben donde vivo ¿verdad?
—Si -dice Rosalya con una gran sonrisa, casi como la del gato de "Alicia y el país de las maravillas".
— Si... -contesto Marianne con timidez, ahora la muestra ¿No pudo hacerlo antes y evitarme esto?
—Claro que si -dijo Ernesto abrazando a Adrián por el hombro.
—¿En cerio? ¿Qué no les acabo de decir que apenas ayer llegue? ¡No soy adivina! - ¿o si podre ser adivina? Yo creo que es más fácil preguntarle algunas cosas aunque sean del pasado a madre luna ella todo lo que pasa lo sabe o si no se lo pregunta a el tío.
—¿Qué piensas? -indaga Rosalya.
—¿Yo? Solo si mi madre lo permitirá…
—¡Podemos ir todos a preguntarle! -sugiere Ernesto... me rindo, parece que ni existo...
—No, no y no es más ya es muy tarde y tal ves mi madre no esta en casa así que yo me encargó mejor decidme… ¿como llego a casa de Adrián?
—Puedo pasar por ti mañana, si quieren paso por todos…
—Estoy bien -contestaron Rosalya y Ernesto, WOW sincronizados ¡que lindo!
—Yo no, digo ¡no es necesario Rosalya pasara por mi!
—Digan las opciones… -antes de que alguien me contestará llega un auto, me fijo en mi reloj ¡dios! Tenemos media hora hablando ¡mi madre me matara si esta en casa!- ¡me tengo que ir, me mataran!
—¡Espera! te llevo -ofrece Adrián, antes de que saliera corriendo.
—¡Gracias! Nos vemos mañana chicas y Ernesto… -se despidieron y Adrián me estaba dejando atrás lo alcanzó, subí a su coche, le dije mi dirección y arranco llegamos en poco y me bajo del auto- ¡gracias te debo una!
—Entonces permite que pase… -¿él es así? Pero debo pagar, aun así ¿para que quiere pasar?- solo permite que le diga a tu madre sobre lo de mañana…
—¿Eso esta bien? ¿No te causara problemas?
—No, solo serán unos minutos mientras hablo con ella.
—Me refería a lo de mañana, si no te lo permiten puedes cancelarlo, mañana si quieres se los digo yo aunque no creo que me hagan caso…
—¿EH? ¿te preocupa que me regañen?
—¿Por qué no lo haría? En primera no puedes hacer nada sin autorización de tus padres y en segunda seria por mi culpa aunque no quería esto…
—No te preocupes no creo que se molesten, y bien ¿puedo pasar?
—Oh si claro espera un segundo -abro la puerta y pasamos, invite al hombre que venia a pasar pero Adrián aun así le dijo que mejor lo esperará en el auto- ¡he vuelto! ¡mamá! ¿¡mamá!? – al no tener respuesta dejo a Adrián en la sala y salgo corriendo a buscar a mi madre pero no la encuentro entonces le marco.
—“¿Hola?” -¡contesto al fin mi madre!
—Madre ¿Dónde estas?
—“Estoy comprando algunas cosas, te he dejado en la estufa comida adelantarte yo tardare algunas horas más”
—Esta bien, te pasare a alguien que quiere hablar contigo…
—“¡Bien!”
Narra Adrián:
Vi a Nahiara tenderme su celular, lo tomo y la observo entonces me dijo que su madre no llegaría asta en algunas horas, cuando lo dijo hablo por el móvil.
—¿Hola?
—“¡Hola! ¿Qué tu querías hablar conmigo?” -me contesta una voz muy alegre.
—Si, así es… vera mi nombre es Adrián soy amigo de su hija quería preguntarle si podría dejarla ir el día de mañana a una pijamada en mi casa irán un par de amigas y otro chico…
—“¿Eres su amigo? ¡Fantástico y estas en mi casa! Nahiara nunca había tenido amigos aparte de Takane y nunca llevo a una chica a casa mucho menos un chico, -se quedo un minuto en silencio, comencé a pensar que se negaría, aún así ¿quién es Takane? ¿Por qué me preocupo de ello?- bien, pero deben comportarse, estará algún adulto en tu casa ¿verdad?”
—Si señora no se preocupe -aunque ellos parece que ni están.
—“Bien entonces yo le pregunto a ella en lo que quedaron de llevar o cualquier otra cosa, me tengo que ir ¡adiós!”
La mujer corto la llamada sin más, parecía una mujer muy enérgica y carismática, o por lo menos así se escucha, observo a Nahiara la cual me miraba sin ninguna expresión, y de nuevo ¿quién es Takane? Me gustaría preguntar pero no creo que sea conveniente… no se siquiera porqué me lo pregunto… si estaré mal.
—Tu madre ha aceptado… -le digo por fin entregando su celular- mañana pasare por ti a las 6:40 ¿esta bien?
—Bien, ¿que debo llevar?
—Oh, lo que necesites para pasar la noche… -la observo que ladea un poco su cabeza...
—Yo decía de comida o bebida...
—Nada, yo me encargo de todo no te preocupes por eso.
—¿Puedo protestar? - ¿es en serio? Veo como sentada a un lado mío comienza a mover sus pies de adelante para atrás, parece una niña pequeña, que linda… un momento en que pienso mejor me voy ya.
—No, no puedes… bien me debo ir -me levanto del sofá en el que estaba y veo como ella hace lo mismo, hablamos sobre unos cuantos detalles mientras nos acercamos a la puerta y al terminar nos despedimos.
Narra Nahiara:
Adrián se fue, después de que vi como se subía al auto y se iba entre a la casa y fui a comer, hice tarea y me duche, entonces llego mi madre hablamos sobre la pijamada del siguiente día y sobre otras cosas triviales, después de la charla mi madre y yo comenzamos a hacer la cena, comimos y fui a mi habitación, ya era de noche la luna estaba en lo alto por lo que salí al balcón de mi habitación, esta habitación me gustaba por eso mismo y como mi madre sabe que cada noche hablo con Selene me permitió quedarme con ella, salí con mi yukata puesta pues después de hablar un rato y contarle lo que me había pasado quería dormir. En verdad no tenia pijamas, pues en la casa donde vivíamos en Japón era algo tradicional y como vivíamos con la amiga de mi madre no podíamos quejarnos, allá usaba kimonos en ves de mis otra ropa, y en las noches usaba mis yukatas, pero ambos eran arriba de la rodilla, tenia alguno que otro kimono debajo de esta pero la mayoría de ellos los deje en Japón.
—Hola madre -dije en cuanto salí del dormitorio al balcón- ¿vistes todo lo que paso hoy? No puedo creer que hable tanto, y ahora sin saber como tengo nuevos amigos.
—Esa es una buena noticia hija mía, ¿Qué más te ha pasado el día de hoy?
—No mucho, solo que… se puede decir que me emocione y para mostrarle a una maestra que me estaba subestimando demostré que puedo tocar casi cualquier instrumento…
—Eso no es nada malo, como dice Berenice, tu eres una cajita de novedades -Escucho como suelta unas risitas y yo la acompaño.
—Pero madre Berenice no dice “cajita de novedades” si no una de “monerías”
—No importa de que seas cajita, pero recuerda Nahiara no muestres tus poderes si no es algo de mucha importancia.
—Lo se madre, no lo haré, mejor decidme ¿Cómo esta el tío Edgar?
—Igual que siempre, es algo gruñón pero ya sabes…
—¿Por qué el tío no quiere hablar conmigo?
—¿Quién sabe? Quizás te tenga envidia por tu belleza y por eso no habla contigo por vergüenza, pero sabes que él siempre cuida de ti cuando no estoy, aunque el no hable contigo te escucha, si necesitas algo dile a él y me lo comunicara, se paciente y algún día el hablara contigo…
—Eso espero… bien aun así dele mis saludos madre, ¡cierto! Mañana por la noche tendré una pijamada con mis nuevos amigos…
—Lo se, me lo dijo tu tío, también me dijo que te estabas resistiendo ¿Por qué lo hacías?
—Sabe que no estoy acostumbrada a socializar si no son mis mayores…
—Aun así esta es una gran oportunidad ¿no? Estoy feliz de que consiguieras nuevos amigos…
—Esta bien, pero mañana va ha ser un poco difícil hablar contigo… -mientras hablaba escuche un ruido en la calle volteo a esta y veo una sobra, ¿era una persona? ¿Qué hace una persona en la calle a esta hora?- ¿Quién anda hay? ¡Sal ahora!
—No te preocupes no es un ladrón o alguien peligroso -dijo madre luna entre risas.
—Pero es una persona ¿verdad? No puede ser un animal…
—Es ambos -al escuchar esto quede confundida entonces la sombra se paro frente a mi balcón.
—¿Con quien hablas? -pregunto acercándose, era una casa de dos pisos así que no estaba tan alto- no veo que tengas un celular en mano…
—¿Quién eres? ¿Qué haces rondando mi casa? -le pregunté estaba vestido completamente de negro y cubría su cabeza con la capucha de la chamarra, tapaba parte de su rostro con un tapa boca negro, solo se veían sus ojos verdes brillando bajo la luna.
—Nadie de importancia...
—¿Qué haces en mi casa?
—Supe de la llegada de nuevos vecinos y vine a darles la ¿Bienvenida?
—¿En cerio? ¿Entonces por qué lo hace a mitad de la noche? ¿Y te escondías? ¿no pudo venir algunas horas antes y tocar a la puerta?
—Esto… -vi que no sabia que decir y se llevo su mano a la nuca.
—Esta bien se que no eres peligroso, mi madre ya esta dormida y no quisiera despertarla… si que…
—Esta bien, solo vengo de paso estoy dando un paseo...
—Siendo así no le quito más su tiempo ¡hasta luego! -entro a la casa y cierro la puerta antes de que este dijera una palabra, adentro suelto un suspiro de alivio al alejarme de él ya que aunque no sea peligroso sigue siendo un extraño.
—Sabia que era atractivo -al escuchar la voz atrás de mi me sobresalto- pero no pensé que te haría suspirar la primera vez que me vieras.
—¿¡Qué haces aquí!? ¿A que hora subiste y por donde? Y… ¿Quién dijo que eras atractivo? -es chico estaba al otro lado de la puerta, en el balcón, como está no tenía seguro la abrió y paso.
—¡Oye! Lo ultimo dolió -dijo limpiándose unas lagrimas falsas ¡grandioso! Este chico con pasatiempos extraños es actor- y subí al mismo tiempo que tu entrabas, por si no sabes soy rápido, ¿Qué no sabes que es de mala educación dejar a alguien hablando solo y no prestarle atención?
—¿Y tú qué no sabes que es un delito entrar a la casa de alguien sin su permiso y mucho más a la habitación de una chica por la noche? -dije mirándolo enojada, aunque solo veía la mitad de su rostro- ¡sal de mi casa antes de que yo te saque y no vuelvas a entrar sin permiso!
—Pero…
—A la 1.
—¿Pero puedo volver verdad?
—A las 2.
—…
—A las… -me interrumpió dándome un beso en la mejilla y saliendo del cuarto- es un coqueto -murmure dirigiéndome a mi cama pero no sin antes cerrar la puerta con seguro, me fije a la hora eran la 1 de la madrugada, a partir de hoy no hablare con madre después de media noche.
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Updated 45 Episodes
Comments
Vanessa Ibáñez Fernández
jajajajajajajajaja la presión de grupo te atrapa jajajajaja
2024-10-17
0
Sandra garcia chavez
quien será ese adorable chico
2022-10-29
2
Paolette Naranjo
me gusta lo que leo🤩🤩
2022-10-25
0