Mi hermana menor, Mia Wood, ella tiene 16 años de edad, vamos al mismo colegio.
Ella pasa la mayor parte de su tiempo en el auditorio debido a que le encanta actuar, era de suponerse que estaría presenté para actuar en esta obra de teatro.
Pero no esperaba encontrarme con ella hoy, o mejor dicho, no quería encontrarme con ella.
Siempre me esfuerzo para no encontrarme con ella aquí en el colegio o incluso fuera de el, es difícil hacerlo ya que hay veces que ella me busca y no lo hace con buenas intenciones.
Ahora mismo, ella esta parada frente a mi mirándome confundida, pero no tarda en cambiar su expresión y poner una sonrisa malévola.
- Vaya, vaya, pero miren a quien tenemos aquí, creí que habías muerto o eso fue lo que ella me dijo, es una verdadera decepción que sigas con vida.
- Ah... si...
- Por cierto, ¿qué has estado haciendo con tu vida últimamente?, ya que si sigues con vida deberías hacer algo útil ¿no?, ¿o acaso seguirás dando vueltas por allí y desperdiciando oxígeno como de costumbre?.
No puedo responder...
- Lo supuse, sigues siendo una inútil, eres de verdad patética, es una vergüenza que compartamos la misma sangre, bueno, durante una cena familiar que tuvimos hace unos días papá dijo que tal vez hayan cambiado a su verdadera hija en el hospital y todos estos años estuvieron criandote a tí en lugar de a mi verdadera hermana.
No puedo responder...
- Yo creó que eso debe de haber ocurrido, ya que no hay forma de que una inútil como tu sea mi verdadera hermana, y si en verdad eres mi verdadera hermana entonces ¿serías tan amable de cambiarte el apellido?.
No puedo responder....
- Pero no lo harás ¿verdad?..., después de todo papá y mamá no lo permitirán ya que una inútil como tú todavía puede llegar a usarse, ellos estaban interesados en saber si todavía sigues siendo virgen.
No puedo responder...
- ¡¿Qué estoy diciendo?!, jajaja, esta claro que ya no eres virgen, seguramente ya habrás vendido tu cuerpo por dinero a un hombre con mal gusto o a uno mal de la cabeza, ¿no es así?, jajaja.
No puedo responder...
- Sabes, me gusta que no hables y no hagas ninguna expresión, eres como una muñeca, pero ahora que recuerdo no eras una muñeca para mi, eras mi mascota, eso me recuerda que estoy aburrida ahora que no tengo en casa a mi mascota para jugar, ¿qué te parece si regresas a casa y vuelves a ser mi mascota?, incluso podría comprarte un collar nuevo, el que usabas probablemente ya te quede pequeño...
No puedo responder... me siento inútil... tengo miedo... estoy enfadada, pero no me puedo mover... no puedo decir nada... tengo miedo...
Mia fue acercando su mano a mi cuello mientras no dejaba de sonreír.
Estoy asustada, estoy recordando momentos que no quiero recordar, pero no me puedo mover, el miedo no me lo permite, mi cabeza esta dando vueltas y creó que voy a desmayarme en cualquier momento.
No, no puedo desmayarme aquí, si lo hago entonces podrían llevarme a casa de Mia, no quiero ir a ese lugar...
Recordar eso solo me asusta aún más...
- ¿Qué dices?, ¿regresamos a casa?, mi mascot-
Alguien se puso frente a mi y sujeto el brazo de Mia.
- Klaus...
Susurre el nombre de Klaus mientras él sujetaba del brazo a Mia y ella no entendía lo que estaba pasando.
- Lamentó interrumpirte, pero Lizzie no es un animal al que puedas llamar mascota, y si lo fuera entonces no sería tuya, sería mía.
- ¡¿Qué?!, ¡¿y tú quien diablos eres?!.
Klaus soltó el brazo de Mia y le dió la espalda.
- Eso no te importa, ahora pierdete, estas siendo una molestia.
Klaus sujetó mi mano y fuimos en dirección a la salida del auditorio.
- ¡¿Quien te crees que eres para hablarme así?!, ¡No te atrevas a ignorarme!, ¡si lo haces te arrepentirás toda tu vida!.
Salimos del auditorio y pude escuchar los gritos de Mia quien continuaba quejándose en el auditorio.
- Me sorprende que esa chica pueda gritar tanto, de seguro cuando era una bebe habrá sido un dolor de cabeza para sus padres.
Klaus río, pero yo no lo hice.
- No lo era... ellos se alegraron tanto cuando ella nació que nunca la consideraron como algo que estuviera "mal" o fuera "problemático".
- Entonces fue una chica mimada desde que nació, eso explicaría su comportamiento.
- Si fue mimada es porque lo merecía, mis padres no aprecian a nadie que no tenga talento y Mia es alguien talentosa desde que nació.
- ¿Qué hay de tí?, ¿ellos te mimaban también?.
No le respondí y solo me quedé en silencio.
- Asi que... no...
Forcé una sonrisa para responderle que estaba bien, pero me sorprendí al ver que Klaus estaba acercando sus manos a mi rostro.
- ¡Entonces yo te mimare!.
Klaus sujetó mis mejillas y comenzó a estirarlas, me pregunto si sabra lo que significa "mimar".
Quite las manos de Klaus de mi rostro.
- Suéltame, esta no es manera de mimar a alguien.
Klaus siguió sonriendo hasta que pareció haber sentido algo y volteó a mirar detrás suyo con enfadó.
- Esta es la segunda vez que nos interrumpes, ya estas empezando a molestarme.
Leo se estaba acercando hacía nosotros sonriendo con amabilidad..
- Lo siento, otra vez, pero no puedo dejar que se vayan, la profesora Elizabeth quería hablar con ustedes, asi que ¿serían tan amables de regresar al auditorio?.
- No lo haremos, Lizzie no se encuentra muy bien por lo que iremos a casa para que ella pueda descansar.
- Eso es algo problemático, pero ciertamente la señorita Wood se ve muy palida.
En un instante, Leo se encontraba parado frente a mi mirándo mi rostro de cerca.
Klaus no tardó en reaccionar y se colocó en medió de ambos, él miró a Leo a un más enfadado que antes.
- Tú dijiste antes que no te intetesaba Lizzie, así que no te acerques demaciado a ella.
Leo sonrío y dió media vuelta para regresar al auditorio.
- Esta bien, le diré a la profesora Elizabeth que se retiraron por eso, pero recuerden venir mañana después de clases, los estaré esperando.
Leo siguió sonriendo, pero su sonrisa no me daba un buen presentimiento.
...
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Comments
Virginia Zapata
noo faltan los malos 😔😔😔😏😏😏😠😠😎😎😎🤔🤔
2022-09-10
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