El auto de mi padre ya estaba estacionado en frente de la casa de la familia Novacci. El hablaba con un hombre alto y rubio, tendría unos cincuenta y tantos, debe ser el padre de mi futuro esposo, o eso creo yo.
El vehiculo donde yo iba estaciono justo en frente de ellos. Mi padre se acercó a mi con una sonrisa perfecta, abrió la puerta y me ayudó a bajar tomándome de la mano y arreglando mi vestido.
—Domenico, te presento a mi tesoro más preciado, Agostina, tu futura nuera.
El hombre me miro de arriba a abajo, falto que revisara mis dientes como a un caballo. Sonrió muy cortés y ambos tomaron uno de mis brazos para entrar a la enorme mansión. Una mujer hablaba con un chico muy parecido al hombre que esperaba en la puerta con mi padre, este también parecía enojado con sus padres y salió en dirección al jardín. No me había visto aún, pero creo que vamos a entendernos, ninguno de los dos quiere esto.
—Los esperamos en el jardín.
El hombre beso mi mano y camino con su esposa en dirección a donde se celebrara la ceremonia.
—Papá...
—No tengo que repetirlo de nuevo, sé obediente y compórtate como una Bustamante. Ahora camina, quiero que esto termine lo más rápido posible para poder largarme de aqui.
No quería caminar, el al notarlo me jalo el brazo y casi me lleva a rastras. Antes de que la gente nos vea pellizco mi costado y mostro una sonrisa perfecta casi parecía emocionado de que su hija se iba a casar y la llevaba al altar con el hombre que salvaría su empresa, pero no era así, solo aparentaba felicidad ante las personas que nos miraban avanzar al altar.
Ojalá hubiera tenido un padre amoroso y me lleve al altar con el hombre que amo, en cambio me toco uno sin corazón que me estaba ofreciendo en trueque.
En el altar esperaba un chico alto, rubio de ojos celestes, tenía un cuerpo bien trabajado, parece que hace deporte y le dedica mucho tiempo a su apariencia. Pero su mirada era inexpresiva, al igual que mi padre.
—Te entrego mi tesoro mas valioso, cuidala y amala como lo he hecho yo toda su vida.
Cuanta falsedad saliendo de su boca. Mi futuro esposo tomo mi mano y miramos al frente.
Yo tampoco expresaba mi amargura, en cambio, mostraba una cara seria. Esto para mí no significa nada, es un trámite.
Mi mente estaba en blanco, no presté atención a lo que decía el juez ni el cura. Solamente firmé el acta de matrimonio y dije "Si acepto" me pusieron el anillo y termino la boda. El problema fue cuando tuvimos que besarnos para sellar la unión entre ambos.
Fue como besar a la nada. Un beso insignificante para ambos, pero que se vio muy bonito para los espectadores. Todos se pusieron de pie y aplaudieron.
—Gracias hija, el futuro de nuestra empresa ahora es seguro.
Ignore las palabras de mi padre y sentí su frío abrazo. Acaricio mi mejilla y beso mi frente, luego me dejo sola con mi esposo.
—Hola, lamento mucho todo esto.— Dije pero, no respondio.
El tomo mi brazo y salimos de la vista de todo el mundo. Las personas se estaban yendo, no hay fiesta, no hay cena, no hay nada.
—Vamos a la habitación, tenemos que hablar. —Dijo mientras los invitados se despedían de nosotros y nos regalaban sus buenos deseos.
En una habitación en el segundo piso estaban todas mis pertenencias. Es una habitación lujosa. Él me dejó pasar primero y cerró la puerta con seguro.
Se quitó el saco de su traje y se sentó en la cama, miraba el suelo y después me pidió que haga lo mismo. El silencio duró varios minutos y era muy incómodo.
Yo me levanté y saqué ropa de una de las valijas y le pregunté dónde estaba el baño, ya que la habitación era enorme y tenía varias puertas.
Él señaló con el dedo la puerta y entre a sacarme el vestido. Después de ponerme cómoda sali y deje el vestido sobre la cama.
—Te escucho.
El no me miraba, parecía que buscaba las palabras exactas, un momento despues se puso de pie y hablo.
—Creo que es obvio que ninguno de los dos quería esto, fui obligado a casarme contigo por los negocios de nuestros padres. Tu padre estaba al borde de la quiebra y mi padre quiere un heredero. Este es el trato que te ofrezco, vamos a seguir esta farsa al pie de la letra por cinco años, vamos a tener un hijo y después nos divorciamos.
—Un año.
El me observo sorprendido.
—Un año es muy poco tiempo y el contrato dice...
—Es el tiempo que voy a sacrificar de mi vida para los intereses de nuestra familia, lo de tener un hijo no lo sé, no quiero que mi hijo sea un objeto como lo soy yo para mi padre. No estoy de acuerdo, y si no lo tenemos podemos divorciarnos.
—Si no tenemos un hijo tu padre lo pierde todo, ellos ya negociaron los términos por nosotros Agostina.
—Tengo que terminar mi carrera, no puedo hacerlo con un hijo a cuestas. En ningun momento me dijeron que para salvar a la empresa de mi padre tenia que hacer semejante sacrificio.
—Yo dejé a mi novia de cinco años por este matrimonio, no eres la única en sacrificarse. —Dijo enojado.
—¿Te parece bien traer a un inocente al mundo por caprichos de otro? Yo jamás estuve con un hombre, tuive citas pero nada serio en realidad. Toda mi vida me ocupé de otras cosas ¿Tu quieres un hijo de una mujer que no amas? Lo dudo mucho.
—No, pero si lo tuviera lo amaría porque seria mío.
No pude evitar reírme a carcajadas, es increíble lo que estoy escuchando.
—¿Y que hay de mi? ¿Que hay de lo que yo quiera? ¿Soy un mueble? Yo pensaba perder mi virginidad con el hombre que me ame al igual que yo. Pensaba formar una familia con amor, ¡No así!.
No me había dado cuenta de que estaba llorando por la tristeza e indignación.
—Yo tampoco quiero tener un hijo así, pero mis padres fueron muy claros en lo que querían, soy hijo único y las empresas de mi familia van a pasar a mi, lo único que quieren es un sucesor después de mi.
—¿Por que no te casaste con tu novia?— Esta ves pregunte mas por curiosidad que por otra cosa.
—Ella no es fértil. Lo intentamos y después de hacerse muchos estudios nos dijeron que no es capaz de tenerlos..
—Lo lamento.
—En el viaje seguimos hablando de esto. Ahora vayamos al aeropuerto.
¿Viaje?
—¿De que viaje hablas?
—Toda boda tiene una luna de miel. Tenemos que jugar a la parejita feliz. Solo toma la documentación correspondiente. Nos vamos al Caribe ahí voy a comprarte todo lo que quieras y necesites.
—No quiero que me maltrates ni me obligues a nada, si me tratas con respeto yo te tratare de la misma manera. Si me tienes paciencia podemos llegar a ser amigos, pero de algo estoy segura, no voy a entregarme a ti así nada más.
El sonrio, pero tenía una mirada triste.
—Estoy de acuerdo.
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Comments
Jesther Fernandez
hasta los momentos va super bien he interesante🫣
2024-01-20
6
Yudith Hernandez
bueno algo es algo hablar y entenderse es bueno
2023-12-18
0
Elide Rubio
bueno que bien que hablaron
2023-12-07
0