capítulo 9- sorpresa

Ya preparados para el viaje, un carruaje se detiene antes de que Clhóe suba a su caballo, de ahí baja Rafael, quien se acerca para abrazarla, no podía dejarla ir sin despedirse, Clhóe le corresponde el abraza.

- estaré de regreso pronto.

- cuídate, tienes que volver a salvo.

Jasha observa a ambos, pero desvía la mirada, al parecer la chica tiene a alguien especial que espera por ella, siendo así, no debería arriesgarse tanto. Cuando se separan, Rafael inclina levemente la cabeza al ver a Jasha, el chico solo espera que ambos logren su objetivo y estén a salvo. Clhóe se sube a su caballo, para ya marcharse, deben darse prisa ya que primero tienen que pasar a un lugar importante.

- no debería hacer algo tan peligroso...

- ¿te estás arrepintiendo de nuevo?

- al parecer tiene quien se preocupe por usted.

- supongo, pero si no hago esto, jamás podré vivir con tranquilidad.

No sabiendo que su padre vive feliz y que podría obtener el trono algún día, ese hombre incluso sería capaz de declarar la guerra a cualquier país. Después de un par de horas, se detuvieron para que los caballos descansen y se alimenten, también ellos pasaron a una posada para comer algo y descansar, tal como paso antes, Clhóe pidió una sola habitación, aunque para Jasha sigue siendo un poco incómodo, nunca antes había compartido una habitación con una mujer a menos que fuese para otra cosa, además de que Clhóe era bastante confiada, sobre todo al dormirse solo una bata de baño.

- ¿puedo saber al menos a donde vamos?

- no, solo ten paciencia. Duerme que mañana salimos temprano.

Clhóe se sube a su cama cubriéndose por completo con la sábana, pues donde habían llegado había frío durante las noches. Jasha solo frunce los labios, esa chica en verdad es testaruda. Tal como Clhóe dijo, desde muy temprano iniciaron su viaje, Jasha por supuesto noto que la dirección era diferente y Clhóe no tenía la intención de decirle nada; así pasaron dos días viajando, hasta llegar a una mansión solitaria en las afueras de un pequeño pueblo entre la frontera de Diamond y el Norte, ahí Clhóe avisa de su llegada a un guardia de dicha mansión, por lo que estos abren las puertas dejando pasar a ambos, Jasha se sorprende al ver el jardín de dicha mansión, ya que esta se veía floreciente y verde, algo extraño al estar cerca de la frontera, al llegar a la puerta, un mayordomo les guía ambos rodeando parte de la mansión hasta quedar ante un invernadero, el mayordomo deja que ambos pasen, Clhóe es quien guía a Jasha y se detiene justo donde había una mesa y en ella, postres, que eran desgustados por una mujer, vestida con una túnica ajustada, que inicia con un color negro desde la capucha hasta medio brazo donde es de color blanco.

- llegaste justo a tiempo. Sean bienvenidos, tomen asiento.

La mujer señala dos asientos libres en la mesa. Clhóe le hace una seña a Jasha para que se siente, aunque el chico esta completamente confundido.

- segundo príncipe Jasha Romanov...por un momento creímos que jamás vendrías a este templo.

- ¿eh? ¿Templo? Usted...¿quien es?

- soy la sacerdotisa que cuida de este templo y también le encargada mantener bajo vigilancia a los usuarios de las armas sagradas.

Jasha estaba sorprendido, por las palabras de aquella mujer, ese sitió no parecía un templo, pero podría explicar el hecho de que sea todo como si estuviesen en primavera.

- tu padre vino años atrás, exigiendo un arma, para nosotros una persona así es peligrosa, pudimos matarlo, pero significaría una guerra en contra de nosotros. Pero hoy ha nacido el arma que se levantará contra su tiraña.

La mujer extendió la mano hacia un lado, cuando la puerta en aquella dirección se abrió, un hombre entro cargando una caja de madera, esta era bastante larga como para contener una espada, el hombre se inclino levemente ante Jasha estirando las manos hacía él con la caja.

- es tuya, úsala y libera a tu gente.

Jasha aún no podía creer lo que estaba sucediendo, Clhóe le golpea suavemente con el codo para sacarlo de su estado de sorpresa y el chico se pone de pié recibiendo aquella caja, la cual era pesada.

- señorita Clhóe, estoy segura que usted sabrá guiarlo bien.

- haré lo mejor que pueda señoría.

- he asignado a una persona que les ayudará, esa persona los buscará más tarde.

- por supuesto señoría, agradezco su amabilidad.

- pueden marcharse y buena suerte en su batalla.

Clhóe se pone de pié y empuja despacio a Jasha, este quería preguntar algunas cosas, pero la mujer también se retira, seguía un poco confundido con lo que acababa de pasar.

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