Capitulo 5: Enfrentamientos y revelaciones

Desde la perspectiva de Theo Kendrik:

Mi madre es beta, pensé que yo también lo sería. Sin embargo, al realizarme el examen, el resultado fue sorprendentemente diferente: soy omega. No conocí a mi padre, por lo que no sé si él también era omega, y cada vez que intento preguntarle a mi madre, ella siempre evita el tema. Así que decidí no volver a tocarlo.

Mañana debes llegar a las ocho o antes, si es posible, para que puedas conocer con quién te enfrentarás y prepararte -me dice el doctor antes de que pueda salir-.

Sí, señor, llegaré antes de las ocho -respondo mientras salgo del consultorio y me dirijo directamente a casa-.

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Parece que ella aún no llega -digo, mientras enciendo las luces de la casa y veo que mi móvil comienza a sonar con el nombre de mi madre en la pantalla-. Hola, madre, ¿dónde estás?

Hola, hijo, perdóname, pero hoy no puedo ir a casa. Me avisaron que tengo que quedarme hasta tarde, ya que hay una reunión y necesitan personal -responde ella, y yo suspiro antes de contestar-.

Está bien, madre. Por favor, ten cuidado -le digo mientras me dirijo a la cocina- Aprovechando que me llamaste, ¿cómo te fue en la cita médica? ¿Qué te dijo el doctor?

No me dijo mucho, solo que tuviera cuidado con mi cuerpo y que siguiera tomando los medicamentos para evitar contagiar a otros -escucho su suspiro-. Solo eso.

Renuncia, no me voy a rendir hasta que decidas hacerlo. Hasta el doctor te advierte que cuides tu cuerpo, y allá solo te lastiman -digo con un tono casi enojado-. ¿Y mañana a qué hora llegas?

Intentaré llegar esta noche, pero como te dije, saldré tarde. Así que trata de dormir temprano.

Está bien, madre. Ten cuidado, y estaré pendiente si me necesitas en algún momento.

Gracias, hijo. Descansa y te amo.

Yo también te amo. Adiós -digo antes de colgar-.

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Hoy definitivamente es el peor día de mi vida. No solo me quedé dormido en el bus y pasé cinco paradas, sino que también me toca enfrentar al bastardo con el que me peleé ayer. En definitiva, no soy el preferido de los dioses. Este día no puede ser peor.

Buenas tardes, vengo a ver a qué hora me toca pasar para la dichosa batalla -le pregunto a una mujer que está sentada al lado del tablero donde están organizados los combates-.

Dime tu nombre completo y el del chico con el que te toca -me responde mientras busca en la lista que tiene a la mano-.

Me toca con Leonardo Sloane -le digo mientras miro el tablero-. Mi nombre es Theo Kendrik.

Leonardo Sloane y Theo Kendrik -repite ella, aparentemente para sí misma, mientras busca en la lista-. Es el tercer combate. Buena suerte, aunque sinceramente, desearte suerte puede no servir de nada.

Gracias -respondo mientras entro en la universidad y me dirijo al lugar donde supuestamente se realizarán las batallas. No ha llegado nadie. No puedo creer que sea el primero en llegar. Me acuesto en una banca cercana, mirando el cielo, hasta que un idiota aparece-.

Hola, hola, ya viste que te toca pelear contra mí. ¿No crees que es un regalo de los dioses que tengas la oportunidad de enfrentarte a mí? -sonríe orgulloso-. Nadie tiene ese privilegio.

No, no creo. De hecho, creo que es lo peor que me ha pasado en la vida -lo miro a los ojos-. Pero qué se puede hacer. Quedaste tan resentido conmigo que seguro les pediste a tus papitos que te enfrentaran a mí -sonrío un poco-. Crees que no sé qué las especies como la tuya tienen el privilegio de no presentar el examen.

Maldito -dice, a punto de lanzarme un golpe cuando alguien lo detiene-.

Solo sabes solucionar las cosas a golpes, pedazo de idiota -digo mientras veo al chico parado al lado del idiota. Es claramente otro vampiro-.

¿Qué haces aquí? Pensé que no vendrías.

Solo haces idioteces, y esta es otra de muchas que llegarás a hacer -me mira-. Perdona la idiotez de este hombre, no piensa antes, ni después de actuar -se aleja después de decirme eso-.

Bueno, al menos veo que hay especies superiores que no se creen dioses -suspiro y me recuesto de nuevo hasta que suena el timbre para avisar que debemos ingresar para dar inicio a las batallas-. Maldita sea.

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Espero que les haya gustado

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