Una fogata

Sara

Los días pasaban y me sentía muy feliz junto a Patrick, cuando estaba con el era como si viviéramos en nuestro propio mundo, y lo que más amaba era que él cuidaba de que nadie interfiera, era increíble en todos los sentidos. Mi madre y mis hermanitas ya habían regresado a España, Kelly terminaba preparatoria en unos meses, y se vendría a estudiar medicina, aunque fue todo un escándalo mi padre termino aceptando con la condición que viviera conmigo, mi madre de alguna manera, aún no se cómo, ayudo para que Kelly pudiese estudiar aquí, sin que mi padre lo supiera compro el departamento en el que había estado este tiempo, y además me compro una automóvil, decía que era para mí y Kelly, porque prefería que tuviéramos un lugar cerca de Patrick y su familia, sabía que los fines de semana o vacaciones yo vendría a verlo, y si estaba con Kelly ella vendría conmigo, al contrario de mi padre mi madre amaba a mi Grandote, porque decía que me cuidaba de todo, y había cuidado de mis hermanas como si fuesen las suyas. Habían pasado tres semanas desde mi accidente, yo había vuelto a la facultad, Patrick se prepara para su prueba de ingreso a Fort Drum, así que entrenaba a diario y todos los días junto a Max, mi Grandote se había puesto más grandote... y ya me daba celos, porque solo nos veíamos los fines de semana, Mariam no se había acercado a Patrick nuevamente, lo último que supimos es que salió casi dos semanas con Theo, solo pensaba que si la pobre creía que tendría algo serio con él estaba drogada, no había manera, yo me consideraba libre e independiente, pero en el caso de Theo era peor, porque el repetía siempre que solo había una mujer que lo haría sentar cabeza, pero aún no era el momento. Era jueves por la mañana y tenía permiso para faltar a clases porque hoy por la tarde iban a retirar mi yeso, aunque insistí que podía ir sola, obviamente no fue así... Patrick vino por mí, algo que no tenía sentido porque conducía tres horas para buscarme y tres horas más de regreso, lo peor fue que a las ocho de la mañana ya había llegado, Traía café para ambos y pastel de limón.

- Buen día ... estás loco lo sabes? saliste a las cinco de la mañana verdad? podrías haberme recogido allá, sabes hay medios de transportes que pueden llevarme-

Estaba acurrucada en su pecho mientras me rodeaba con sus brazos.

- Un mierda, si yo estoy aquí soy tu medio de transporte, y ve a ponerte algo decente, no soy un monge Tatlı -

Me separé de él y reí a carcajadas, porque no tenía nada malo, era una camiseta de tirantes y un shorts algo pequeño pero tampoco era tan revelador.

- Pufff eres un exagerado, a mi portero jamás le molestó y a ti sí? tienes una mente sucia Grandote -

Le dije caminando de lo más sexy a la habitación, esperando su reacción

- Te mato Sara! dime qué es broma! voy a hacer pedazo esos trapos! -

Me decía de lo más molesto mirando como me iba, obviamente era mentira, pero me encantaba hacerlo enojar.

- Clarooo y después debo abrir la puerta en ropa interior porque ya no tendré pijama!-

Le dije girando para mirarlo, debía controlarme mucho para no reírme porque no solo estaba enojado sino que me miraba como si me hubiesen salido cuernos

- En serio mujer? te encanta tocarme las pelotas Sara...-

Ya estaba de lo más cabreado, y era porque conociendolo estaba imaginando la situación, así que decidí burlarme un poco más

- Aún no le he hecho Grandote... cuando lo haga te digo si me encanta o no -

Salí casi corriendo a la habitación para no verle la cara y reírme

- Eres una descarada!!! juegas con fuego y vas a quemarte un día de estos!!-

Lo escuché gritarme mientras yo entraba a la habitación.

-Es lo que quiero!! así que en cualquier momento saldré a buscar una fogata!!-

Cerré rápido la puerta y lo escuché largar la frase más larga que había dicho desde que llegó, en turco... así que no entendí nada, pero no puede parar de reír mientras me cambiaba. Cuando salí lo mire sonriéndo y el negaba con su cabeza, nos sentamos a desayunar y como siempre tenía de costumbre me sentaba en su regazo, lo hacía todo el tiempo, no lo hacía cuando estábamos con sus padres porque yo se lo había prohibido, pero ya lo había intentado.

Pasado el mediodía llegamos al hospital, no demoramos demasiado, amé la sensación libertad cuando quitaron mi yeso, aunque no movía mi brazo bien, también ame ver el rostro de Patrick cuando el medico tomaba mi brazo y me enseñaba que ejercicios debía hacer...en serio pensaba que Patrick lo hacía en broma, porque de lo contrario no tenía explicación. Luego fuimos a casa de sus padres, nos habíamos salteado el almuerzo así que tomamos la merienda con ellos y Cathy...

-Que te parece si preparamos algo para cenar y luego te doy la revancha en los juegos de vídeo?-

Le dije mientras caminábamos desde su casa hasta mí departamento, Patrick le encantaba un juego de lucha que el me había enseñado, pero al final terminaba perdiendo conmigo, decía que era suerte o que yo apretaba todos los botones al mismo tiempo... lo que el no sabia es que en la semana jugaba con Carol todas las noche para poder ganarle.

- Cocinas horrible aşkım... te amo, pero mi estómago no tanto -

Me dijo riendo de mí, lo cual era cierto no sabía cocinar en lo absoluto en cambio el lo hacía increíble.

- Pedimos unas pizzas y me dejó ganar en los juegos, te parece?-

Me dijo sacando las llaves de mi mano para entrar al edificio.

- Mmm quería comer spaghetti... y no te hagas el superado, está mujer te vence en un abrír y cerrar de ojos-

Le dije de lo sonriente y haciéndole ojitos para que cocine, lo cual resulto, porque apenas entramos en su habitual silencio se fue a la cocina a buscar todo lo que necesitaba.

- El lunes te vas a tu entrenamiento y debes quedarte ahí? -

Estaba sentada en la encimera a su lado mirándolo cocinar

- Hasta el viernes , Tatlı, iré por tí cuando salga, no quiero que vengas sola-

Rodee mis ojos porque me parecía ridículo que hiciera eso

- Entonces nos quedamos allá, vas a estar cansado, no puedes conducir tanto solo para que no venga sola -

Resople molesta, porque si bien jamás se quejaba de nada, ahora mismo debía estar cansado, se levantaba a diario a las cinco de la mañana y entrenaba casi todo el día,solo para poder pasar esa prueba y quedarse aquí, moría de amor porque lo hacía por nosotros, pero casi no descansaba.

- El sábado son los 16 de Cathy-

Me dijo mirándome de costado con media sonrisa, sabía que lo había olvidado, no era por desinterés, sino que ya había aprendido que era muy despistada a veces.

- No era la semana próxima?? -

Le dije poniéndome de pie de un brinco, pensando en todo lo que le prometí a Cathy que haríamos.

- El sábado próximo, es la semana que viene, no iba a dejar que lo olvidarás -

Me dijo girando hacia mí y tomando mi cintura para abrazarme, pero me molestaba que contenía su risa.

- No te burles! o yo lo haré cuando quemes todo eso que hiciste! prometo que empezaré a anotar todo... si, eso haré, llevaré una agenda como una señora mayor -

Decía como guardando una nota mental, pero el se reía de mí.

- Nada se quema, ya terminé, está apagado. La gente joven también usa agendas linda... -

Me dijo tomando mi rostro entre sus manos para besarme de lo más dulce, pase mis brazos al rededor de su cuello y comencé a besarlo con más intensidad, mientras el me abrazo de la cintura pegandome a él, nos separabamos un segundo y volvíamos a besarnos con más ganas que antes, empecé a acariciar su espalda y el la mía por debajo de mi camiseta, y cada vez estábamos más perdidos el uno en el otro.

- Sara... por favor, me estás haciendo perder el poco control que me queda-

Me dijo agitado separando un poco su boca de la mía y luego besándonos nuevamente.

- No quiero que te controles Patrick, no se porque lo haces-

Le dije separandome un poco de él, que tomó mi rostro entre sus manos para que lo mirará a los ojos

- Quiero que estés segura, porque cuando te haga mía, sera así para siempre Tatlı, serás mía y de nadie más y yo seré tuyo y de nadie más -

Me miró serio y sin quitar su mirada de mis ojos, entendía porque me lo decía yo le vivía diciendo que no era su posesión ni el la mía.

- Tu comunicación acaba de mejorar muchísimo -

Le dije sonriendo y dándole un beso corto en los labios, lo que lo hizo reir

- Quiero ser solamente tuya Patrick Smith, y que tú seas solamente mío, no tengo la menor duda de eso-

Le dije sin dejar de sonreír, me tomo en sus brazos sin el menor esfuerzo, y me llevo cargando a la habitación sin dejar de besarme, me dejó suavemente en la cama y se quitó de una sola vez su playera sin dejar mirarme, y por Dios me quito el aliento de solo verlo, no solo era inmenso para mí, sino perfecto, hasta me daba vergüenza que viera mi cuerpo, algo de lo que jamás me había avergonzado porque estaba totalmente conforme. Se colocó sobre mi con cuidado y apoyado en sus antebrazos y comenzó a besarme de una manera diferente, era tierno y a la vez apasionado, lo abrace acariciando su espalda y ya estaba totalmente entregada a qué hiciera lo que quisiera conmigo, besaba despacio mi cuello sin perderse ni un centímetro de piel y con una de sus manos acariciaba lentamente el costado de mi cuerpo y solo con eso me hacía estremecer.

Me levanto en de un solo movimiento y me sentó en su regazo mientras seguía besando mi cuello y baja al valle de mis senos desprendía lentamente uno a uno los botones de mi vestido, mientras seguía bajando con su boca sin dejar de besarme, mi respiración estaba agitada y me sostenía con mis brazos de su cuello, luego quitó mi sostén sin siquiera yo lo notara y sentí como capturo con su boca uno de mis pechos y lo besaba despacio y con delicadeza y con su otra mano acariciaba el otro, sin poder controlarlo un gemido se me escapó y automáticamente lleve mi mano a mi boca para cubrirla

- No Tatlı... es el mejor sonido del mundo para mí-

Me dijo quitando mi mano de la boca volvio a acostarme poniéndose encima otra vez apoyado en sus antebrazos, me besó con adoración al igual que yo, que enredé mis dedos en su cabello, poco a poco fue bajando por el cuello, pechos, obligo... y yo solo podía jadear.

-Mükemmelsin, tatlı-

susurró contra mi ombligo, con su voz más ronca que nunca parecía cargada de deseo, ni siquiera sabía que decía, pero en ese momento estaba perdida en sus caricias, aunque se dió cuenta y repitió

- Eres perfecta, bonita-

Se colocó entre mis piernas y bajo mi braguita lentamente, sentí como comenzó a besar mi intimidad despacio, y no pude evitar elevar mis cadera soltando un gemido, Patrick tenía sujeta mis caderas con sus manos para que no me moviera, jamás en mi vida había sentido tanto placer, sentía que iba a morir, introdujo su lengua lentamente y sin darme cuenta di un respingo al notarlo.

- Relájate Tatlı...-

Me decía por lo bajo, algo que era imposible porque sentía que el corazón latía a mil por hora

- Dios Grandote me estás matando...-

Le dije jadeando y con mis manos hacia un puño con las sábanas, apenas me escucho aumento su ritmo con su lengua lo que me hizo sujetarlo del cabello, totalmente perdida en aquella sensación. Separó su boca y comenzó a subir dejando besos en mi cuerpo a medida que ascendía y se acomodaba entre mis piernas

- Te amo Sara-

Me dijo y luego comenzó a besar mi boca despacio y con dulzura, ni siquiera podía responder, estaba tan extasiada que lo único que podía hacer era sentirlo y disfrutarlo, nunca note cuando había terminado de quitar toda su ropa, solo sentí como se introducia lentamente en mí, primero sentí una presión o una molestia y debo haber hecho algún gesto, porque tomo mis manos entrelazando sus dedos conmigo y las subió sobre mi cabeza

- Relájate Tatlı... mírame, si duele dímelo-

solo sentí que hizo un poco más de fuerza y un poco dolor, el solto algún tipo de gruñido y se quedó quieto como dándome tiempo a acostumbrarme a él, mi Grandote era Grandote en todos los sentidos, sin darme cuenta había cerrado mis ojos y al abrirlos se me escapó un lágrima, me miro arrugando su frente y note que iba a detenerse, aunque la molestia estaba el dolor iba pasando poco a poco.

- Estás bien amor? puedo-

No lo deje terminar de hablar porque levanté mi rostro y comencé a besarlo y de inmediato correspondio, comenzó a moverse contra mi lentamente, y de a poco la molestia se mezclaba con una sensación de placer que era increíble, sin siquiera darme cuenta y como si tuvieran vida propia mis caderas parecían moverse para ir a su encuentro, de a poco comenzó a acelerar su ritmo de manera paulatina y solo se escuchaban sus jadeos y mis gemidos... antes de acelerar su ritmo volvió a preguntarme al oído si estaba bien, apenas podía asentir, mi voz parecía haber desaparecido, estaba totalmente perdida y encantada, acelero sus embestidas y cada vez sentía más placer, empecé a sentir una sensación extraña pero muy placentera en mi vientre que parecía que iba extendiéndose por todo mi cuerpo, y no podía dejar de jadear al igual que el, de pronto todo mi cuerpo se tenso y sentí como si fuese de cristal y estallara en mil pedazos, la sensación de placer me invadió de pies a cabeza, era increíble, si tuviera que describirlo era como morir en sus brazos por un instante, un par de embestidas más y su cuerpo también se tenso soltando suavemente mi nombre de sus labios, jamás pensé que todo mi cuerpo podía temblar de esa manera inundado de placer... pero así fué, una sensación increíblemente hermosa y espectacular.

Patrick se dejó caer de espaldas a mi lado y de inmediato me atrapó entre sus brazos, como si fuese un oso y me pegó a el, mientras yo regulaba mi respiración acurrucada a él, sentí como dejaba un beso en mi cabello.

- Estás bien Tatlı...te hice mal? -

Me preguntó preocupado, y a cada momento y segundo había estado pendiente de mí, me había tratado con delicadeza y ternura que no pude evitar sonreír, mi grandote era de lo más dulce y tierno aunque nadie lo notara

- Eso fue increíble... Gracias mi amor-

Le dije dejando un beso en su pecho, mientras el me abrazaba mas contra el.

- Te amo Tatlı... ahora sí siempre seras solamente mía...eres lo más hermoso del mundo-

Me susurraba con su voz ronca y yo no podía dejar de sonreír, lo extraño era que de pronto estaba tan relajada que sentía como mis ojos se cerraban solos como si estuviese agotada.

- Descansa aşkım...me haces muy feliz -

Fue lo último que escuché, porque sentí como nos cubrió con el cobertor y luego sus brazos alrededor de mi cuerpo sin soltarme.

Desperté estirando mi cuerpo y sintiendo que estaba sola en la cama, abrí mis ojitos de golpe y allí lo ví... estaba en la ventana de la habitación, solo con sus pantalones, bebiendo un café... lo miraba cómo boba sonriéndo... Dios si cada día era más hermoso ante mis ojos, no podía dejar de admirarlo.

- Buenos de días Grandote... -

Le dije sentada en la cama cubriendome con la sábana, de inmediato se giró a mirarme con una sonrisa de lo más bella, dejo su taza y vino de inmediato a mi lado, tomo asiento en la cama y como siempre me sentó en su regazo y me abrazaba con delicadeza

- Buenos días Tatlı... cómo te sientes? te duele? -

Me decía apoyando su mano en mi vientre, realmente preocupado... pero salvó una leve molestia, yo me sentía perfecta

- Me siento muy bien... no me duela nada, salvó que no me gustó despertar sola -

le dije y me hacía un bollito pegandome más a él.

-Pensé que ibas a dormir más, por eso fui por un café y lo bebí aquí -

Me hablaba despacito y acariciando mi espalda suavemente.

- Pero si te esperé para ducharme contigo-

Me dijo sonriéndo, alce mi vista y me encantaba esa sonrisa que tenía en su rostro.

- Tienes la más hermosa de las sonrisas amor... deberías usarla más, te queda preciosa-

Le dije acariciando su rostro con mis dedos sin dejar de sonreír como boba mirándolo

- Solo sale cuando estoy contigo... ahora es tuya -

Me dió un beso corto en los labios y se puso de pie conmigo en sus brazos para ir al baño, a mitad de camino se detuvo como pensando y se volvió hasta la mesa de noche, sonreí al ver su cartera y encima había dejado un condón, ayer se había cuidado, solo que lo noté después, definitivamente mi mente estaba perdida.

- Si es vuelves por eso, no lo necesitas -

Le dije señalandolo con mi dedo y sonriendo, al parecer se apenó de inmediato

- Lo siento... soy un bruto, debería esperar-

No lo deje termine de hablar, porque pase mi mano por su nuca y baje su rostro para besarlo.

- No vas a esperar nada, quiero que mi novio me haga el amor ... no lo necesitas porque hace dos meses que tomo mi píldora espernado que dejaras de ser decente -

No sé contuvo y se rió a carcajadas, volviendo a caminar hacia el baño

- Eres perfecta aşk, única y mía -

Me dijo dejando un beso en mi frente, y yo no podía más que seguir mirándolo como boba enamorada, no lo diría en voz alta, pero me encantaba pensar que era solamente mío.

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