Capítulo 13

-Esta bien, voy a ir contigo

-Eso es traición Hans, si el emperador lo descubre

-Señor, es un tirano, no quiero trabajar para gente como él. Debería hacer lo mismo

-No puedo, si es necesario moriré como un fiel servidor y no como un traidor

-¡General! Nos reportamos mi señora -Aparecen por todas partes mis hombres inclinándose ante mi

-Muchachos, él es Hans, es uno de nosotros ahora

-¿Segura señora?

-No me cuestionen, vamos ahora, nos reagruparemos

-¿Que hacemos con el viejo? -Miré al general directo a los ojos, él seguía con su espada en mano no iba a rendirse ni traicionar a su señor por miedo a lo que le pasara a su hija, de cierto modo lo entendía

-Matenlo

-Entendido -Entre todos comenzaron a atacarlo mientras Hans miraba con tristeza y enojo la situación, se que era su jefe y como un padre para él

-Hans

-¿Era necesario hacerlo?

-Lo era, tampoco me alegra, pero esto es una guerra Hans, ahora escuchame bien...

-Dime

-Necesito que entiendas que si algún día siquiera se te pasa por la cabeza el pensamiento de traicionarme, voy a matarte sin ningún tipo de remordimiento

-Fingiste bien todo este tiempo eh

-Era mi trabajo, ahora ven conmigo

-...

-Alyssa, ya acabamos con todos, pero ¿Quién es el?

-Un amigo, es parte de mi tropa ahora

-Así que hiciste un amigo, ¿Cómo sabes que no te traicionará?

-No lo haré, ahora le soy fiel hasta la muerte a Alyssa

-Oh, te llama por tu nombre al parecer. Deberías tener cuidado con tus acciones, podrían costarte la vida.

-¿Me está amenazando?

-Tómalo como quieras

-Estoy aquí ¿Saben?. Tenemos trabajo que hacer, vamonos al norte

-¿Podemos hablar Alyssa?

-Esta bien Dhan

.

Fuimos a nuestra oficina, que de hecho era una tienda de campaña y comenzamos a hablar, bueno, mas bien me interrogó sobre Hans

-No confío en ese tipo ¿Confías en él?

-Sí

-¿Por qué?

-Porque se su debilidad y si siquiera piensa en traicionarme lo haré sufrir mucho antes de su muerte

-Me gusta tanto eso de ti

-¿Estas intentando seducirme archiduque?

-Tal vez sí general, te extrañé

-No me provoques porque me vas a encontrar

-Es lo que quiero general -Dhan se acercó a centímetros de mi rostro haciendo que sienta su respiración prácticamente sobre mí y sin pensarlo dos veces lo besé.

Respondió rápido al beso que con el pasar de los segundos se volvía cada vez más intenso, no podía mentir, me gustaba como besaba, me encantaba de hecho. Dhan me sentó sobre el escritorio y comenzó a subir mi vestido, ahí supe que debíamos detenernos.

-Ya basta Dhan, no podemos hacerlo aquí

-¿Por qué no?

-Pueden escucharnos y tenemos trabajo que hacer -Sin más volví en mi misma y salí de la tienda, eso no podía pasar en ese momento, no así.

Reorganicé las tropas y salimos rumbo al sur donde nos uniríamos a la lucha que ya debía haber comenzado.

En cuanto llegamos nos unimos y luego de horas de lucha finalmente habíamos terminado con todos y cada uno de los enemigos, me quedé con mi espada en la mano mirando todas las perdidas por unos minutos, era lamentable que por personas ambiciosas y estúpidas tenga que morir gente inocente, definitivamente algún días me encargaría de todas las basuras que están gobernando.

-Volvamos al palacio, ganamos, mis hombres

-¡Larga vida a la general! -Gritaron ellos y me subí a mi caballo para volver de una buena vez, estoy cansada de las peleas y el trabajo, pero al menos me mantiene entretenida.

-Lo hicimos bien

-Yo hice más que tú de todas formas Dhan

-Lo sé

-Quiero que me acompañes a hacer algo en un tiempo

-¿Qué cosa?

-No te lo diré aún, pero es una misión muy importante. Voy a tomarme unas vacaciones para eso

-Es tan serio entonces, esta bien, sabes que te seguiría al fin del mundo.

-¿Si? ¿Por qué?

-Porque si te pierdo de vista muchos hombres intentarán seducirte

-¿Acaso eso no lo hacen ya?

-Claro que no, soy el único, me aseguré de eso

-Eres extraño a veces Dhan, pft

-¿Qué?

-No puedo creer que digan que eres un hombre despiadado, eres muy tierno

-Claro que no

-Si lo eres

-Solo contigo

Llegamos al palacio y lo primero que hice fue saludar a mis tíos y a mi primo para darles un detallado informe de lo que pasó en el norte. Por suerte el emperador había llegado primero y ya estaba al tanto de todo.

-Eres muy buena como general prima, espero que siempre estés a mi lado cuando asuma al trono

-Por supuesto que sí primo, soy tu saldado más leal

-Hiciste un gran trabajo Alyssa, te felicitamos -Habla el emperador

-Muchas gracias su majestad, eso significa mucho para mi viniendo de usted. Estaré a la altura de sus halagos

-Ya dime tío, somos familia

-Gracias, tío. Voy a descansar ahora si me disculpan, fue un día largo y agotador.

-Esta bien, ve a descansar tranquila.

Hice una reverencia saludandolos y salí del salón, pero ahí estaban Dhan y Hans esperándome a que saliera.

-¿Que hacen aquí?

-No se donde voy a quedarme yo, él no se porque está aquí, según sé tiene una mansión

-Silencio tonto, yo la estaba esperando

-No se peleen frente a mí, Hans, Eva te llevará a tu habitación, ve al fondo y luego a la izquierda y pregunta por ella, te ayudará

-Esta bien, gracias Alyssa -Luego de eso simplemente se fue emocionado, se nota que le gusta el lugar

-Este idiota, sigue llamándote por tu nombre

-¿Celoso? Pareces un niño

-No lo estoy

-Como digas, ¿vamos a ti mansión?

-Por supuesto general, vamos

-No creas nada extraño, solo hablaremos

-Por supuesto

Llegamos a su mansión y fuimos a la oficina a hablar sobre una propiedad que quería obtener para sacar a una niña noble muy molesta, básicamente quería arruinar a su familia y Dhan me ayudaría con eso, al menos eso creo.

-¿Me ayudarás entonces?

-¿Acaso te fallé alguna vez? -Contesta él acercándose hacia mi asiento.

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