Capítulo 17

-No se donde esta ahora, ya déjenme por favor. Solo sé que convirtieron a ese niño en un arma, ya no queda nada de él, desde el día que mataron a su familia cambió, no hay una pizca de inocencia en él.

-Que idiota, no sirves para nada.

-Déjenme vivir por favor, juro no volver a causar ningún problema

-Eso no volverá a pasar, no te preocupes. -Sin pensarlo dos veces terminé con su vida y gracias a una poción que compramos en el mercado negro con Dhan curamos sus heridas visibles, limpiamos la sangre que había por todos lados y lo acostamos en su cama otra vez, así pasaría como si hubiera muerto mientras dormía. Nadie se puede enterar que sabemos que Noah está vivo.

-Hicimos un buen trabajo hoy, volvamos. -Dhan se dirige al balcón y revisa antes de que saltemos.

-¿Crees que sea verdad lo que dijo? Sobre que mi hermano es un arma

-Debo ser sincero, es muy probable que si está vivo no sea el mismo que antes, pero es algo normal. Tú tampoco eres la misma niña que en aquel entonces.

-Me enoja tanto saber que todos estos años estuvo vivo y que yo no lo busqué, debió haber estado muy asustado cuando lo llevaron.

-Lo importante es que ahora vamos a encontrarlo, ahora lo sabemos.

-Sobre eso... ¿Qué es lo que sabes sobre mi familia?

-Esta bien, tu familia es más antigua de lo que se te dijo, vienen de un linaje de brujas poderosas, se las llamaba "Brujas rojas" por su color de ojos, al parecer el secreto permaneció durante muchos años pero un día unos hombres ambiciosos se enteraron y por eso asesinaron a tu familia, según dice la leyenda, la sangre de la descendencia de las brujas es tan pura que puede curar hasta la enfermedad más difícil.

-No lo entiendo, ¿Por qué no me dirían nada? ¿Cómo lo sabes tú?

-¿Recuerdas el niño pelirrojo que siempre estaba de mal humor cuando eras niña?

-¿A qué viene eso?

-Era yo, mis padres me enviaban para que no esté tan presionado con lo del título. Querían que me relacione más con personas de mi edad pero no quise hacerlo con mi identidad.

-¿Eras tú entonces? Y no me lo dijiste hasta ahora

-Tampoco sabía que eras tú la niña molesta que le gustaba escapar de su casa

...ΩΩΩΩΩΩΩΩΩΩΩΩΩΩΩΩ...

Recuerdos...

Era un día soleado y Dhan estaba en el bosque, lo molestaba mucho el hecho de que sus padres lo enviaran lejos, no quería tener que lidiar con nobles extranjeros. Estaba molesto de solo pensarlo por lo que decidió escapar al bosque, estuvo caminando un largo rato hasta que escuchó unos ruidos tras un árbol y sacó su espada para ir a ver que era. Lo que no se esperaba era encontrar allí a una niña de cabello tan oscuro como la noche y unos penetrantes ojos rojos entrenando con una espada de madera contra un árbol.

-Ya te vi niño, puedes salir de ahí. No es necesario que te escondas -Al escuchar esto, Dhan cambió su tono de cabello rápidamente para no ser reconocido luego, porque sí, el había heredado algo de magia de su madre.

-No me estoy escondiendo ¿Por qué lo haría?

-Parece que no eres de por aquí ¿Qué te trae al bosque? Generalmente, soy la única en este lugar

-No es de tu incumbencia lo que hago aquí

-Entiendo, yo estoy escapando de mi casa, me aburrí de mis responsabilidades, estoy cansada de lidiar con las personas

-¿De verdad? Bueno, yo también

-¿Lo ves? No era ten difícil decir que hacías aquí niño

-¿Que? Eres una presumida

-Tal vez sí, aunque yo lo llamaría estar segura de mi misma. Bueno, debo volver, nos vemos mañana en el mismo lugar y a la misma hora.

-¿Por qué vendría? -Dhan veía que la niña sólo sonrió y se fue sin mirar atrás para luego subir a un caballo. -Que niña mas presumida

A pesar de ese primer encuentro, al otro día él volvió al lugar, estuvo esperando por media hora y cuando estaba por irse ella apareció.

-Así que viniste. Lamento llegar tarde pero no pude salir antes, mis padres se están volviendo más estrictos con mis salidas.

-No vine por tí, solo pasaba y me encontraste

-Oh esta bien, si no lo quieres admitir aún. De todas formas, vi que cargas una espada, ¿Quieres entrenar conmigo?

-No creo que sea bueno que hagamos eso, puedo lastimarte por error.

-No lo harás, no te preocupes.

-No voy a pelear con una niña, no lo haré

-Entonces defiéndete -Alyssa comenzó a atacar sin aviso previo por lo que Dhan se cubrió con la espada y se defendió devolviendo el ataque, él sonrió de lado y la pelea fue subiendo el ritmo hasta que la espada de Alyssa voló por los aires, aún no era tan buena como para derrotarlo.

-No eres tan mala con la espada, te felicito

-Gracias, eres un digno oponente... ¿Cómo te llamas?

-Alex

-Que bonito nombre, yo soy Alice.

Ninguno de los dos se presentó con su verdadera identidad, si bien se caían bien entre ellos no podían descartar la posibilidad de que sean traidores, ambos dudaban el uno del otro.

De pronto se escucharon sonidos en donde estaban los árboles y Alyssa se sorprendió.

-¿Que sucede Alice?

-Tengo que irme ahora Alex, nos vemos luego -Ella salió a toda prisa sin darle la oportunidad de preguntarle cuando se verían.

Al otro día él esperó por ella pero nunca llegó, al siguiente día lo mismo, hasta que en el tercer día apareció.

-Lamento no volver antes, por ahora pude burlar la seguridad.

-Oh, no pasa nada. Quería decirte que volveré a mi hogar en unos días, no puedo quedarme más

-¿De dónde eres?

-De Tristán, mis padres tenían negocios y por eso vine

-¿Volverás? Eres mi primer amigo

-También eres mi primer amiga Alice, pero tengo responsabilidades que cumplir en mi hogar. Lo lamento.

-No pasa nada, entiendo que debas volver. Todavía tenemos unos días para pasar juntos.

Así los siguientes días se los pasaron juntos paseando y entrenando, un día incluso hasta se mezclaron con el pueblo para ser solo dos simples ciudadanos. El día de despedida llegó y ambos prometieron volver a verse algún día pero lamentablemente esas promesas quedaron en el aire, ya que cada uno tenía sus propias responsabilidades y ni podían siquiera pensar en eso, cuando Dhan quiso volver a ver a "Alice" pasó lo de la ruina y no pudo encontrar a su amiga quien no imagino que sería la princesa.

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