Han pasado dos días desde el incidente y, aunque me siento renovado, aún no he recibido respuesta por parte de la universidad. La verdad, ya me estoy resignando a la idea de no entrar. Me hacía ilusión intentarlo, y si lo lograba, sería todo un logro mostrar cómo un simple humano había conseguido ingresar a esa prestigiosa institución, un lugar reservado para la élite de clase alta.
Hijo, esta noche regresaré tarde. Parece que habrá una celebración y me tocará quedarme -mi madre se acerca y acaricia mi mejilla-. ¿Estarás bien solo?
Sí, madre, ya no soy un niño -sostengo su mano-. Ve con cuidado y llámame si necesitas algo, ¿vale?
Está bien, hijo -me besa en la frente antes de salir-. Te estaré llamando.
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Me tomo un momento para respirar. Ya me hacía falta esto —susurro mientras golpeo mi saco de boxeo, sintiendo cómo mis músculos se tensan con cada golpe-. No puedo creer que mi madre me haya prohibido entrenar hasta que se asegurara de que me sentía mejor, aunque desde el día que llegué a casa ya estaba más que bien.
El sonido del timbre interrumpe mis pensamientos. Me acerco a la puerta con el corazón latiendo rápido.
Buenas tardes, ¿qué necesita? -pregunto al abrir-.
Buenas tardes, vengo a entregarle un mensaje por parte de Upper Crescent Moon University -dice el hombre, entregándome un sobre y pidiendo mi firma en un documento-. Que tenga un buen día.
Gracias -cierro la puerta tras de mí y me siento en el sofá. Observo el sobre por unos segundos, temiendo lo que pueda encontrar. Al abrirlo, mis ojos no pueden creer lo que leen-. ¡Wow! ¡No puedo creer que me hayan aceptado! Leo y releo la carta, incapaz de asimilarlo por completo.
En la carta:
¡Felicidades!
Te informamos que has sido admitido en la Upper Crescent Moon University, en la carrera de Sociología, a partir de junio de 2022. Nos complace darle la bienvenida a nuestra comunidad y estamos ansiosos por acompañarte en esta nueva etapa.
Todo esto suena demasiado falso. Me río y le mando una foto a mi madre con un mensaje corto: ¡Pase!
Al minuto, recibo su respuesta: ¡Felicidades, hijo! Mañana te haré tu comida favorita para celebrarlo. Sonrío, sabiendo que mañana será un gran día.
Nos vemos mañana, mamá. Te amo -le respondo-.
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Dado que ya estoy oficialmente dentro, me encuentro en la biblioteca investigando lo que le prometí a ese chico. Quedamos en investigar juntos si yo lograba entrar, y aunque no he encontrado nada realmente relevante, sí descubrí el idioma que mencionó. Desafortunadamente, ya olvidé lo que dije en ese momento. Ojalá él no lo haya olvidado.
Lo poco que encontré parece estar relacionado con una lengua antigua y olvidada. Es similar a la pronunciación que el chico utilizó, pero es una lengua de antiguos dioses que, según la leyenda, otorgaron poderes a cada especie. Claro, hay dudas en mi caso, porque yo no fui bendecido con ninguno de esos poderes.
Al releer la leyenda, me doy cuenta de que este dios no es como los demás. No pertenece a ninguna especie conocida, ni ha habido rastros de su existencia. Aun así, se cree que este ser especial otorgó dones a algunos pocos elegidos, aunque no hay muchos registros al respecto.
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Dato importante: Las batallas en el examen de admisión se realizan porque, cada semestre, las universidades enfrentan a sus representantes en una serie de desafíos. Estos combates sirven para ganar más poder y reconocimiento, no solo sobre otras instituciones, sino también de parte de los dioses, quienes a veces se hacen presentes a través de seres superiores que escogen para representarlos.
Espero que les haya gustado
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Comments
Gladys Zapata
ay que emoción esto cada vez se pone
2025-02-21
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Gladys Zapata
mejor
2025-02-21
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