-Solamente les diré una cosa malditos -Dijo Bastían- Prepárense para experimentar el mayor sufrimiento de sus vidas. Aquel que mate a mis seres queridos más de una vez, lamentara el día de su nacimiento.
-Vaya todavía recuerdas la muerte de tu familia -Menciono Gabriel- Eso fue ya más de medio año, en fin ven y mátame...Si es que puedes, claro.
Bastían no logro controlar sus impulsos y arremetió directamente contra el ángel, quien simplemente se reía como niño pequeño cuando jugaba así era su risa. Sin duda ese enfrentamiento era mal contra mal, en este campo de batalla tener bondad ya no existía y quién lo llegará a sentir estaba muerto.
Mientras ellos estaban en batalla, los demás soldados comandados por Ares no dudaron y se fueron directamente contra Amaterasu. No importaba ahora las muertes, solo les importaba hacer pagar a esos malditos por las muertes.
-¡No teman soldados! Si mueren no será en vano así que vayan con todo lo que tengan -Gritaba Ares- Cybelle y Elma ¿Cuál es el plan? No me importa ser carne de cañón mientras matemos a esa hija de perra.
-En verdad siguen pensando que sus armas me pueden dañar -Menciono mientras repelía las balas- Sus intenciones son buenas, pero eso no significa que van a ganar, además no tengo que perder tiempo con ustedes.
Amaterasu no tenía en sus planes enfrentarse contra más humanos una vez más, así que ya enfurecida o talvez frustrada por todo lo que estaba sucediendo decidió en crear un muro de llamas que arrasaron con todos los soldados que se acercaban. Morían inmediatamente consumidos por esas llamas azules, solamente en ese ataque más de quinientos soldados murieron incinerados.
-¡Hija de perra! -Grito Ares- Muchachos no podremos ayudarlos encarguense de ella y vuelvan como héroes.
-¡Pero que ruidosos son! -Exclamó Amaterasu- Bueno por lo menos ya no tendremos visitas inesperadas, ahora por favor prosigamos con nuestra batalla.
-Te lo aseguro maldita, me encargaré que sufras el dolor más inhumano que ni siquiera dios pueda soportar.
-Eso espero, quiero probar esa cosa a la cual ustedes le llaman dolor.
Las dos batallas se estaban desarrollando con el paso del tiempo se notaba que iban perdiendo menos energía a la hora de atacar. Pero en esta batalla sin precedentes quien flaqueara por lo menos un momento estaría asegurando su muerte. Bastían no dejaba que Gabriel tomara un suspiro y lo golpeaba ferozmente como si fuera un saco de box, el daño se hacía presente en el cuerpo de ambos.
-Bastían tienes mi respeto -Dijo Gabriel- Eres el primer humano que le digo eso, así que sigamos con esta batalla la cual está lejos de terminar.
-Bailemos un poco más este tango del Inframundo ¿No crees?
-Si no fueras un simple humano ya te habría pedido matrimonio -Exclamó Gabriel- Pero el destino nos separó.
Bastían sabía que su cuerpo no aguantaría por más tiempo entonces llevo su poder a sus máximos límites con tal de crear una brecha, pero no encontraba esa abertura para dar un buen contraataque. Mientras tanto Astrid se mantenía observando como todo a su alrededor ardía en llamas, inevitablemente cayó en un ataque de pánico o tal vez de ansiedad ya que estaba procesando bastante en tan poco tiempo.
-Esto no puede estar pasando -Susurró- Mis amigos y maestros fueron asesinados...¡Por esos malditos ángeles! ¡Me encargaré de golpearlos!
Astrid controlada por el miedo e irá tomo la espada de su teniente junto con su escudo, fue directamente hacía Gabriel y logro desequilibrarlo por unos segundos este la golpeaba pero Astrid no temía y cubría los golpes con el escudo así que espero el momento perfecto y paso de defensiva a contraatacar.
-¡Muere maldito solo nos traes sufrimiento! -Grito Astrid- Yo soy el demonio del cuál te habías olvidado
-¡Astrid corre por favor! No tienes oportunidad contra el -Menciono Cybelle- No quiero verte morir.
-Si hago eso fallaré con mi deber como soldado -Respondió- No quiero morir sin antes darle una paliza a este ángel.
-¡No dejaré que unos humanos arruinen mis planes! ¡Así que quítate mocosa inútil!
-Prefiero morir.
-Tus deseos son órdenes mocosa.
Gabriel logro sacar la espada que tenía enterrada en sus piernas, y rápidamente tomo a la pequeña adolescente del cuello la cual con una gran sonrisa en su rostro solo dijo.
-Te salió mal esto...A mi me gusta que me ahorquen.
-Entonces lo haré más duro mocosa calenturienta.
Gabriel le seguía apretando del cuello pero ahora con más intensidad aunque igual empezó a atacar el brazo derecho de la joven. Desafortunadamente le rompió todo el brazo que dejó pulverizado todos los huesos de ese.
-¡Dime mocosa aún sigues sin tenerme miedo!
-¡Ah! Prefiero morir antes de aceptar que tengo miedo -Grito Astrid- ¡Póngase sereno y apunte bien, que va a matar a un hombre!
-Esa es la actitud...
Astrid sabía que no iba a morir ya que había planeado esto desde antes de la batalla, sería la carne de cañón para darle tiempo a Bastían para que esté descansara unos minutos.
-¡Bastían llegó la hora!
El joven rápidamente llegó hasta ahí y de un golpe el las costillas logro salvar a Astrid de su casi muerte inminente. Bastían por fin se había recuperado gracias al tratamiento de los medicamentos y todos sabían que este sería el contragolpe final.
-Astrid lo hiciste bien, ahora deja que yo me encargué -Dijo Bastían- Te lo aseguro que no fue en daño todo este sacrificio.
-Se que lo hice bien Bastían, yo siempre lo hago bien sin importar que sea.
Bastían se dió la vuelta y fue contra el ángel quien trataba de regenerarse y curar sus heridas, pero no podía ya que no le quedaba mucha energía así que como pudo se puso de pie una vez más para volver a la batalla.
-Tienes oportunidad para arrepentirte de todos tus pecados -Dijo Bastían- Ya que yo mismo haré que pagues de una manera no muy grata para tu cuerpo.
-Ja, crees que unas heridas me detendrán -Dijo Gabriel- Sigamos hasta que me logres matar, ven y demuéstrame el dolor.
Bastían se notaba en mejor forma que el ángel y lo empezó a golpear en repetidas ocasiones a su máxima velocidad, sin duda Gabriel ya estaba contra las cuerdas porque su regeneración ya no era tan rápida y efectiva como antes. Esto se debe por todo el daño que recibe en tan poco tiempo, su cuerpo fue perdiendo esa potencia para curarse rápidamente así que Bastían sabía por dónde atacar para acabar con el primer ángel.
Amaterasu al percatarse del estado físico de su compañero iba a ir ayudarle, pero fue detenida en seco por un gancho al hígado por parte de Elma.
-¿Te vas tan temprano? No lo creo señorita esto apenas es un aperitivo todavía te falta sufrir más
-Tch...Son cómo las víboras, no mueren a menos que se les corte la cabeza.
Elma sabía que si esto se alargaba aún más sería su final, así que junto con Cybelle atacaron en conjunto para obtener mejores resultados a la ofensiva y vaya que les funciono esa estrategia. La subteniente decidió utilizar un plan bastante arriesgado pero tenía esperanza que funcionarían a la perfección.
-Técnica especial: Hermoquinesis ácida. Veamos si eres tan resistente como dices -Menciono Elma- Cybelle retrocede un poco ya que posiblemente puede que salgas lastimada.
Cybelle retrocedió unos cuantos metros y no se porque trato de protegerse detrás de un árbol ya que este quedaría pulverizado por la batalla que estaba apunto de suceder.
La "Hermoquinesis ácida" una técnica la cual consume bastante energía y sangre del usuario ya que se utilizaba más de 3 litros de sangre. Consiste en crear una armadura aún más resistente a tal punto que pude soportar el impacto de un misil pequeño, además el pH de la sangre se puede modificar al punto de convertirla en ácido.
Se podía sentir que una gran presión salía del cuerpo de las dos, un simple humano como nosotros se hubiera desmayado nadamás con sentir esa fuerte presión. La batalla empezó y Elma rápidamente trato de tomar la delantera rociando ácido para dañar aún más al ángel.
-¡Ah quema! Malditos humanos como se atreven a hacerme daño.
Elma no le dió tiempo a descansar y atacaba en repetidas ocasiones hacía todas las direcciones posibles en las que se movía Amaterasu. Se notaba que la subteniente llevaba la batuta para esta batalla, no podía olvidar que ella mató al teniente Ignacio y empezó a golpear con un odio que sobrepasaba los límites.
-¡Esto es la venganza por lo que le hiciste a mi teniente! -Grito Elma- ¡No tendré piedad!
-Jajajajaja en verdad piensas que esto me hará daño -Susurró Amaterasu- Que ilusa eres.
Decía eso pero en verdad se encontraba con bastante dañó encima, ya había perdido dos de sus seis alas por culpa del ácido. Elma seguía atacando consecutivamente, solo se podía escuchar los gritos de dolor del ángel.
-Antes de que mueras. Pídele perdón a mi teniente y arrepiéntete.
-Prefiero morir, antes de disculparme con un humano.
-Ya veo...¡Pudrete en el infierno!
La subteniente empezó a golpearla en repetidas ocasiones con tal fuerza que el suelo empezó a temblar, esto dejo de ser una batalla justa y se convirtió en una masacre por parte de Elma quien controlada por la irá no dejaba de golpear el rostro de Amaterasu. El ácido poco a poco le digo iba derritiendo su cuerpo era lento el proceso pero el sufrimiento se hacía presente con solo una gota de sangre.
-Te lo vuelvo a repetir. Pídele perdón a mi teniente, arrepiéntete por lo que hiciste.
-¡Jamás! No me arrepiento por nada de lo que hice, fue bastante divertido verlos sufrir a ustedes los humanos.
-Ok, nos vemos en el infierno maldita. Técnica Final, expulsión de sangre bélica.
Elma solo tuvo que dar un chasquido para que se diera está técnica, que consiste en sacar toda la sangre del cuerpo que se encuentra a un metro de distancia. La subteniente utilizo está técnica para matar a Amaterasu y funcionó ya que está murió en menos de diez segundos.
La humanidad había logrado lo que parecía imposible y mató a un ángel, cada vez veían la victoria más cercana. Elma después de ese ataque cayó inconsciente había consumido toda su energía.
-Amaterasu murió por ser débil, no importa eso ahora....Sigamos peleando jovencito
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