Capítulo 6

Dahn estaba en su oficina bebiendo varios tragos pensando en qué haría ahora, debía explicarle todo al emperador y la emperatriz y no estarían muy felices con eso.

-Sorpresa

-¿Que diablos?

-Te dije que tenía un plan, no iba a morir de una forma tan ridícula

-Pero te vi muerta ¿Cómo es posible?

-Sé más de lo que te puedes imaginar querido amigo.

-No puedo creer que dudé de tí, pero una pregunta ¿Por qué fingir que la emperatriz te mató?

-Para escapar y de paso matar a la emperatriz, logré desestabilizar el imperio con esto, ahora debemos festejar. Por fin nos iremos

-Vienes conmigo entonces, nos vamos hoy mismo

-¿Hoy? Me encantaría

Por la mañana el archiduque fue a ver al emperador para anunciar que debía irse pero el no lo recibió por lo que simplemente se fue.

El viaje fue largo y cansado pero Alyssa estaba radiante de felicidad.

-¿Por qué estás tan feliz? No es un día soleado ni cálido

-Cuando estuviste en un infierno por tanto tiempo, cualquier lugar es hermoso estando en libertad

-Ya casi llegamos a la capital ¿Que le piensas decir al emperador? ¿Vas a pedirle un título?

-Claro que no, voy a pedirle ser parte del ejército

-¿Crees que va a aceptar?

-Voy a probar que vale la pena tenerme en su ejército, creo que lo hará así

-Estás muy decidida ¿Por qué no vivir tranquila y sin riesgos? Después de todo eres una princesa

-Era, eso quedó atrás hace tiempo

Mientras ellos hablaban llegaron finalmente al palacio del emperador, Alyssa no quería demostrarlo pero estaba muy nerviosa por la reacción de sus tíos al verla, no es como si tuvieran una relación muy cercana tampoco.

-No estés nerviosa, voy a estar aquí cualquier cosa

-Hasta me haces creer que te importa lo que me pase, eres un gran actor

.

-Mis saludos majestades, es un gran honor para mi estar frente a ustedes

-¿Realmente eres tú Alyssa? -La emperatriz se acerca a ella mientras el emperador observa la situación

-Soy yo majestad, lamento presentarme sin previo aviso ante ustedes

-¿Cómo dices eso? Nosotros te vimos crecer, eres mi sobrina, no es ningún problema ¿Verdad cariño?.

-Claro que no, siempre es un gusto ayudar a la familia

-Dime querida ¿Dónde estuviste todo este tiempo?

-Estuve viviendo como una... concubina

-¿Concubina? entonces, estas casada con alguien

-Fui secuestrada por los conquistadores de mi país y el emperador me tomó como su concubina. Estuve allí casi tres años

-Oh lo lamento tanto Alyssa, le agradezco por ayudarla archiduque Black

-No es necesario agradecerme emperatriz, ella se salvó sola... si me permiten, los dejo que hablan con más privacidad -Dahn se fue y quedaron los tres solos ya que sacaron a los sirvientes antes de su llegada

-Dime ¿Qué planeas hacer ahora? ¿Quieres un título y tierras?

-No me malinterprete su majestad, yo no quiero nada de eso... se que sería una completa molestia y muchos nobles los juzgarían ante ese acto

-Se nota que fuiste criada para reinar

-Eso quedó atrás emperatriz, sin embargo, tengo un pedido para ustedes

-Dinos querida, veré si puede cumplirlo

-Quiero formar parte del ejército imperial, antes de contestar ruego que lo piensen, juro que seré leal a la corona y sobre todo seré útil.

-¿Estas segura que ese es tu objetivo? Podrías simplemente quedarte a vivir en el palacio o si prefieres te podemos comprar una mansión cerca, volver a la alta sociedad

-Solo quiero volverme fuerte para que mi familia pueda enorgullecerse de mi, si eso no es mucho pedir

-Esta bien, te concedernos eso

-Les agradezco desde el fondo de mi alma majestades, en serio aprecio mucho la oportunidad que me están dando y les juro no decepcionarlos

-Sabemos que harás un buen trabajo Alyssa, te convertiste en una gran mujer en estos años, a pesar de todo

-Muchas gracias emperatriz, esas palabras son importantes para mi

-Dime tía, Alyssa, somos familia y mi hermana querría que fuera así

-Le agradezco tía, no voy a decepcionarla. Ahora me gustaría ir a descansar un poco, el viaje fue largo y cansado

-Claro querida, ve y descansa, mañana puedes comenzar el entrenamiento.

Hice una reverencia y me fui, cuando salí del lugar Dahn me estaba esperando fuera y me acompañó hasta mi habitación asignada

-Entonces hoy te fue bien, si quieres mañana te ayudo en tu entrenamiento

-No es necesario archiduque, gracias por toda su ayuda de verdad

-¿Por qué me hablas tan formal ahora?

-Es lo que corresponde, ahora no soy más que una plebeya y lamento haberlo tratado de una forma tan confiada antes, prometo no volver a hacerlo. Si me disculpa, debo descansar.

-Claro, me voy entonces. Suerte con tu entrenamiento mañana

-Le agradezco -Alyssa hace una reverencia y Dahn se va hacia su mansión

-¿Está bien mi señor? -Pregunta uno de sus sirvientes al verlo volver con una mirada perdida

-Encontré algo muy interesante Dylan

-¿Quiere que lo consigamos para usted?

-No es necesario, lo haré yo solo. -Su sirviente lo miró confundido, su señor no era de hablar así de algo.

Durante la noche Alyssa estuvo muy ansiosa, por fin comenzaría un entrenamiento de verdad otra vez, recordaba a su maestro anterior, era el mejor de su país y por suerte había salido de viaje cuando todo pasó pero ella no sabía dónde estaba ahora.

Por otro lado, el archiduque no podía sacar de su cabeza la sonrisa de aquella chica, se sentía hipnotizado por esos ojos rojos de la mujer y por una vez se arrepintió de algo.

-Debí aceptar ese matrimonio cuando pude, ahora sería mía

-¿De qué habla mi señor?

-¿Sigues aquí Dylan? Vete a dormir y déjame en paz

-Como usted ordene, que pase una buena noche.

-...

.

Al día siguiente Alyssa estaba despierte muy temprano y salió feliz hacia el campo de entrenamiento, dijeron que el general sería quien dirigiría la clase de hoy.

-Buenos días general, soy nueva en este lugar y espero que ambos nos llevemos bien

-¿Alyssa?

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