Cuando se enteraron de lo sucedido todo el escuadrón Iggy fue directamente al lugar de los hechos, para ver si podrían encontrar por lo menos un sobreviviente. Fueron con equipo de rescate junto con un pelotón completo. Desafortunadamente su búsqueda fue en vano lo único que encontraron apenas caminaron cien metros fue un lago de sangre.
Ya que la búsqueda de sobrevivientes fracaso, buscaron pistas para derrotar a los ángeles pero fue ahí cuando encontraron el mensaje que les habían dejado. Cuando lo vieron se quedaron perplejos por tal escena que estaban viendo. Pero a quien más le afecto fue al teniente, ya que no pudo salvar las vidas de esas personas que en verdad eran inocentes.
-Esos malditos...Yo mismo me encargaré de matarlos a esos dos. -Menciono Bastían mientras trataba de contener sus lágrimas- Me aseguraré que paguen todo el daño que le han hecho a este mundo.
-Sera mejor que te calles mocoso, no eres capaz de vencerme y te crees capaz de vencer a seres perfectos casi dioses.
-¡Ustedes dos par de idiotas cállense! ¡Tengan un poco de respeto por los difuntos! ¡Váyanse en dónde no los pueda ver antes de que le haga algo! -Exclamo Iggy con un fuerte grito hacía sus subordinados- ¡Que están esperando fuera de aquí!
Los dos soldados se fueron rápidamente del lugar, Iggy se encontraba temblando de rabia con sigo mismo ya que se seguía culpando por haber llegado tarde.
-Los adultos como sea ellos estaban corrompidos desde hace tiempo...Pero matar a niños inocentes e incluso a bebés, eso ya es cruzar la línea.
El teniente con una voz bastante firme, que no transmitía otra cosa más que seguridad en sus palabras y esa sed de venganza. Apunto hacía el cielo mientras se quitaba el gorro.
-¡Yo el teniente Ignacio de las fuerzas de reconocimiento! ¡Doy mi palabra con todas las personas que fallecieron en este pueblo de vengar sus muertes! ¡No me importa si tengo que matar incluso al mismo Dios! Pero les juro que si llega a ser necesario le pateare el trasero a ese maldito.
Después de eso, el escuadrón junto con los demás soldados se retiraron del lugar no sin antes, proclamar esto como propiedad privada de su escuadrón. Sin más por hacer ahí se fueron directamente a la base para planear el siguiente ataque en contra de esos bastardos.
Desafortunadamente eso no se podría hacer el día de hoy, ya que apenas llegaron a la base fueron llevados a la oficina del general en curso. Ya que quería un informe de lo sucedido y hablar con ellos tres.
-Señor, ya está aquí el teniente junto con su escuadrón.
-Hazlos pasar por favor y no dejes que nadie entre por la próxima hora.
Los 4 soldados pasaron por varios filtros de seguridad para poder llegar hasta la oficina principal, ya que el general era conocido por tener varios enemigos de diferentes naciones.
-Gracias por venir muchachos, por favor tomen asiento en dónde gusten. Los cité aquí ya que quiero un informe con todos los detalles sobre esos ángeles.
Todos al verlo se inclinaron ya que es un héroe porque estuvo en "la guerra de los cien años". Pero Bastían no sabía nada de eso así que se mantuvo de pie con algo de indiferente, hasta que Elma le tomo de la cabeza y la estampó contra el suelo.
-Ah! Eso duele suéltame Elma.
-Ustedes dos guarden silencio, y muestren un poco de respeto hacia el general. Pido disculpas por el comportamiento de mis subordinados señor.
-No te preocupes Ignacio es comprensible ya que el joven es nuevo. Bueno volviendo al punto, que fue lo que pasó en el pueblo del oeste.
-Lo sucedido el día de hoy Martes 13, fue la aniquilación completa del pueblo, mi dirigí ahí junto con mi escuadrón y otro más para atender a los heridos. Pero desafortunadamente todo ser que vivía en ese pueblo murió por el ataque de los ángeles.
-Ya veo, teniente cómo va la investigación para encontrar más debilidades de los ángeles, ¿Hay algún progresó?
-Desafortunadamente no señor. Solo sabemos lo básico, que para derrotar se necesita su contra parte. Dicho en palabras más simples necesitaríamos el poder de un demonio para combatir al igual con ellos.
-No me sorprende si te soy sincero. Pero bueno joven Bastían me gustaría hacerle unas cuantas preguntas, teniente y subteniente me gustaría que ustedes no intervengan.
El general se levantó y mirando fijamente a Bastían se podía notar una aura diferente, que imponía bastante respeto en vez de miedo.
-Dime mocoso ¿Cuál fue la razón por la que mataste a todo el pueblo del este? Porque me sorprendió bastante tu reacción ante lo que sucedió hoy, ya que tú hiciste lo mismo
-Señor general le pido de la manera más educada, que cambie su pregunta por favor.
-Denegado responde la pregunta soldado.
-No pienso responder un pregunta que involucre a mi pasado. Así que se lo vuelvo a pedir que cambie su pregunta.
-Denegado, si no respondes serás considerado un enemigo de este cuartel y serás eliminado.
-No me importaría patearle el trasero a un militar retirado. Le digo esto con todo el respeto que usted se merece.
La aura del general se intensificó aún más y se dirigió al joven, este ya tenía sus puños en llamas preparado para atacarlo.
-Si vas a matar a alguien no tiene que darle aviso al oponente, tienes que atacarlo apenas se distraiga. Ese fue tu primer error.
El general sin ningún esfuerzo tiro al suelo a Bastían, mientras contenía las llamas del joven.
-Disculpa que sea un poco rudo, pero debo de enseñarte quien manda. No lo tomes personal por favor, tu eres fuerte no lo dudo, ya que Ignacio me ha hablado de ti. Pero yo soy más fuerte que ustedes cuatro juntos.
El general soltó del brazo a Bastían y con una gran risa le dió la bienvenida oficial a su cuartel.
-Muchacho de seguro ya te lo dijo Ignacio, pero protege y honra este uniforme con tu vida...Por cierto una cosa más, en una semana vamos a tener una reunión con el pueblo del Norte. Me gustaría que estuvieran ahí, eso sería todo ya pueden retirarse muchachos.
Apenas salieron de la oficial tanto Elma como Iggy golpearon a Bastían, ya que tenían miedo a que se diera un enfrentamiento.
-Maldito piromano estúpido, casi haces que me dé un infartó. ¡Cómo se te ocurre atacar al general!
-Exacto acaso estás idiota Bastían. ¡Yo ya te hacía muerto! Pero afortunadamente sigues vivito y coleando...Mi oportunidad para que yo te mate con mis propias manos.
Y así terminó un día más en el cuartel, con Bastían siendo un miembro oficial del cuartel, y posiblemente también con unas cuantas lesiones. Pero bueno no todo le podía salir a nuestro querido protagonista.
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