capítulo 7- la diferencia

Clhóe siguió su viaje siguiendo a Rafael, pues a final de cuentas, ella va de regreso a Darkness, incluso le contó a Rafael sobre lo que sucedió con Jasha.

- su vida tampoco a sido fácil, es normal que tenga miedo y no puedes enojarte solo porque no puedes usarlo para tu venganza.

- no lo estoy usando, además nos beneficia a ambos, pero es un cobarde.

- él ha estado en batalla como tú y sabe lo que es perder a sus compañeros, quizás solo es más sensible a eso, a diferencia tuya.

- ¿dices que actúe mal?

- si, debiste entenderlo también, su padre no lo quiere y le dio el puesto de príncipe heredero al hijo de la amante, sin contar que su madre murió cuando él apenas era un niño.

- yo también era una niña cuando perdí a mi madre. Pase por casi lo mismo.

- pero todos llevamos nuestro dolor de manera distinta, además tú encontraste refugio con el duque Marius que te trato como una hija, el lord Raizel quien te trato como hermana. ¿Y si él nunca tuvo a nadie? Nunca te preguntaste eso.

Clhóe se quedo en silencio, por las palabras de Rafael, si lo analiza bien, su amigo puede tener razón, quizás todo influye en quienes tuvo a su lado durante su proceso de dolor. El camino hasta un nuevo sitió de descansó, Clhóe se mantuvo en silenció.

Días después, Jasha finalmente llego a su Ducado donde les ha dado refugio a aquella gente, después de arreglar eso, llamo a algunos nobles que han estado de su lado, para una importante reunión, el lugar sería una mansión alejada del territorio, ahí, Jasha les plantea la idea de una rebelión contra el actual emperador, los nobles se miran entre si, si bien últimamente estaban en contra del emperador nunca pensaron en la posibilidad de una rebelión, menos llegaron a pensar que Jasha les diría algo así.

- alteza ¿sabe lo que significa una rebelión? Una vez iniciada no hay vuelta atrás, aún cuando estemos perdiendo.

- lo se Conde, por eso, pido que lo piense seriamente, se que puedo confiar en ustedes, ya que siempre respaldaron a mi madre.

- la emperatriz fue una mujer generosa, jamás dejaríamos que una mujer llena de ambición subiera al trono.

- gracias al apoyo de la corte, esa concubina no puede tomar la corona.

- creo que no estamos desviando del tema. Alteza ¿esta seguro de lo que pide?

- por supuesto, si no fuese así, no vendría a pedir su apoyo. Pues como saben no cuento con un ejercito lo suficientemente grande.

- creo que aún nuestro apoyo, seguimos teniendo desventaja.

- opinó lo mismo, antes de iniciar una rebelión, debemos estar seguros de ganar.

- ¿y si yo les garantizo la victoria? Tengo una persona que podría cambiar el rumbo de todo.

- ¿una persona? ¿Cree que solo una persona puede darnos la ventaja?

- si, porque esa persona, posee un arma sagrada.

Los nobles se miran entre sí, nunca creyeron que Jasha conociera a alguien tan fuerte, pues se sabe muy bien, que un solo usuario de un arma sagrada es suficiente para derribar hasta a mil hombres si sabe usar bien su arma.

- traiga a esa persona y jusgaremos si es posible ganar.

- si esa persona es realmente fuerte, entonces le daremos todo nuestro apoyo.

- espero cumplan con su palabra.

Ahora solo le falta, poder convencer a Clhóe de ayudarlo en esa batalla, ella parecía muy decidida pero con su miedo, solo hizo que ella se enojara e incluso rompió el trato que había hecho, cuando realmente nunca se puso a pensar que tan importante pudo ser para ella, esa venganza que tanto añoraba.

Estando ya de regreso en Darkness, Clhóe se fue a descansar a una pequeña casa que había logrado compra en el pueblo, estando ahí se recostó en un sofá, mirando hacía el techo, sus planes se fueron a la basura, creyó que había encontrado una gran oportunidad para finalmente acabar con aquellos que la quisieron usar para beneficio propio, jamás perdonará a su padre por querer entregarla a un viejo pervertido solo para tener un poco más de apoyo político. Cerro los ojos recordando sus días en el palacio de su padre, ella apenas tenía 12 años cuando su madre falleció debido a una enfermedad, pero mientras estaba viva, las otras concubinas de su padre la trataban mal, incluso el día del funeral hicieron ellas una fiesta, sin importarles el dolor que una pequeña niña estaba sintiendo, la dejaron sola y durante los siguientes días, sus medias hermanas la trataban mal, la traían de su sirvienta, entonces salió el tema de que cierto noble quería como esposa a una de las hijas del tercer príncipe para darle su apoyo, entonces todas las concubinas dijeron que Clhóe era la indicada pues de ese modo ya no estaría sola, cuando el tercer príncipe acepto dicha propuesta, una de las concubinas fue a hablar con ella para contarle como es que debería atender a su futuro esposo para tenerlo contento, fue de lo más inhumano contarle cosas así a una pequeña niña, Clhóe no quería era asqueroso pensar que tendría que hacer esas cosas con un hombre era más viejo que su padre, fue entonces que la leal doncella de su madre, la ayudó a salir de aquel palacio, pues prometió a su difunta señora, proteger a su hija. Fue así como llego al castillo Ivanov. Clhóe abrió los ojos, molesta por ese recuerdo, su sed de venganza solo aumentaba, quería quemar a cada una de esas mujeres y a su padre, por querer enviarla a manos de un viejo pervertido.

Había pasado cerca de una semana y justo cuando iba saliendo de su casa, Jasha estaba ahí, esperando por ella. Por supuesto que se sorprende verlo ahí, creyó que a esas alturas, ya estaría en su territorio ignorando nuevamente la situación por la que pasa su país, pero Jasha se acerca y se inclina ante ella.

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