Capítulo 6. Pequeña Cybelle

Mientras Bastían tenía la oferta de Iggy para que se uniera a su ejército para derrotar a los angeles. Cybelle se encontraba todavía bastante herida por la batalla que tuvo con ese ángel, ella había perdido un brazo tratando de disminuir el impacto de los golpes.

-Bitácora del día de hoy. Extraño mi brazo izquierdo pero no queda más, se podría decir que está es mi herida de guerra. Por el momento solo he comido unos cuantos insectos y un pato.

Mencionó Cybelle en voz alta ya que ella tenía la hipótesis que si se mantenía en silencio, iba terminar suicidándose.

-Veamos llevo caminando por más de dos días y aún no encuentro señales de civilización. Madre si me están viendo desde el cielo o el infierno, te pido que me des tu fuerza para que siga en pie.

Pasaron las horas Cybelle apenas lograba mantenerse en pie y eso era ya un milagro porque ella estaba perdiendo bastante sangre. A tal punto que empezó a tener alucinaciones.

-En verdad no me siento bien, pero debo de seguir adelante. No puedo morir tan fácilmente.

-Cybelle...Cybelle...Cybelle despierta por favor, te extrañamos bastante.

- H-Hermano, te extrañe bastante en verdad no dejaba de pensar en ti. Por favor déjame abrazarte.

-Tranquila por favor no llores, se supone que eres mi hermana mayor. Te quiero mucho pero desafortunadamente yo estoy muerto así que despierta por favor.

-No quiero despertar, se que estoy muriendo y no me importa morir si puedo estar contigo.

Todo lo que estaba sucediendo era en la mente de la joven, ella seguía caminando pero ya no estaba consiente. Lo que la mantenía de pie era su fuerza de voluntad.

-Vuelve al mundo real y lucha por tus sueños hermana...Y si tienes algún objetivo recuerda esto "El fin justifica los medios".

-Nos vemos en el infierno hermano, espérame ahí.

Después de eso el cuerpo de Cybelle se desplomó hacía el suelo, al parecer solamente se mantuvo en pie por la alucinación en donde apareció su hermano.

Pasaron las horas y el cuerpo de la joven seguia en el suelo del bosque mientras que se desangraba. Afortunadamente fue auxiliada por una joven adolescente.

Está adolescente se la llevó a su cabaña para tratar de curarla, aunque sabía que eso podría ser contraproducente pero eso le importo muy poco y se dispuso a ayudarla.

-Perdio un brazo la muchacha, tendré que poner en práctica mis conocimientos en medicina. Posiblemente esto le duela un poco muchacha.

La pequeña doctora inexperta curó lo más que pudo la herida de Cybelle y con el poco equipo que tenía calmo el sangrado.

-¡Ah! ¡Eso duele bastante! Mocosa suéltame antes que te golpeé.

-Por favor no te muevas mucho, porque podrías abrir aún más tu herida.

-Tú...¿Por qué me ayudaste? Que no te dijeron tus padres que no ayudes a extraños. Te podría matar en este momento.

-No conozco a mis padres señorita, soy huérfana. Y siendo sincera le quise ayudar porque así soy yo.

-Oh ya veo...Ahora me siento como una mierda de persona. Por cierto me llamo Cybelle y tú.

-Me llamo Astrid -Menciono la joven mientras le ponía una nueva venda a Cybelle- Tienes un bonito nombre si te soy sincera, ahora por favor no te muevas mucho.

-Te agradezco bastante que me estes curando está herida tan grave, pero solo una pequeña duda ¿Por qué estoy en topless? En verdad era necesario quitarme mi playera.

Astrid se sonrojo bastante ya que esa pregunta le tomo de sorpresa.

-Jajaja digamos que si ya que estaba llena de sangre y tenía una herida bastante profundo. Pero mira toma está camiseta para que te la pongas.

-Muchas gracias, no lo tomes personal pero no me siento cómoda estando así.

Cybelle se mantenía un poco alerta ya que desconfiaba de la joven, pero ella al analizarla un poco más se dió cuenta que Astrid era un alma pura en toda palabra. A palabras de Cybelle la aura de Astrid era blanca sin una mancha de maldad o malicia.

-Dime niña acaso eres mi ángel...Olvida eso reformuló acaso eres mi espíritu guardián.

-Jajaja en verdad me halagas diciéndome eso, pero no soy un espíritu guardián y mucho menos un ser divino. Soy solo una humana que le gusta hacer el bien. Pero obviamente se a quien ayudar.

-Personas como tú es muy difícil de encontrar hoy en día. Me recuerdas bastante a mi hermano menor es como si lo estuviera viendo pero en femenino.

-Oye antes de que me cuentes algo que posiblemente me deje llorando a moco tendido, tengo una duda.

-Dila.

- ¿Por qué estabas sin un brazo en medio del bosque? Si no quiere responder no te preocupes pero se me hizo bastante raro ver a personas que no son del pueblo del este o del escuadrón de Iggy.

-No creo que vuelvas a ver a una persona del pueblo del este. Y respondiendo tu pregunta jovencita, está es mi preciada herida de mi batalla. Digamos que un ángel me pateó el trasero de una forma monumental, y pues tenía un aliado pero terminamos en malos términos.

Se hizo un silencio que no era incómodo era un silencio bastante tenso ya que Astrid escucho fuertes explosiones por todo el bosque, y su hipótesis cada vez cobraba aún más sentido.

-Ya veo así que no está a del todo equivocada.

-A que te refieres, no me digas que viste el ser con el que nos enfrentamos.

-No señorita, no pude ver ninguna batalla o algo así. Pero si escuché fuertes explosiones y gritos.

Cybelle se sentía más tranquila ya que no había un testigo como tal de lo que había sucedido. Pero ahora lo que le inquietaba un poco era ese tal Iggy, tal vez el rescató a Bastían o tal vez enterró el cuerpo de ese mismo.

-Bueno volviendo al tema principal, ¿Cuál era el tema principal?

-Jajajajaja es que me comparaste con tu hermano.

-Ah cierto ya recuerdo, es que tú y el son bastante similares solamente que tú eres pelirroja y que sigues viva.

-Ay pido perdón por tocar ese tema que posiblemente sea sensible para ti.

-No te preocupes, mi hermano murió como los grandes sacrificándose el para que hoy yo esté acá. Gustas que te cuente lo sucedido.

-Si eso te hace recordar momentos feos mejor no me la cuentes, pero si te sientes cómoda cuéntame esa historia por favor.

-Ok entonces empecemos con esta historia. Pero tenemos que volver unos meses atrás. Yo nací y crecí toda mi infancia y mi adolescencia en el pueblo del sur. En ese lugar estaba la muerte a la orden del día, te puedo asegurar que desafortunadamente tu no sobrevivirias ahí.

Cybelle no quería llorar enfrente de una desconocida así que se puso de pie y como si se tratara de una obra de teatro. Empezó a narrar lo que le sucedió a su hermano.

-Era una noche helada como de costumbre en ese lugar, yo me encontraba cuidando de mi hermano pequeño ya que mis padres no estaban en casa. Ellos se encontraban trabajando para conseguir algo de dinero para poder llevar comida a la mesa.

Yo me encargaba de preparar la cena y cuidar de mi hermano, se podría decir que tenía una vida normal con unas cuantas carencias pero eso no me importaba.

Cybelle se puso enfrente de Astrid de una manera tan rápida que la termino asustando a la pobre jovencita.

-Todo marchaba bien hasta que una noche, llegué a mi pequeña casa, como de costumbre me fui directamente a buscar a mi hermano ya que tenía miedo que le hubiera sucedido algo malo mientras que yo no me encontraba.

Cybelle se le empezó a cortar la voz pero eso no le impidió para que siguiera contando lo sucedido.

-Llegue al cuarto y solo ví como mi hermano se encontraba tirado en el suelo con una herida un poco profunda en el brazo. Le quise tratar de ayudar pero sentí una aura tan pesada y oscura que no pude evitar vomitar un poco por la presión que lograba emitir esa aura.

Cybelle no quería contarle sobre la existencia de los angeles, pero era necesario más aparte que cada vez le agarraba aún más confianza a Astrid.

-Entonces los ángeles son malos señorita, yo siempre pensé que eran buenos ya que ellos ayudaban a dios.

-Lo que se encontraba en se cuarto aparte de mi hermano era un ser que parecía humano pero solo eso, ya que en su espalda tenía seis alas. Este solamente se me quedó mirando pero no me prestó atención, yo tratando de proteger a mi hermano puse atrás de mí y sin pensarlo dos veces y con un miedo bastante me fui a golpear a esa cosa sin contenerme.

-Era claro que mis golpes no le harían nada y solamente vasto un golpe de el para que me rompiera el brazo. Pero mi hermano tratando de protegerme de otro ataque se puso enfrente del ángel y recibió un golpe que le rompió las costillas.

-El ángel solamente nos miraba con despreció y sin más solamente se acercó a mi hermano mientras le tocaba el pecho con la palma de su mano le dijo. "Eres un idiota bastante valiente niño, ahora muere por favor". Después de eso solamente ví como todo el cuerpo se empezó a separar, primero fueron sus brazos después sus piernas y por último fue su cabeza. Y eso fue todo, esa es la historia de la muerte de mi hermano menor. Obviamente cuando mis padres llegaron a casa me encontraron a mi llena de sangre y también el cuerpo de mi hermano separado, no dudaron en llamar a la policía para que me llevarán presa. Yo sabía que si me quedaba ahí iba a morir así que decidí escapar hacía el bosque y desde ese entonces vivo en cualquier bosque o montaña que me encuentre.

...Fin del capítulo 6....

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