Capítulo 7: Nuevos lazos

Astrid con su rostro lleno de lágrimas se quedó mirando a Cybelle ya que se sentía mal por todo lo que su paciente había sufrido, ella se fue directamente a abrazarla.

-Se que eso fue muy difícil para ti Cybelle, pero ese infierno no debe de definir la persona que seas en el presente o en el futuro. Se que apenas me conoces pero siento que nos parecemos bastante.

-Niña no me digas eso porque si no voy a romper en llanto, en verdad estoy apunto de llorar.

Astrid dejo de abrazar a Cybelle y se subió a una silla y con su clasica mirada llena de pureza le dijo a su paciente.

-Esta bien llorar, llora por favor saca todo el dolor que llevas acumulado. No debes de seguir sufriendo por tu pasado, y hasta si quieres grita y maldice todo lo que quieras pero saca todo ese dolor de una maldita vez.

En cuestión de segundos Cybelle ya estaba llorando a más no poder, en verdad ese llanto se podía sentir todo el sufrimiento en cada grito que daba. Ella seguía gritando y maldiciendo a todos los dioses que puedan existir, después de eso termino acostada en el suelo ya que termino con la poca energía que le sobraba.

-Creo que en verdad soy tu espíritu guardián, por lo que pude observar tú nunca sacaste ese sufrimiento que llevaba bastante tiempo guardado en el fondo de tu ser. Solamente dime una cosa ¿En verdad te fui de ayuda?

-Mocosa como te atreves a dudar en un momento si fuiste de ayuda. Me ayudaste a sacar todo el sufrimiento que tenía y me impulsaste a dejar un poco de lado mi pasado. Estoy en deuda contigo de por vida.

Astrid se bajó de la silla y se fue a curar a Cybelle una vez más ya que su brazo estaba sangrando.

-Tal parece que de tanta fuerza que pusiste en tus gritos se abrió otra vez tu herida. Tendré que curarte una vez más.

Pasaron unas cuantas horas y otra vez Cybelle ya se encontraba estable.

-Bueno ya te conté un poco de mi pasado. Ahora dime ¿Cómo fue que una adolescente de unos 16 años termino viviendo en medio del bosque? Quiero ver si te puedo ayudar en algo.

-No me gusta hablar mucho de mi pasado, pero bueno hoy creo que podría ser la excepción.

Astrid tomo asiento en el suelo se puso cómoda y comenzó a contar su pasado.

-Yo no nací en ninguno de los cuatro pueblos grandes y reconocidos, toda mi familia siempre vivió la mayor parte del tiempo en los bosques ya que así me podrían proteger del mal que existe allá afuera. Y siendo sincero se comprendía bastante ya que era su primer hija, éramos una familia perfecta era muy raro cuando teníamos discusiones bastantes fuertes. Afortunadamente siempre solucionamos esos problemas, y como posiblemente te puedas imaginar fui educada en casa.

Pero solamente hubo un problema en mi casa y ese era mi madre, ella tenía fuertes problemas con el alcohol. Cada que bebía alcohol me maltrataba es por eso que tengo está cicatriz en el brazo, fue causa de su agresividad, pero aún así yo la seguía queriendo no me importaba lo que me hiciera. Si ella me llegaba a lastimar yo no le decía nada y ni me enojaba, ya que yo sabía que todo eso posiblemente me lo merecía.

En eso Cybelle interrumpió a Astrid para tratar de darle un abrazo, pero la menor la aparto ya que quería seguir contando su historia.

-Yo siempre fui muy insegura ya que no conocía a nadie que no fuera mi madre o mi padre, trate de ser la hija ideal para ellos pero para mi madre al parecer yo solo era un pequeño estorbo ya que por mi nacimiento no pudo seguir sus sueños. Por otra parte para mí padre yo era lo mejor que le había pasado el siempre cuido de mi y me protegía cuando mi madre me trataba de pelear.

Pero desafortunadamente un día de repente y sin aviso mi madre murió de intoxicación alcohólica, ese día solo estábamos nosotras dos ya que mi padre fue a buscar un mejor trabajo al cuartel militar.

Mi madre aunque estaba apunto de morir no se disculpo por todo el sufrimiento que me llegó a causar, pero aún así yo no le guarde nada de rencor para mí la muerte de mi madre fue como si hubiera visto la muerte de mis mascotas. No salió y ni recorrió ni una lágrima por mi rostro solamente me quedé en silencio observando el cadáver de mi madre.

La voz de Astrid se empezó a cortar cada vez más ya que estaba recordando cosas un tanto traumáticas.

-Después de unas horas mi padre por fin llegó y solamente vio el cuerpo de mi madre en el suelo y rompió en un llanto intenso, el había perdido a la madre de su hija. Por obvias razones mi padre cayó en una fuerte depresión que comenzó a beber cualquier tipo de alcohol sin importar el daño que este le hiciera. Dos meses después mi padre se suicidó en el sótano de nuestra casa, no sin antes dejarme una nota que decía:

..."Carta de despedida"...

Mi querida Astrid, lo que estoy apunto de hacer es porque quiero volver a estar con tu madre una vez más. Se que posiblemente ti todavía no entiendas esto y tengas muchas dudas, pero cuando seas grande comprenderás porque me suicidé. No te preocupes no estarás sola, le pedí al teniente que te cuidara por mi, se una buena niña. En verdad no te preocupes por mi más, vive tu vida como quieras y disfrutará al máximo porque no sabes cuando será tu último día.

...Con amor para mi niña preciosa Astrid....

-Todo eso sucedió hace dos años, y hasta el día de hoy sigo sin entender porque mi padre se suicidó, acaso no creía poder cuidar de mí o solo fue un cobarde. Bueno ni idea, pero esa es toda mi historia de porque ahora vivo aquí en el bosque.

-Que vidas de mierda hemos tenido, pero hey por lo menos seguimos vivas ya sea afortunada o desafortunadamente. Depende el punto de vista en el que lo quieras ver.

-En fin ahora confirmo mi hipótesis de que tú y yo somos bastante parecidas, con la única diferencia que tus padres siguen vivos.

-En efecto siguen vivos pero me odian y me culpan por la muerte de mi hermano a más no poder. Oye por cierto quieres subir al techo para ver las estrellas.

-Este si pero solamente se te olvida un detalle pequeñísimo, el cual es ¡Que no puedes hacer fuerza porque perdiste un brazo!

-No necesito mi brazo cuando uno cuenta con la bendición de uno mismo y la tuya. Además hierba mala nunca muere así que usted no se preocupe.

-No, si me preocupo porque al paso que vas te acabarás todas mis vendas y ya no te podré curar bien y más aparte se te podría infectar la herida.

-Ah y que me va a pasar si se me infecta, voy a perder el brazo. Ja entendiste el chistorete nambre soy tremenda.

-Estuvo bueno ese "chiste" pero no me pienso reír.

-Sabes creo que después de todo si tienes razón con lo que me dijiste "ese infierno que vivimos no debe de definir quienes seamos en el presente o en el futuro". Creo que después de todo si me agradas un poquito.

-Y una vez más confirmo mi hipótesis de que tú y yo somos bastante parecidas ya que somos más "traumas que personas".

-Si, un gusto haberte conocido Astrid en verdad gracias por curarme la herida y por hacer que dejara atrás mi pasado. Yo mañana tengo que partir para seguir con mi objetivo, así que posiblemente sea la última y la única vez que nos veamos.

-Espero que nos encontremos en un futuro mi querida paciente y no dudes en venir aquí si te encuentras herida o necesitas una terapeuta amateur jajajajaja.

-Este día y medio que estuve aquí me tranquilizó bastante, tomaré tu palabra y vendré a visitarte cuando extermine a esos ángeles y de paso al chico fuego.

Cybelle se mantuvo despierta toda la noche, pensando y analizando, el porque el mundo sería un mejor lugar si existieran más personas como Astrid que ayudan sin recibir nada a cambio.

-El mundo sin duda sería un gran lugar con más personas así, pero el ser humano nunca logra ser cien por cierto bueno. Siempre va a hacer o va a suceder algo que lo llegué a corromper, solamente espero que tú no pases por eso Astrid.

Ya en la mañana cuando Astrid se despertó Cybelle se había marchado no sin antes dejarle unas cuantas monedas de oro y su carta de despedida.

...Carta de despedida...

Astrid me despido por este medio ya que no me gustan las despedidas sentimentales y con lágrimas, estoy en deuda contigo por todo lo que me lograste ayudar en un día y medio. Cómo forma de mostrar agradecimiento te dejo 20 monedas de oro, se que posiblemente no es mucho pero es lo mínimo que puedo hacer después de todos los problemas que te causé.

Debo de admitir que aunque apenas nos conocemos, ya te considero alguien especial y sin duda tienes un lugar asegurado en mi corazón. Trata de aprender a defenderte y no confiar bastante en las personas. Hasta la próxima.

De: Cybelle

Para: La mejor doctora adolescente en el mundo.

descargar

¿Te gustó esta historia? Descarga la APP para mantener tu historial de lectura
descargar

Beneficios

Nuevos usuarios que descargaron la APP, pueden leer hasta 10 capítulos gratis

Recibir
NovelToon
Step Into A Different WORLD!
Download MangaToon APP on App Store and Google Play