Capítulo 13 Reencuentro

Ser el vecino de al lado de tu ex a la que quieres reconquistar, tenía sus ventajas, y también sus desventajas, como descubrió Oliver al día siguiente de su llegada. Salió de su casa temprano con la esperanza de ver a Eloise, pero se encontró con una sorpresa, pues a quien se encontró fue a quien al parecer era su rival, pues frente a la casa de Eloise estaba un Mercedes- Benz, pero eso no fue lo que lo impresiono, si no el dueño quien estaba recargado en el auto de manera despreocupada, mientras hablaba por teléfono, estaba vestido para ir a la oficina, era alto y parecía traer ropa echa a la medida, no podía negar que el tipo era bien parecido, traía el cabello negro bien arreglado, lo único que parecía ir fuera de lugar, con su vestuario era el brazalete, que traía en el brazo derecho. Eloise salió de la casa en ese momento, y él retrocedió para  no ser visto.  Sintió como si le hubieran dado un puñetazo, cuando, vio que él se inclinó un poco para quedar a su altura, le dijo algo al oído ella sonrió y acto seguido le dio un beso, fue solo un pequeño roce en los labios , pero fue suficiente para que  Oliver sintiera que de verdad podía perderla esta vez.  Él le abrió la puerta del coche para que ella se subiera, y después él hizo lo mismo, Oliver los vio irse, Eloise se veía tan feliz, hacía más de un año que no la veía, aun así le dolió verla sonreírle y besar a alguien más, ella era quien había terminado la relación, él no estaba de acuerdo, pero no podía obligarla a quedarse, y ahora parecía que ella ya lo había superado, Oliver entro de nuevo a su casa bastante desanimado.

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-¿Qué bien te ves hoy? – le dijo Eloise a Benjamin, 

-habrá una reunión importante hoy, el viejo me pidió que estuviera presente-

-¿Por qué cuando te refieres a tu padre siempre lo llamas viejo?- pregunto ella curiosa 

-porque no me nace, llamarlo papá, yo ni siquiera sabía hablar bien cuando, mamá y él se divorciaron, además los regalos, costosos, y el dinero que dio para mi educación, no cuentan, él siempre fue una figura ausente en mi vida, pero tenía a mi abuelo, él era mi figura paterna –

-¿y dónde está tu abuelo ahora? –

-disfrutando de su retiro, ¿creíste que había muerto? – Pregunto Benjamin – ese hombre es más fuerte que un roble –añadió después – fue un gran deportista en su juventud –

-bueno, no es mi culpa, tú dijiste tenía, por eso pensé que ya no – 

-mi error, entonces, cambiando de tema, ¿no estás olvidando algo? - 

-¿olvidando algo? – Pregunto Eloise, abriendo su bolso y buscando en el interior – no creo que olvide nada – 

-no me refería a eso-

-entonces ¿a qué? – pregunto Eloise 

-aún no me has pedido como se debe que sea tu novio, y ya me andas, besando, me parece una falta respeto – dijo Benjamin, burlándose de ella.

-¿yo tengo que pedirte que seas mi novio? – pregunto ella completamente sonrojada 

-sí, tú –

-¿Por qué yo? – 

- porque tú fuiste quien me lo pidió primero, ¿o has cambiado de opinión? –

-por supuesto que no, pero estás haciendo trampa, estamos en el auto, no puedo huir a ningún lado – 

Benjamin estaciono el auto, se quitó el cinturón y se inclinó hacia ella, Eloise retrocedió, hasta que ya no pudo hacerlo, pero él solo le desabrocho el cinturón, cuando ella levantó la vista, se encontró con Benjamin mirando sus labios, se los mordió nerviosa, Benjamin sonrió y cerro el espacio que quedaba entre ellos, Eloise cerró los ojos cuando sintió los labios del chico sobre los suyos, este le dio un beso, sabor a menta, cuando se separaron y abrió los ojos, Benjamin ya estaba poniéndose el cinturón de nuevo mientras se lamía los labios. 

-así quedamos a mano- le dijo Benjamin, todavía sonriendo 

Eloise se bajó del auto completamente sonrojada, y lo vio limpiarse el labial, se dio la vuelta para irse, pero de repente tomo valor, volvió y toco en la ventana, el bajo el vidrio y la miro.

-¿quieres ser mi novio Benjamin Young? – le pregunto y después se fue corriendo al interior, hasta se resbaló en la entrada. 

Benjamin se empezó a reír, hacía mucho tiempo que no se reía de esa manera, estuvo casi 5 minutos ahí estacionado. Los sentimientos con los que lidiaba desde que conoció a Eloise lo abrumaban, demasiado, le gustaba estar con ella, pero había una voz en su cabeza que le seguía diciendo, que no se lo merecía, era esa misma voz lo que le hacía mantenerse despierto por las noches,  estaba luchado tanto, por  no tener esa clase de pensamientos. Si no hubiera recibido una llamada, habría seguido perdido en sus pensamientos.

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Eloise se escondió en su oficina, sintiéndose avergonzada, por estar comportándose como una adolescente enamorada, pero no podía evitarlo era la primera vez que se sentía así desde que ella y Oliver terminaran, un año atrás, su relación había sido larga y se conocían de toda la vida, su relación había cambiado de ser amigos a ser algo más casi sin darse cuenta, era una relación cómoda, con alguien que conocía bien, sí que rara vez tenían discusiones, o emociones más fuertes. Con Benjamin era diferente, lo conocía hace tan poco tiempo, y al principio ni siquiera le agradaba, no tenía buena opinión de él, y ahora lo pensaba todo el tiempo, también era impulsiva, y constantemente quedaba como una pervertida, sabía que él era alguien con secretos y con toda una vida antes de ella, por eso no quería ilusionarse demasiado, a veces sentía que así como llego él podía irse.

El resto del día se la paso revisando el celular mientras trabajaba, pero no recibió ningún mensaje de Benjamin, cuando salió del trabajo, toda la emoción que sintió por la mañana se había ido, cuando llego a entrada vio que las chicas que trabajaban con ella seguían ahí de pie cuchicheando entre ellas, al verla sonrieron, una de ellas dijo. – creo que la están esperando –

-¿a mí? – Pregunto ella pasando por su lado y saliendo del lugar, cuando vio quien estaba afuera, sintió como la sonrisa regresaba a su rostro - ¿Qué haces aquí? – pregunto.

Benjamin estaba parado ahí afuera, se había quitado la corbata y desabrochado el primer botón de la camisa, su camisa estaba arremangada y ya no usaba el saco que traía en la mañana, tenía ambas manos en la espalda.

-¿Qué hace aquí? – pregunto ella 

-vine por ti, de otra manera como volverías a casa – 

-estaba a punto de llamar un taxi, ya que no supe de ti en todo el día – le reprocho ella 

-mi culpa, apague el celular antes de entrar a la reunión y olvide donde lo deje, lo siento – le dijo él y le entrego lo que estaba escondiendo, era un chocolate.

Ella lo tomo, y le dio un beso en la mejilla – estás perdonado, ¿nos vamos? – 

-claro, ¿quieres comer? Muero de hambre – dijo Benjamin abriendo la puerta del auto para que ella subiera. 

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Esa noche mientras secaba su cabello para ir a la cama, estaba recordando el resto de la tarde, Benjamin le había tomado la mano, mientras conducía hacia el restaurante y después de regreso, también se habían besado, en el auto cuando la dejo en la entrada de la casa. El resto de la semana fue más o menos igual, con él llevándola al trabajo y trayéndola de regreso, ella estaba tan sumergida en su burbuja de felicidad, que ni siquiera noto los pequeños cambios a su alrededor, hasta el viernes que Benjamin no puedo llevarla al trabajo, se enteró de que Eliot había terminado con su novia. El sábado había quedado de ir a correr con Benjamin, por la mañana, así que se puso ropa deportiva y salió a esperarlo, mientras respondía un mensaje, alguien le toco el hombro, fue ahí cuando la pequeña burbuja de felicidad que había construido, alrededor de ella y de Benjamin, se reventó.

-Oliver, ¿Cuándo volviste? – pregunto 

-desde el lunes, ¿nadie te lo dijo? –

-lo siento, no lo sabía, pero bienvenido de regreso, me imagino que ahora si tu madre ya está feliz-

Eloise no supo nada más que decir, pues la mamá de su ex siempre la había culpado porque este se hubiera ido, y tal vez si era su culpa.

-sí, ella está feliz, ¿y tú como has estado? –

-estoy bien – nunca pensó que un recuentro entre ellos fuera a ser tan incómodo 

-Dylan me contó lo que paso, siento no haber estado aquí para ti –

-no tienes que disculparte, tú y yo no estamos juntos, aun así me alegro de que regresaras, todos te extrañaban- dijo ella, mientras seguía volteando a ver si Benjamin salía de su casa.

-  ¿y tú me extrañaste, aunque sea siquiera un poco?- pregunto él

En ese momento Benjamin salía de su casa y mientras iba hacia ella, lo vio recibir una llamada, este contesto dio un par de pasos y se detuvo, después colgó el teléfono y volvió corriendo a casa, momentos después ella recibió un mensaje de él.

-Lo siento, pero vamos a poder salir a correr hoy, mi abuela,  se cayó, y está en el hospital y debo ir a verla, te llamo más tarde, nuevamente perdón. 

-está bien me avisas, como está ella, no te preocupes por mí, ve a verla – 

Las burbujas son muy lindas hasta que se revientan, pensó, Eloise, mientras veía pasar el auto de Benjamin. Oliver conocía bien ese auto, así que solo observo la escena en silencio, reflexionado que tal vez aún tenía una oportunidad, de recuperarla.

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