Capitulo 18: Confesión

Desde la perspectiva de Theo Kendrik:

Sinceramente, me alegra que él no sea como todos los vampiros que he conocido. Otras especies solo me ignoran, pero los vampiros disfrutan humillando a las especies "inferiores". No he tenido la oportunidad de conocer a las sirenas, pero dicen que son igual de arrogantes y despiadadas que los vampiros.

Sí, de aquí a allá, ellos no se retractan, entonces pelearé contigo -me dice con una sonrisa-.

No puedo evitar sonreír ante su propuesta.

Me encantaría, pero no quiero que salgas lastimado. No creo que tu madre se detenga solo porque estés ahí, ¿o sí? -le pregunto, preocupado-.

No, pero lo haré de todos modos, no me importa -Dice mientras pasa sus manos por su cabello-.

¿Por qué harías algo así por alguien que acabas de conocer? -mi pregunta sale más cargada de emoción de lo que esperaba-.

Me gustaste desde el primer momento en que vi cómo pusiste en su lugar al idiota de mi hermano -responde con una pequeña sonrisa-. Además, no estás a mi lado por interés, como lo hacen otros.

¿Por interés? -repito, extrañado-.

Sí. La gente quiere estar cerca de mí o de mi hermano por el poder que tiene nuestra familia. Quieren aprovecharse de la relación que puedan crear con nosotros.

Qué molesto. Si quiero lograr algo, lo haré por mis propios medios, no utilizando a otros para conseguirlo.

Eso es lo que me gusta de ti -dice con calma-.

Por suerte, tiene los ojos cerrados, porque siento el calor subiendo a mis mejillas. Estoy completamente sonrojado por sus palabras.

Sabes que hablo en doble sentido, ¿verdad? -continúa, notando mi incomodidad-. Me gusta cómo eres, y también me gustas de manera romántica. Me di cuenta de ello ayer, mientras hablaba con mi hermano.

Antes de que pueda seguir, tapo su boca con mi mano, sin saber cómo manejar la situación.

¿Es en serio, o estás jugando conmigo? -lo miro, aún más sonrojado. Él quita mi mano de su boca suavemente-.

Es en serio. No me atrevería a jugar con eso -dice, mientras besa mi mano con ternura-.

No sé qué decir en estos momentos -confieso, confundido por la mezcla de emociones-.

No digas nada, solo piénsalo. Si llegas a sentir algo por mí, dímelo. Cuando eso suceda, veremos cómo proceder. Y si no, pues mantendremos esta amistad -me responde, dándome espacio para pensar-.

Está bien -le digo, aunque en el fondo dudo que no llegue a sentir algo por él. Mi corazón ya late más fuerte de lo que debería-.

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Madre, ¿cómo te sentiste cuando papá te dejó? -le pregunto, rompiendo el silencio mientras ella realiza sus tareas-.

Se queda en silencio por unos minutos, interrumpiendo lo que estaba haciendo. Su expresión se oscurece.

N-no sabría decirte, hijo. Recordarlo me causa mucho dolor, pero lo he superado… o eso creo -responde con voz temblorosa-.

Entiendo -le digo suavemente-. ¿Y qué harías si me ocurriera algo malo?

No digas eso, hijo. No me asustes -responde angustiada mientras se acerca y me abraza-. No me dejes sola.

Tranquila, madre -la abrazo con fuerza-. No te dejaré sola.

Pero lo cierto es que no sé cómo decirle que tengo que enfrentarme de nuevo, y esta vez no será contra un estudiante, sino contra la madre de un vampiro. Dios, no sé si me odias o si realmente me quieres allá arriba contigo. Pero no me rendiré. Aunque sea el momento de mi muerte, lo enfrentaré sin dudarlo.

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¿Ustedes que piensan de la repentina confesión de Jeffrey a Theo?

Espero que les haya gustado

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