Capítulo 12

Tal y como el emperador lo ordenó vigilamos por 3 semanas a ese grupo, uno de esos días, me cansé de esperar y no saber que iban a hacer por lo que di todo en mi papel de espía, pero antes lo hablé con Dhan, ya que debía estar informado o todo saldría mal

-¿Cómo planeas espiarlos de más cerca? No entiendo

-Tengo mis trucos, no te quiero ofender, pero los hombres son fáciles de distraer y manipular

-No me gusta que digas eso, pero se que si tienes un plan no puedo detenerte.

-Gracias Dhan, me voy ahora.

-... -Él solo suspiró mientras yo me iba, me cambié a un vestido sencillo y lo ensucié y rompí un poco y me puse una capa cubriéndome, luego comencé a correr en dirección al campamento donde los hombres se alertaron y me capturaron.

-¿Quién eres? ¿Qué haces aquí?

-M~Mi nombre es Ayla... unos Ban.. didos me perseguían... yo.. lo siento -Dije mientras las lágrimas salían de mis ojos

-¿Qué hacías por aquí?

-Vi vine por las cosechas, aquí cerca hay... una cosecha de zanahorias, mi familia solía venir hace tiempo

-¿Dónde está tu familia?

-Ellos... murieron -Conté con una mirada melancólica

-¿Que hacemos con ella jefe?

-No parece una amenaza, liberenla en el bosque

-No, por favor, permitanme quedarme, puedo hacer lo que quieran.

-¿Por qué lo haríamos?

-Quizá les falta compañía, puedo ayudarlos con eso

-Esta bien, puedes quedarte, pero solo por unos días

Así de fácil había sido convencer a estos hombres, durante dos días estuve limpiando y cocinando para ellos, hasta que en el tercer día un hombre entró mientras cocinaba y comenzó a tocarme por detrás, yo no podía golpearlo asi que actué inocente pidiendo que me suelte. Sabía que el jefe estaba por llegar y no me podía arriesgar, antes de que algo pasara, el jefe entró rápidamente.

-¿Qué está sucediendo aquí?

-Lo.. lo siento, pero él... intentó abusar de mi señor

-Ella me sedujo jefe, se lo merece

-¡Silencio! vete ahora mismo niño, no quiero volver a verte cerca, no somos animales -El tipo se fue rápidamente y el jefe se acercó a mi por lo que actué asustada, tenía que seguir con la farsa

-¿Estas bien?

-¿Por qué me ayudó?

-Tengo una hija de tu edad ¿Sabes? No me gustaría que le pasara lo mismo a ella, por eso le enseñé a defenderse desde que era una niña pequeña.

-Usted no es como los demás, es una pena

-¿Qué cosa?

-No es nada, solo que ellos son unos Idiotas y usted seguro es considerado igual por los demás

-Quizá sí, pero lo que hago es por mi señor y para que mi hija esté a salvo

Esa conversación terminó rápido, no quería seguir hablando mucho más con él porque me daba algo de pena saber lo que le pasaría en unos días. No podía dejar a nadie vivo o sería un riesgo, además, es mi enemigo.

Por la tarde el hombre volvió a verme y me preguntó como estaba y si alguien me había molestado hoy.

-Esta todo bien señor, no se preocupe

-Escuchame Ayla, ¿Quieres aprender a defenderte?

-¿Cómo?

-Puedo enseñarte a usar la espada para que puedas defenderte de Idiotas como ese.

-¿Por qué hace esto?

-Me recuerdas mucho a mi hija, ella está encerrada ahora

-¿Encerrada?

-Te voy a contar algo, pero no debes decirlo

-Esta bien, lo prometo

-Mi hija fue encarcelada por el emperador, no es que haya hecho algo malo ni nada de eso, en realidad es mi culpa, yo no quise respetar una orden. Ese tipo quiere una guerra absurda y yo me negué, entonces para obligarme secuestro mi hija

-¿Si usted gana va a liberarla?

-Sé que no ganaremos, nuestros enemigos son más fuertes, además parece que tienen a la mejor estratega de todo el mundo

-¿En serio? ¿Quién es?

-Hay rumores de que una mujer está dirigiendo el ejército y que gracias a ella muchos hombres, sus enemigos para ser más precisos, murieron por su mano

-¿Realmente lo cree?

-Por supuesto, una mujer que se abrió paso en el ejército y que es considerada de confianza para el emperador definitivamente es muy inteligente.

-Entiendo... no puedo aceptar su oferta de todas formas señor, no sería correcto hacerlo

-Por supuesto que si lo sería, empezaremos mañana mismo

-¿No va a aceptar un no como respuesta verdad?

-No.

Por la mañana bien temprano vino a buscarme y me dio una espada de madera con la que me mostró como debía sostenerla, si supiera a quien está intentando enseñar.

Fue un entrenamiento bastante simple realmente, pero tuve que fingir estar cansada, ya que supuestamente no tenía ningún tipo de experiencia con las armas.

-¿Cómo se encuentra hoy señorita Ayla?

-Muy bien Hans, gracias

-¿Va a entrenar con nosotros hoy?

-Más tarde tal vez

Ya pasó más de un mes desde que llegué como una espía, Dhan estaba informado de todo lo que pasaba y comenzaríamos a movernos en dos días, ya todo estaba preparado para atacar y acabar con el problema de una sola vez

-Hey Hans, voy a preguntarte algo

-Dime

-¿Por qué luchas por el emperador?

-No lo hago por él Ayla, tengo una hermana pequeña y está enferma, tengo que cuidar de ella, pero antes ganar un poco de dinero

-¿Y si mueres?

-Si muero el emperador prometió cuidar de ella

-¿Crees que lo hará?

-Si te soy sincero, no lo creo, pero es mi única opción

-¿Si te ofrecieran otro trabajo lo aceptarías?

-Sin dudarlo, cualquier cosa es mejor que trabajar para ese tipo. Esta loco

-Entiendo, vamos a entrenar

Esos dos días se pasaron como si fueran minutos, ya todo estaba listo y mis hombres junto a los de Dhan al frente de batalla, comenzaron a atacar.