Mi Bonita

Patrick

- Hazme el amor Patrick....quiero que sea contigo y ahora-

Me dijo Sara mientras la tenía abrazada, literalmente mi cerebro se desconectó, sentía que hasta me costaba respirar, básicamente me estaba pidiendo lo que yo más deseaba, pero luego me iba y la dejaba, necesitaba pensar y no actuar por impulso

- Ben öleceğim, tatlı -

Alcance a susurrar, porque este era un momento donde necesitaba hablar con ella y de la mejor manera, me sentía feliz por tenerla y a la vez triste por dejarla

- Que dijiste? te molestó lo que dije?-

Me miraba confundida y algo avergonzada con sus ojos abiertos de par en par, se veía adorable.

- No! al contrario... Dios sabe cuánto me contego a diario contigo, hasta duele desearte tanto, pero no puedo...-

Se separó de mí y me miro más avergonzada que antes y se sentó cruzando sus piernas en la otra punta del sillón

- Soy una tonta... no debí haber dicho nada, era obvio que no ibas a querer, es que yo no sé nada y debe-

No la deje terminar de hablar, la besé para que no diga más nada y dejara de pensar cosas que no eran

- Me estoy muriendo por hacerte mía, es lo que más deseo en este mundo, pero no puedo ser tan egoísta -

Hice una pausa tratando de acomodar mis ideas y dándome tiempo para hablar más con ella, me estaba esforzando para hablar lo más que pudiera

- No voy a hacerte el amor para levantarme e irme, quiero que recordemos toda la vida ese momento, quiero tomarme el tiempo contigo, no estar contigo apurado y luego dejarte sola, y mucho menos que tenga sabor a despedida, porque solo es un hasta luego, volveré a ti Tatlı-

Sin lugar a dudas fue la explicación más larga que le había dado a alguien en toda mi vida, me había costado mucho, pero a la vez no me puso incómodo ni nervioso, solo necesitaba que ella entendiera el porque, porque si insistía un poco más mi caballerosidad se irá al demonio, estaba muriendo por tenerla en mis brazos.

- En serio? no es porque me ves como una niña tonta? -

Me preguntó dudosa lo que me hizo soltar una carcajada, la tomé en mis brazos y la hice sentar en mi regazo.

- Te veo como el tesoro más grande del planeta, la mujer más hermosa de todas-

Me sonrió y tomo mi rostro entre sus manos y comenzó a besarme con tanta dulzura que cada vez estaba más perdido en ella, ni me di cuenta cuando fue pero Sara estaba sentada a horcajadas sobre mi y mis manos bajo su camiseta acariciando su espalda ... no podía detenerme ni ella tampoco, ambos moviamos nuestras caderas uno contra el otro, y ya una de mis manos estaba acariciando un seno de Sara debajo de su camiseta, no había manera de detenernos, menos al sentir jadear a Sara en mis labios, había liberado todo lo que me venía conteniendo.

-Pat?? Patrick?? eres tú?-

La voz medio adormilada de Cathy llegó desde la escalera y nos detuvimos al instante, mire a Sara a los ojos y no pudimos evitar sonreir

- Sera mejor que hables con ella...-

Me dijo mientras escuchaba a Cathy bajar, Sara intento ponerse de pie

- No sé te ocurra levantarte, sino quieres que Cathy se de cuenta -

Le dije por lo bajo, lo que hizo que Sara bajara la vista a mi entre pierna y soltara una carcajada, solo se giró y quedó sentada en mi regazo apoyando su espalda en mi pecho

- Aquí estamos Cathy... -

Le dijo Sara reprimiendo su risa, lo que no me daba gracia, por primera vez quería matar a mi hermana.

- Van a ser las seis de la mañana... ustedes no duermen? -

Nos dijo Cathy después de abrazar y besar a Sara y a mí me ignoro completamente

- Hueles al perfume de mi hermano -

Le dijo Cathy riendo y tomando asiento en el sillón de en frente muestro, a mi me hizo reír pero a Sara le dió vergüenza

- Regresamos hace un rato, pero ... en unas horas debo irme, tendré que llamar a mamá y papá -

Le dije sabiendo lo que se venía, desde mis veinte años cada vez que me iba mi hermana se enojaba, me gritaba y se encerraba en su habitación

- Me prometiste que iríamos juntos a despedir a Sara... y no que se iba más tarde?-

Me preguntó sorprendida, Sara no decía nada solo miraba a Cathy

- Me llamaron y debo irme a las nueve-

Apenas termine de decir eso Cathy se puso de pie de un brinco, enojada como siempre

- Te detesto!!!! siempre haces lo mismo!! ojalá Sara te deje por idiota!!! -

Después de terminar de gritar salió corriendo y se fue a su habitación, cerrando tan fuerte su puerta que la escuchamos desde abajo

- Drama...drama ... drama-

Solté resignado yo estaba acostumbrado, pero Sara no... golpeó suavemente con su codo en mi pecho

- Oye... no digas así! iré a hablar con ella, prepara algo para desayunar y que sea para tres, yo llevaré a Cathy con tus padres, no te preocupes-

Me ordenó prácticamente, se puso de pie y se fue con mi hermana.

- Suerte con eso! primero debo preparar mi bolso, las espero abajo -

Le dije yendo detrás de ella para buscar mi ropa, siempre estaba listo, apenas llegaba mi madre lavaba y planchaba todo, luego yo lo guardaba porque estaba acostumbrado a estos llamados de imprevisto, luego llame a mi padre, era muy temprano y no quería asustar a mamá, se quería volver pero le dije que no lo hicieran, Sara llevaría a Cathy y le prometí que esta vez estaría en contacto con ellos.

Al bajar me quedé sonriendo como bobo viendo a Sara y Cathy preparar el desayuno de espaldas entre risas... sin dudas Sara era increíble, en ese momento Cathy se dió vuelta y me vio, corrió hasta mí y me abrazo sin decir nada, Sara nos miraba sonriendo desde la cocina.

Desayunamos los tres juntos y la verdad que fue increíble, Sara le hacía bromas a Cathy para hacerla reír y yo terminaba riendo de las dos, cuando me llegó el mensaje de Max que venía en camino, todo el momento perfecto se acabó de repente, de repente me sentí angustiado.

- Max viene en camino, debo irme... Carol vendrá por tí?-

Le pregunté a Sara poniéndome de pie, no me sentía cómodo dejándola de por sí, menos si no sabía cómo se iría con Cathy

- Descuida llegará en dos horas, dejamos a Cathy y nos vamos directamente a nuestro departamento -

Solo asenti, sabía que Sara vivía con Carol y otra amiga cerca de la universidad y por primera vez no me gustaba, debía admitir que me daba celos...

- No voy a enojarme más pero no me quedaré a verte partir, vuelve pronto idiota-

Me dijo Cathy que me dió un abrazo corto y salió corriendo a su habitación.

- Escríbeme para avisarme que llegaste bien, responderé apenas pueda-

Le dije abrazándola con fuerza y ella hacia lo mismo suspirando

- Tu también si? avísame cada vez que puedas que estás bien, no hace falta que escribas mucho o me llames si no quieres hablar... solo dime qué estás bien-

Sonreí de escucharla, sin dudas está era la despedida más triste que había tenido por lejos.

- Voy a escribir siempre que tenga un momento, también te llamaré... escríbeme a diario por favor...-

Me abrazo más fuerte y la sentí reprimir el llanto, tenía miedo que me sucediera lo mismo que con Marian, pero la situación era distinta, cuando me fui Marian me grito y se enojó... Sara estaba aquí abrazándome.

- No tengas miedo, yo estaré esperando por tí, solo cuídate y vuelve a mi lado si? cada mañana cuando despierte te escribiré lo prometo -

Me dijo con su voz entrecortada y cada vez me sentía peor de irme, solo la pegué a mi y comenzamos a besarnos primero de manera dulce luego con la desesperación y el miedo de estar lejos el uno del otro por mucho tiempo, hasta que escuchamos la bocina del automóvil de Max, que seguramente venía con Adam también.

- Cuídate mucho, estaremos en contacto todo lo que sea posible. Te quiero mi Tatlı...-

La volví a besar y luego seque sus lágrimas con mis dedos.

- Tu vas a cuidarte... no me hagas ir por tí!! te quiero Grandote... ahora vete de una vez o no te dejare salir de aquí-

Me dijo sonriéndo con tristeza y separandose de mí, sin soltar su mano deje un beso en su frente, tome mi bolso y me fui hacia la puerta sintiéndome más triste de lo que jamás pensé.

- Grandote!! nunca me dijiste porque me dices Tatlı... -

Me dijo cuando ya estaba saliendo, me gire a verla con una sonrisa, como memorizado su imagen

- Bonita, o dulce... depende como se use por eso eres mi Tatlı, mi Bonita-

Vino corriendo hasta mí y volvió a besarme una vez más abrazada a mi cintura y yo la abrazaba de la misma forma.

- Solo preocúpate por regresar tal cual como te vas ... te quiero mi Grandote -

Apenas terminó de hablar la volví a besar y me despegue de ella como si doliera porque Max y Adam me gritaban desde el automóvil avisando que era tarde.

Me fui viendo a Sara parada en el jardín, cuando salimos solo miraba su silueta desaparecer a la distancia, no era lo correcto dejarla, lo sentía hasta el fondo de mi alma, era como si un puño gigante estuviese cercenando mi corazón.

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