Parqué

A la mañana siguiente seguía plácidamente acostada en mi cama y pese a que ya estaba despierta no quería dejar mi cama.

Di un vistazo al reloj y vi que eran las 7:00, si quiero llegar temprano a clases entonces ya debería levantarme, pero no quierooo.

Me volvi a acurrucar en mi cama, hasta qie recordé que si no me levantó ahroa entonces Lilia vendrá a confirmar si estoy despierta, lo que significa que verá al vampiro y estaré en problemas.

Me levanté de un salto de mi cama y salí de mi habitación, mientras corría por los pasillos hacía el baño para arreglarme, tropecé contra una caja de cartón y caí al suelo.

- ¡Pero quien dejó eso ahi!.

Me retorci en el suelo del dolor en mi pierna.

Observé mejor el pasillo y vi varias cajas en el suelo, también vi que la habitación a la cual no le doy ningún uso y que estaba cerrada con llave, ahora esta abierta.

Me puse de pie apenas y me acerqué hasta esa habitación, allí dentro se encontraba el vampiro durmiendo en una cama, estaba con los brazos cruzados como si estuviera muerto.

Se supone que es un vampiro, asi que no debería poder dormir, por lo tanto esta despierto.

- ¡Oye, tú!, ¡al menos antes de dormir podrías meter rodas esas cajas que de seguro son tuyas!.

Él no reacciono y seguía como si no hubiera oído nada.

- ¡Oye!, ¡se que estas despierto!.

Me acerqué a él y al estar cerca algo llamó mi atención.

¿Su cabello es blanco natural o esta teñido?, también tiene orejas puntiagudas... quiero tocarlas...

¡No!, ¡no, debo hacerlo!.

Pero... ¿cuándo tendré otra oportunidad?.

Toqué su oreja sigilosamente, es bastante suave y también fría, ni siquiera se escucha el latido de su corazón, es como si en verdad estuviera muerto...

De repente él sonrío e intente apartarme, pero fue tarde ya que él me sotuvo del brazo y me jaló hasta su cama.

Terminé acostada a lado suyo dándole la espalda, traté de escapar pero me estaba sosteniendo de la cintura con ambos brazos.

- ¡¿Qué estas haciendo?!, ¡sueltame!, ¡dijiste que no me harías nada!.

- No te estoy haciendo nada, además tengo derecho a hacerlo ya que tu estabas tocandome sin mi permiso hace un momento.

- Es-eso fue simple curiosidad, además no estaba tocando ningún lugar extraño, ¡así que sueltame, vampiro!.

Intente librarme de sus brazos, pero de nuevo no puedo moverlo ni un centímetro, ¿exactamente que tan fuerte será?.

- Sabes, he notado que no te refieres a mi por mi nombre solo dices "tu, oye, vampiro", ¿no recuerdas mi nombre?.

Recuerdo que me lo dijo, pero estaba tan concentrada en otra cosa que no le preste mucha atención.

- Siendo sincera, no.

-Entonces te lo volveré a decir, mi nombre es Klaus, asi que llamame así de ahora en adelanté.

- Tú tampoco usas mi nombre, no es que me importe, pero si voy a llamarte por tu nombre entonces tu también deberías hacerlo.

- Tienes razón, entonces... ¿hay algo aue quieras hacer en está cama conmigo..., Lizzie?.

Klaus susurro a mi oído con voz seductora dándome escalofríos.

- ¡No uses mi nombre para preguntar eso!.

- Jaja, lo siento.

Él finalmente quitó sus brazos de alrededor de mi cintura así que aproveché la oportunidad para salir de su cama.

Pasaron unos minutos y salimos al pasillo, allí le pregunté.

- Todas esas cajas son tuyas ¿verdad?.

- Asi es, hay varias cosas mías allí dentro, puedes hechar un vistazo y tomar lo que quieras, claro que a cambió tendrás que darme tu sangre.

- No creó que haiga nada allí dentro que pueda querer como para darte mi sangr...

Me quedé quieta observado la caja con la que había tropezado antes, esa caja se había abierto y habían varias cosas tiradas por el suelo, entre ellas algo que se llevo toda mi atención.

Me acerqué hasta ese algo y lo tomé en mis manos.

- Quiero esto.

Era el peluche de un perro.

- Asi que te gustan esas cosas, eres más femenina de lo que creía.

- No es eso, es que... me recuerda al perro que solía tener.

Antes de que aquél tipo lo matará frente de mí..., recordar eso solo me hace sentir triste.

- Ya veo, puedes quedártelo entonces.

Él dió medía vuelta y regresó a su habitación.

- ¿No quieres mi sangre a cambió?.

- No es necesario, dejaré que te lo quedes gratis.

¿Esta tratando de ser amable conmigo?, pero aun asi.

- No quiero tener deudas contigo, asi ten, puedes beber mi sangre.

Seguí a Klaus hasta su habitación.

- Ya te dije que no es necesario, pero parece que no vas a escucharme, aaah, esta bien, tomaré tu sangre a cambio del peluche entonces.

Klaus suspiro y aunque fingia no estar emocionado se notaba que si lo estaba.

Me senté en la cama y Klaus se puso detrás de mi, apartó mi cabello de mi cuello y clavó sus colmillos, esperaba que ocurriera la misma sensación que en el salón de clases, pero no fue asi.

Se sintió un poco doloroso, pero aquella sensación de calor no ocurrió.

Pasaron algunos minutos y Klaus terminó de beber mi sangre.

- Estuvo delicioso..., ¿te siente bien?.

- Si, de hecho no sentí nada.

- ¿Nada?, ¿te refieres a aquéllo?, bueno, eso es porque yo te mordi mientras estaba emocionado por ser la primera vez que beberia tu sangre desde tu cuello, esta vez estoy calmado.

- En pocas palabras, ¿aquélla vez estabas exitado y ahora no?.

Él asintió con su cabeza sonriendo.

- Como sea, tengo que ir al colegio, no quiero llegar tardé de nuevo.

Me apresure en preparme el desayuno y también en ponerme mi uniforme, por suerte el cuello de mi uniforme cubre las marcas de mordidas.

Al terminar de desayunar, me preparé para ir me, Klaus no parecía que iba a seguirle como lo hizo ayer, por las dudas decidí preguntar.

- ¿No vas a acosarme como lo hiciste ayer?.

- Por hoy no, tengo que buscar varias cosas para la fiesta que será esta noche.

- Ya veo, suerte.

- A tí tambien ya que la vas a necesitar, señorita no hice la tarea para hoy.

Antes de poder salir, me quedé paralizada en la puerta.

Klaus tiene razón, no hice la tarea que es para hoy, ayer logre salvarme de no presentar la tarea ya que varios profesores habían faltado, pero no creó tener la misma suerte hoy, así que ne van a castigar... de nuevo...

¡Nooooooo!.

...

Maldición... maldición... como no voy a querer morirme si siempre me están castigando...

Seguía lamentandome mientras barria lentamente el salón de clases.

- Si sigues barriendo a esa velocidad no vas a terminar nunca.

- Lo sé... pero no quiero barrer...

Para mi sorpresa y la de todos mis compañeros de clases, Demi, la presidencia de nuestra clase fue castigada por no presentar varios trabajos.

Ella suele ser muy responsable y estricta consigo misma, me sorprende que haya hecho las tareas.

Aunque..., ahora que la veo de cerca ella luce horrible, es como si no hubiera dormido bien, se ve como yo me veía el día de ayer, ¿qué le habrá sucedido?.

- Te ves horrible, ¿estas bien?.

- ¿De qué estas hablando?, estoy bien.

Eso dijo, pero termino quedándose dormida sobre uno de los escritorios mientras abrazaba la escoba.

Al final, terminé limpiando todo el salón de clases yo sola.

Me tomé un tiempo y fui a comprarle una lata de café frió.

Lo acerqué a su cuello para hacer lo que ella me hizo ayer.

- ¡No me muerdas, chupasangre!.

Creó que este escenario ya lo viví antes... aunque ahora cambiamos los roles...

- ¿A qué te refieres con Chupasangre?, ¿acaso estuviste toda la noche viendo películas de terror?.

Le dije lo que ella me dijo ayer y esperé a su respuesta.

- Si, vi muchas películas de terror...

- Oye, no era así, tenías que decir que te estaba molestando un mosquito.

- No soy tan tonta para usar la misma mentira que tú.

- Entonces eso de que estuviste toda la noche viendo películas de terror, ¿era una mentira?.

Ella puso una expresión de preocupación y apartó la mirada.

- ¡Auch!, ¡eso dolió!.

La golpeé en la frente con la lata de café frió.

- Sabes que puedes decirme lo que quieras, Demi.

Sonreí y le di la lata de café frió, ella aceptó la lata de café y también sonrío.

- Tienes razón, tu eres la clase de tonta a la que puedo decírselo.

Ella parecía más calmada así que salimos del colegio y fuimos a un parqué que se encontraba cerca.

Nos sentamos en una de las bancas a hablar calmadamente, sin nadie a nuestro alrededor.

- Y bien, ¿qué sucede?.

- Tú... ¿crees en los monstruos?.

Mmm... bueno, Vampiro \= Monstruo, así que...

- Si creó en los mostruos.

- Bueno... la verdad es que... ¡un vampiro me ha estado acosando!.

No tengo motivos para dudar de ella, ya que... yo misma se lo que se siente ser acosada por un vampiro.

- ¡Jajaja!, ¡perdón, perdón!, ¡debes creer que estoy loca, ¿no?!, ¡jajaja!, ¿ja?... .

- Te entiendo... .

Puse mi mano en su hombro con una sonrisa amable y ella se quedó mirandome sin saber que hacer.

- ¿Lo dices encerio?.

- Así es, a mi me pasa algo similar, pero no estamos aquí para hablar de mi, ¿como te ha estado acosando ese vampiro?.

- Si, él ha estado entrando a mi casa por las noches y se ha quedado en mi habitación solo mirándome, traté de darle mi sangre a cambio de que se fuera, pero la rechazó y siguió entrando a mi habitación, pero lo peor es que me dejó esto.

Ella sacó de su mochila la misma invitación roja que tenía Klaus.

- No se porque, pero lo dejo en mi habitación y además secuestro a Lilia.

¡¿Lilia?!, ¡mi vecina y compañera de clase!, ¿que tiene ella que ver con ese vampiro?.

- ¡¿Por qué la secuestro?!.

- Tal vez para amenazarme y asegurarse de que vaya a está fiesta, pero tengo miedo de ir sola, pero tampoco quiero que nada malo le pasé a Lilia, ¿qué debería hacer?.

Lilia sigue siendo fría conmigo, pero también es la persona que me salvó varias veces de ser castigada por llegar tardé, así que no me lo perdonaría a mi misma si algo malo le pasará.

- Es obvio lo que tenemos que hacer, ¡vamos a ir a esa fiesta y rescataremos a Lilia!.

...

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