Capítulo 7

Levanté la mirada al escuchar esa voz familiar y no pude llevarme una sorpresa mayor, mi maestro estaba ahí, me reencontré con él

-Maestro, creí que no nos volveríamos a ver

-Y yo creí que estaba muerta alteza, lamento lo que pasó pero aquí esta ¿Dónde estuvo todo este tiempo?

-Es una larga historia maestro, pero veo que le va bien ahora.

-Me alegra ver que sigue con ganas de entrenar a pesar de que no sea algo común en las damas alteza

-Oh, ya no soy más una princesa, no me llame así por favor general

-¿Qué título tiene ahora?

-No tengo uno como tal, de hecho, ahora me considero una plebeya

-Eso es inaceptable, debe reclamar un puesto

-Yo quise que fuera así general, como usted ya sabe, me gusta ganarme las cosas por mi propia cuenta y tengo un objetivo que no pienso cambiar

-Entiendo, seguramente tiene una buena razón

-Por supuesto

-General, disculpe la pregunta, pero ¿Por qué hay una dama en el campo de entrenamiento?

-A partir de hoy, ella será su compañera

-¿Cómo es posible? -Se preguntaban varios de ellos

-Oigan bien esto, cualquiera que le falte el respeto se las verá conmigo

-¿Cómo puede aceptar a una niña débil en el ejército?

-¿Débil? ¿Eso soy para ustedes? Bien, les demostraré que no es así

-¿Cómo lo harás niña?

-¿Quién es el más fuerte aquí?

-Lo estas viendo ¿Te decepcionas?

-Algo si soy sincera, voy a hacer que te tragues tus palabras

-¿Va a dejar que haga esto general? Puede lastimarse

-Si fuera tú temería por esa niña que dices.

Me puse en guardia y espere a que ese hombre haga lo mismo, sería un buen comienzo demostrar que puedo hacer lo mismo que cualquier otro hombre de ahí. El general dio la orden para comenzar y él atacó sin piedad alguna, sus golpes eran fuertes, pero yo era más rápida que eso y si en fuerza no le podía ganar usaría otros medios para vencer a mi enemigo, estuvo intentando golpearme sin resultados y cuando vi que dejó un punto descubierto vi la oportunidad y lo ataque directamente, él cayó al suelo y yo puse una espada en su cuello.

-Si fuera un enfrentamiento real estarías muerto, nunca subestimes a tu oponente, no importa el género

-Eres buena en esto, lamento haberte subestimado

-No hay problema, sé que todos seremos buenos compañeros.

-Buenos días, general

-Archiduque Black, es bueno verlo por aquí

-¿Cómo le está yendo en su clase?

-Es muy talentosa, ya se ganó su lugar con sus compañeros

-La vi hace rato, es una mujer única

-¿Tiene interés en Alyssa archiduque?

-Tal vez sí

-Le recomiendo que no intente lastimarla porque se las verá conmigo ¿Entiende?

-¿Usted que tiene que ver?

-Soy su maestro, yo la vi crecer y voy a cuidarla

-Archiduque ¿Qué hace aquí? Le dije que no era necesario que viniera

-Tenía algo que hablar con el general, no vine por tí

-Oh, lamento creer eso, es un hombre muy ocupado

-No es cierto, vino a verte a tí pero se hace el difícil

-General

-Me voy, hablen tranquilos

-Así que vino a verme ¿Que necesita?

-Solo quería ver si te adaptabas al ejército

-¿Estabas preocupado por mi?

-Sí

-No esperaba esa respuesta, al parecer si te importo

-Yo no dije eso

-Claro, como usted diga

...****************...

Pasaron varios meses desde que Alyssa había llegado a Tristan, tal y como lo prometió se volvió la mejor en su campo, más bien en absolutamente todo. Justo ahora estaban en una misión con el archiduque, Alyssa era la líder del operativo.

-Llegaste a un tiempo récord hoy jefa -Habla uno de los soldados mientras la mujer sale de las sombras

-Estamos listos, tengo la información que necesitábamos. Señor, debemos hablar en privado.

-Claro, volvamos a mi mansión y hablamos

Una vez en la mansión, ambos entraron a la oficina y Alyssa se sacó el pañuelo y la capa para luego sentarse en el sillón.

-Dime ¿Qué averiguaste?

-Ese cerdo descubrió que no estoy muerta, ahora quiere encontrarme y matarme

-¿Cómo podría haberlo descubierto en tan poco tiempo? Debe tener un espía

-Lo tiene, no tenga duda de eso

-Deberemos adelantar el plan

-No, el plan sigue igual, no lo modificaremos.

-Pero, te está buscando

-Lo sé, eso va a ser un beneficio para nosotros.

-No podemos arriesgar a nuestros hombres por tu venganza Alyssa

-Lo sé muy bien archiduque, no me atrevería a hacerlo, confíe en mi. Saldrán victoriosos al final

-Tú también tendrás tu victoria

-No lo dudo, estoy cerca de lograr mi objetivo

-Alyssa yo...

-Debo irme señor, tengo terreno que revisar aún

-Entiendo

Sin más Alyssa salió de la oficina y se fue direcyo a ver a los emperadores.

-No lo permitiré Alyssa, no te irás a hacer eso, eres lo único que me queda de mi hermano

-¿Eso es lo que realmente quieres? Sabes que somos tu familia y no queremos que salgas lastimada

-Les agradezco la preocupación a ambos pero es algo que tengo que hacer y ya está decidido. Solo quise despedirme de ustedes, ¿Pueden decirle ustedes a mi primo? no quiero que intente detenerme o peor aún, seguirme en esto.

-¿No podemos detenerte verdad?

-No realmente, solo les pido un último favor que espero puedan cumplir. No digan nada sobre esto, yo supuestamente voy a estar en una misión que ustedes me ordenaron, no quiero arriesgar vidas inocentes

-Pero arriesgas la tuya Alyssa

-Tía, la quiero mucho, a usted también tío. Gracias por ser mi familia y ayudarme todod este tiempo.

-No quiero perderte Alyssa

-Todo está bien tía, volveré

La emperatriz abrazó a su sobrina con los ojos llenos de lágrimas mientras el emperador sorpresivamente bajó de su trono y también la abrazó.

-Ten cuidado niña, la venganza no siempre te hará sentir bien

-Me retiro majestades. Gracias por todo -Antes de irse Alyssa se arrodilló ante los emperadores demostrando su profundo respero y lealtad-Los llevaré a la victoria tíos.

Luego de esto ella se fue y tomó su caballo, ese tan negro y hermoso que la había ayudado en sus misiones...

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