Auditorio

Las horas pasaron y las clases habían terminado, algunos estudiantes regresan a sus casas y otros van a los clubs escolares.

Y estudiantes como yo se quedan castigados y son obligados a limpiar su salón de clases.

- ¿Vas a ir al auditorio?.

Me pregunto Klaus, quien se encontraba parado en la entrada de la puerta observandome limpiar.

- No iré.

- Lo supuse, ¿algun motivó en especial de por qué odias el club de teatro?.

Ignore la pregunta de Klaus y continúe barriendo el piso.

- Es de mala educación ignorar a otra persona.

De la nada, Klaus se encontraba juntó a mi, pero no le presté atención y continúe ignorandolo.

- ¿Acaso hay algo que no te agrada en ese club?, o acaso ¿alguien?.

Luego de escuchar las palabras de Klaus no pude evitar recordar aquélla molesta risa.

Al recordar eso, presione fuertemente la escoba por el piso hasta que esta se rompió.

- ¡Mira lo que me hiciste hacer!, ¡ahora tendré que pagar por la escoba rota!.

- Es tu culpa por no controlar tu irá.

- ¡Tu eres el que no me esta dejando limpiar tranquila!, ¡regresa a casa primero! ¡no tengo problemas para ir caminando o en autobús!.

Traté de sacar a Klaus del salón de clases empujandolo hasta la puerta, pero se estaba resistiendo.

- Vamos, sabes que no puedes competir conmigo en fuerza.

De pronto, Klaus me tiró al suelo y se puso sobre mi.

Traté de quitarlo, pero no puedo moverlo siquiera un centímetro.

- Lo vez, no eres lo suficientemente fuerte, pero si fueras un vampiro entonces podrías fácilmente quitarme de encima.

Klaus fue acercando su rostro al mío, es extrañó no ver sus ojos rojos y en su lugar ver sus ojos con lentes de contacto marrones.

Aun asi, no puedo evitar recordar lo que hizo el día de la luna roja, la noche en la que me besó.

Me estoy distrayendo, al reaccionar me apresure e intente apartar su rostro

- ¡Fue suficiente!, quitate de encima, si alguien nos ve en esta posición me meteras en problemas.

- No tienes que preocuparte por ello, todas las personas ya se fueron y solo estamos nosotros dos...

- Aun asi me molesta, asi que quítate de una vez.

- Dices eso, pero tu rostro esta completamente rojo, acaso ¿estas pensando en algo pervertido?.

Klaus fue acercando aun más su rostro y yo aparte mi mirada mientras seguía tratando de apartarlo.

- ¡Pero que hermoso!.

La fuerte voz de un chico inmundo el silencioso salón de clases en el que estamos.

El primero en reaccionar fue Klaus, él se levantó rapidamente del suelo y me jaló hacía él y en un rápido movimiento me colocó detrás suyo.

Fue tan rápido que apenas pude ver en que momento aparecí detrás de él, sentí como si me hubiera teletransportado.

- ¿Qué sucede?.

Pregunté desorientada mientras veía al chico rubio parado firmemente frente a Klaus.

- ¿Los asusté?, lo siento mucho, no quería interrumpirlos, pero la profesora Elizabeth me dijo que viniera a buscarte, Lizzie Wood.

El chico habló con un tono de voz amable.

- Pues dile que no iré, estoy castigada asi que tengo que quedarme a limpiar el salón de clases.

- Ese no es un problema, la profesora Elizabeth se encargará de arreglarlo, así que por favor sigueme al auditorio.

El chico empezó a caminar hacía la puerta del salón de clases.

No quiero ir, pero iré de todos modos, trataré de librarme de estó hablando en persona con la profesora Elizabeth.

- Bien.

Lo seguí en dirección al auditorio, pero había algo raro.

Klaus no me dejaba adelantarme, él iba delanté de mí y lucia bastante serio.

- ¿Qué ocurre?.

Se lo pregunté susurrando.

- No sentí su presencia acercándose al salón de clases y tiene un olor desagradable.

- Decirle a otra persona que tiene un olor desagradable, es muy cruel.

El chico volteó sonriendo en nuestra dirección.

Klaus se puso aun más en alerta y podía notarse que estaba enfadado.

- Ya tengo claro que no eres humano, ¿Quién eres?.

- Ah, claro, olvidé presentarme, mi nombre es Leo Kiler, soy un estudiante común y corriente al cual le gusta el teatro, ah, y que también prefiere dejar el aroma de humanos muertos en su cuerpo, en lugar de limpiarlo y perfurmarlo como hace cierto vampiro de cabello blanco.

Tras esas palabras, Klaus se detuvo y estiró su brazo para que yo no continuará caminando.

- Vamos, vamos, no tienes porque estar en alerta conmigo, no voy a hacer nada y si lo que te preocupa es que le haga algo a esa humana, entonces no tienes que preocuparte, ella no es para nada mi tipo de presa, luce como alguien muerta en vida.

No sé si debería alegrarme o sentirme ofendida.

- Asi que, ¿podríamos darnos prisa?, la profesora Elizabeth me regañara si me tardó demaciado.

Leo dió media vuelta y siguió caminando.

Klaus no parecía del todo convencido, pero igual lo siguió.

No entiendo muy bien que esta pasando, pero lo que entendí es que ese chico, Leo, es un vampiro como Klaus, y por algun motivó a Klaus parece desagradarle.

- ¿Estas bien, Klaus?.

- Sí.

Fue uan respuesta corta e inmediata y sigue con una expresión sería en su rostro.

Decidí no preguntar más y solo seguir caminando hasta el auditorio.

...

El auditorio se encuentra al otro lado del colegio por lo que nos tomó varios minutos para llegar hasta allí.

Pero finalmente estamos aquí, el auditorio.

Al llegar, sentí una enorme presión sobre mi, sentí como si fuera a desmayarme en cualquier momento.

Además mi mente esta comenzando a divagar.

- ¿Estas bien?.

La voz de Klaus me hizo reaccionar y volteé a mirarlo rapidamente, él me miraba con preocupación.

No entendí porque hasta que me di cuenta de que yo estaba sosteniendo su brazo con fuerza.