Apuesta

Tras todo lo ocurrido fui directamente a dormir, no recuerdo muy bien si cené o no, pero tenía tanto sueño que solo entre en mi habitación y me quedé dormida al tocar mi cama.

Pero antes de darme cuenta mi alarma empezó a sonar y me despertó.

Traté de apagarla, pero no encontraba mi celular o mejor dicho, no podía llegar a el.

Al aclarar mejor mi visión observé que junto a mi se encontraba cierto vampiro acostado en mi cama con una sonrisa en su rostro.

- ¡¿Qué diablos haces aquí?!.

Di un saltó fuera de mi cama mientras le gritaba, él se levantó bostezando y estirando su cuerpo.

- Buenos días...

- ¡Nada de buenos días!, ¡¿qué haces en mi cama?!.

- ¿Estoy en tu cama?, lo siento, tenía tanto sueño que no me di cuenta que entré a la habitación equivocada.

- ¡No finjas, se supone que los vampiros no pueden dormir!.

- Vamos, vamos, olvídate de esto por ahora, en su lugar, ¿qué te parece si dormimos un poco más?, vamos, ven, ven.

Klaus se acostó de nuevo en la cama y empezó a llamarme mientras agitaba su mano.

- ¡Claro que no!, ¡ahora sal de mi habitación!, ¡no quiero llegar tardé de nuevo y que me castiguen de nuevo!.

- Esta bien, esta bien..., eres aburrida.

Klaus salió de mi habitación sin negarse demasiado, algo que no me lo esperaba.

Luego de que el se fuera empecé a alistarme para ir al colegio.

...

Hoy por primera vez esté mes, llegué temprano a mi colegio, debería estar feliz, pero no lo estoy.

Eso es porque juntó a mi esta Klaus.

Ya que ambos vivimos en el mismo departamento y vamos al mismo colegio y a la misma clase, vinimos juntos aquí, pero eso no es algo bueno, ya que todos nos estan observando.

Los días que venía tardé no había nadie en los alrededores, pero ahora hay cientos de personas por todo el colegio.

Todos nos estan observando... incluso el "ganado" de Klaus... es demasiado incómodo... siento como si me estuvieran clavando cientos de cuchillos.

¿Debería alejar a Klaus?, no, si lo hago es muy probable que esas chicas vengan a amenazarme cuando me encuentre sola, pero mientras esté con Klaus tratarán de lucir como chicas "buenas".

Asi que ahora Klaus es como un escudo para mi, si me deshago de él moriré siendo atrevesada por cientos de flechas.

- Soy tan tonta...

Susurre en voz baja, pero Klaus me escuchó y me miró confundido.

- ¿Por qué dices eso?.

- Por nada, olvidalo...

Klaus no parecía muy convencido, pero no insistió.

Luego de eso fuimos a nuestro salón de clases y a partir de allí no dejé de resivir miradas que eran como amenazas de muerte.

Fue así durante todo el dia hasta que las clases se terminaron y la mitad de alumnos se fueron a sus casas.

Hoy no estoy castigada y tampoco tengo que compensar el castigó incumplido de ayer, asi que hoy puedo regresar temprano a casa, podré ir a ver películas o incluso podría ir a rogarle a mi antiguo jefe que me contraté de nuevo.

- Lizzie Wood.

Justo cuando iba a salir del salón de clases Leo apareció frente a mi en un parpadeo.

Me asustó asi que me aleje de él y en solo segundos Klaus volvió a pararse delanté de mi.

- Y Klaus Alder, ambos deben ir al auditorio ahora mismo.

- Ya lo sé y agradecería mucho si te mantuvieras alejado.

- No me acercó a propósito, la profesora Elizabeth me pidió que viniera a buscarlos, ademas solo estoy cumpliendo con mi papel de alumno responsable que obedece a sus superiores.

Puedo sentir la presión de la atmósfera incómoda que acaba de formarse aquí.

- Esta bien, iré a hablar con la profesora Elizabeth y me encargaré de terminar estó.

Aparte a Klaus y caminé por delanté de los dos hacía el auditorio.

Tomó unos minutos llegar al auditorio, al llegar dude antes de entrar.

Pero pensando que esta sería la última vez que entraría, respire profundamente y entre al auditorio.

Observé a mis alrededores buscando a la profesora Elizabeth y también a mi hermana menor, Mia, para poder alejarme de ella.

Vi a la profesora Elizabeth cerca del escenario hablando con algunas chicas disfrazadas, deben estar probandose los vestuarios para la obra de teatro.

- Um... profesora.

- Lizzie Wood, que alegría que viniste, ya te diré cual es tu papel también tendrás que probarte el vestuario.

- Sobre eso, usted debe ser considerada con la decisión de otras personas, no puede obligarlas a hacer algo que no quieran, es por eso que yo como una persona libre y que tiene el derecho de decidir por si misma, es que decido no participar en está obra de teatro.

Lo dije en voz alta y con gran firmeza, pero la profesora ni siquiera me escucho e incluso se había ido a la otra punta del escenario con otros estudiantes.

Me quedé en silencio parada sorbe el escenario pensando en como iba a repetir todo lo que dije, ya que todo ese discurso se me había ocurrido en el momento.

- Disculpa, ¿podrías ayudarme a llevar esa caja de allí?.

Una chica se acercó a mí y me señaló una caja que estaba cerca del telón.

No parece ser una caja pesada y la profesora Elizabeth no me va escuchar hasta que terminé lo que está haciendo así que voy a ayudarla para pasar el tiempo.

- Si, seguro.

Tomé la caja y ella me guío hasta donde debería ir a dejar la caja, caminamos por detras del escenario hasta llegar a un almacén.

Vi varias cajas como la que tengo en mis manos asi que la dejé allí.

Escuché detrás de mi la puerta cerrándose.

Volteé rapidamente y la chica se quitó la peluca que tenía puesta, me sorprendí y asuste al ver que era Mia.

- Mira tu rostro, estas completamente pálida, jajaja, deberías admitir que soy talentosa en estó de actuar, incluso te engañe.

- ¿Qué... quieres?.

Evite mirarla a la cara y me esforce para hablar.

- Que extraño, creí que te mantendrias en silencio como de costumbre, pero supongo que tienes un poco de confianza porque crees que ese chico vendrá a apoyarte de nuevo.

¿Se refiere a Klaus?, ya es un poco raro que no haya aparecido aun, desapareci de la nada así que ya debería de estar buscandome.

- Lamentó decírtelo, pero él no vendrá, le pedí a Leo que lo distrajera hasta que terminé mi charla contigo.

Si Klaus esta con Leo, no debe estar de buen humor y más si desapareci y no sabe donde estoy, en el peor y más probable de los casos culpara a Leo y podrían empezar a pelear.

No tengo tiempo para quedarme aquí, aun si es ella quien me detiene, tengo que impedir que Klaus haga alguna estupidez.

Caminé hacía la puerta, pero Mia se puso frente a la puerta impidiendo el pasó.

- ¿A dónde crees que vas?, ¿estas preocupada por tu noviecito?, ah, perdón, claro que es imposible que un chico como él sea tu novio y si lo fuera me gustaría recordarte que tu ya le perteneces a alguien.

- No es asi.

Al oír lo que dije Mia se enfadó y me dió una patada en el estómago haciendo que caiga al suelo de rodillas, allí ella empezó a patearme por todo mi cuerpo incluyéndose mi rostro, sin detenerse.

- ¡No te atrevas a llevarme la contraría!, ¡recuerda que solo eres un perro!, ¡un sucio perro!, ¡una maldita mascota!, ¡asi que recuerda lo que eres, regresa a casa, luego ve con tu nuevo dueño!.

Me quedé en silencio mientras estaba tirada en el piso, pese a que resivi varias patadas no siento dolor, tal vez es porque ya estaba acostumbrada a esto.

En mi antigua casa, cada vez que hacía algo em contra de algun familiar era castiga de una forma dolorosa, pero el castigó de Mia siempre fue el más liviano de todos, asi que puedo soportarlo.

- No puedo creerlo, ¿comó es posible que una inútil como tú sea mi hermana?, pese a ser la segunda hija ni siquiera tuviste el talento para seguir los pasos de Belle, eres una desgracia.

¡!

De repente se escucho un fuerte golpe que hizo temblar las paredes.

Lo primero que se me pasó por la mente es que era Klaus y Leo, de ser ellos entonces tengo que darme prisa, si todos se enteran que Klaus es un vampiro, entonces él... se marchará...

Me puse de pie, pero esto hizo que Mia vuelva a enfadarse.

- ¡¿Qué estas haciendo?!, ¡no te dije que te levantaras!.

Ella volvió a patearme rn el estómago y volvi a caer al suelo.

- En verdad no escuchas lo que digo, ¿acaso crees que eres libre o capas de tomar decisiones por ti misma?, no me hagas reír, creó que debería volver a mostrarte a quien debes obedecer, asi que, ¿por qué no hacemos una apuesta?.

Mia se puso de cuclillas.

- Tu y yo vamos a participar en está obra de teatro, si tú ganas puedes pedir lo que quieras y si yo ganó regresaras a casa sin negarte, aquélla que resiva más apalusos del público será la ganadora, esperaré ansiosa ver que ocurre, ¡jajajaja!.

Mia comenzó a reírse a carcajadas y abrió la puerta, marchándose de aquí.

Me esforce para ponerme de pie y caminar hasta la puerta, sin embargo antes de que pudiera abrir la puerta, alguien ya la había abierto.

No podía ver muy bien, pero por su figura sabía que era un chico.

- Kla... Klaus...

- Lo siento, pero no soy Klaus.

Me quedé paralizada al ver a Leo parado frente a mí, pero lo que me dió más miedo fue que el estaba cubierto de sangre.

...

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