EL DESEÓ DE AMÉLIE

Te estaba esperando- La voz de un hombre había sorprendido a Anastasia, la persona no era visible desde la oscuridad, excepto aquel anillo brillante que reposaba en su dedo- No sabía que tendría compañía tan desagradable - La voz de esa persona era escalofriante.

- La Muerte - susurró la mujer, Anastasia tenía un mal presentimiento, temía que sus palabras sean correctas, el Dios Supremo de la Muerte era alguien aterrador y aquel que decida enfrentarse a él tiene ganada la muerte y ella ya bastante tenía con el castigo de Alya.

- No estás calificada para saber algo de mí, disfruta de tu tiempo aquí, por qué no será por mucho tiempo, tampoco permitiré que vuelvas a ir con ellos, la has matado, pero su asesinato te costará a ti mucho más la Diosa Luna incluso muerta será tu peor pesadilla mujer o debería llamarte monstruo, mírate das pena la mujer de mi Líder es tan despiadada cómo él, se nota que ni el propio Infierno es para ti.

- Eso es imposible - Anastasia habló con arrogancia, ya no había nada de que lamentarse, ya la Diosa Luna estaba muerta ella no puede ser su peor pesadilla.

- 2 años, 2 años, y cuándo tu último suspiro de malicia se te escape te recordarás de mí, y de esta advertencia.- La presencia del Dios Supremo de la Muerte dejó de sentirse, sus palabras confundieron a Anastasia y en lo más profundo de su miserable vida en el Olimpo sentía que aquellas palabras eran correctas.

- La noche estaba avanzando en la habitación de Hades y su Reina se sentía el calor familiar, las manos de Hades reposaban en el vientre de Alya, los besos que el hombre depositaban en el sitio donde está su cachorro lograban sacar pequeñas sonrisas de la rubia - Si eres una pequeña cachorra te llamarás Cielo, cómo los ojos azul cielo de tu madre- Pero antes de que Hades continuará hablando alguien tocó la puerta.

- Su Alteza - Expresó el Guardia al otro lado de la puerta.

- Puede abrir la puerta- Tanto Hades y Alya se pusieron de pie, según el brillo de la Luna, eran pasados las 11 de la noche.

- El Beta de la Manada Grey Wolf está aquí y trae malas noticias, según sus primeras palabras- Lo expresado por el Guardia hizo que Hades cerrará los ojos y cuándo lo ha vuelto a abrir dio la orden necesaria.

- Estamos en 5 minutos abajo, solicita la presencia de Amélie, Asher y Amarok.

- Alfa, la Princesa salió desde hace rato- El guardia fue sincero.

- Bien, indica al resto de mi orden - Hades endureció su rostro al pensar en Amélie.

- El bosque de la escuela estaba tranquila, el brillo de la Luna esclarece los senderos - Una hora Amélie Dumonts una jodida hora te doy para que te presentes delante de mí- La voz de Hades se escuchó a través del enlace mental, utilizando su voz de mando con aquella orden, Queen siendo Fiel a su Rey se removió, pero algo derrumbo sus barreras y fue ver a Elián profundamente dormido.

- El joven encontró una paz que nunca sintió con la Loba y aunque ante los ojos de otra persona esto sería visto cómo un peligro, pero aquello que Elián estaba sintiendo era completamente distinto, sus emociones se alinean encontrando su lugar correcto.

- Elián no sé si lo nuestro podrá ser, soy una persona con muchos problemas si fueras un Licántropo tal vez podría existir un nosotros, 10 años atrás estaba dispuesta a obligarte a que te cases conmigo, pero mi mundo es un mundo cruel, asesino incluyéndome a mi misma, te mereces ser feliz con alguien que no te ponga en peligro, conmigo incluso respirar es peligroso - Queen había entregado el control a Amélie, no había manera de que el humano abriera sus ojos, lo acomodó bien y fue a requisar detrás de un árbol para su sorpresa si había prendas allí, raro, quizás, segundos después volvió en dónde estaba Elián.

- Prometo que si logramos con mi familia superar la tormenta que se acerca, volveré por ti, lucharé por un nosotros, pero si encuentras a alguien que te dé amor y felicidad, yo daré un paso al costado, cómo mi madre estuvo dispuesta a hacer cuándo mi papá encontró a su pareja predestinada, sabes ella y yo somos tan iguales, una madre es la mejor amiga de una hija - Una lágrima traicionera se deslizaba por la mejilla de Amélie.

- Voy a luchar por mi manada, por mis padres, para que en un futuro haya un nosotros, una vida sin amarguras, sin lágrimas y sin dolor.

- ¿Amélie? La voz de Elián no sorprendió a la rubia, aunque no se esperaba que estuviera despierto.

- Si soy Amélie, Elián - La rubia no se alejó sus miradas se conectaron generando cierta tensión a su alrededor

- ¿Por qué estás llorando Diosa Mía? El dedo pulgar del chico rozó el rostro encantador y perfecto de la rubia.

- Por qué duele dejar ir algo o a alguien, duele apartarse - Se lo dijo Amélie en un susurró.

-¿A quién estás dejando ir? Además, ¿Qué estás haciendo aquí?

- Elián - Amélie dejó ver una pequeña sonrisa - Tienes todas las respuestas en tu corazón, está cadena - Amélie acarició la cadena que le regaló su padre - Representa las iniciales de mi manada, soy una Loba, las iniciales L.S. significa Luna de Sangre, el nombre de la manada del hombre más importante de mi vida.

- Elián estaba en silencio - La loba negra que viste soy yo, soy muy distinta, y ha llegado el momento de irme, cuídate Elián.

- Espera, porque siento que esas palabras suenan a despedida - El joven empezó a sentir los latidos de su corazón, miedo a la respuesta que le pueda dar la hermosa joven de ojos azules.

- Por qué aún no es nuestro momento Elián, y tampoco sé si tendremos un nosotros y otro momento - Amélie se acercó al joven y unió sus labios al de él, un beso tierno que demostraba que este podría ser el último beso.

- Prometo guardar el secreto, pero no te alejes - La voz de Elián tembló.

- No se trata del secreto, se trata de mí y de lo que debo hacer a partir de hoy - El beso iba intensificándose, hasta que Amélie se alejó, nos veremos en esta o en la próxima vida, pero esto - La rubia agarró las manos de Elián y las colocó encima de su corazón- Esto te pertenecerá durante toda la vida.

- Amélie - susurró Elián- pero las manos de Amélie iban soltando las suyas.

- Hagan lo suyo - Con aquella orden Amélie se alejó, pero las lágrimas empapan su pequeña carita - Todos renunciamos a lo que más amamos y la razón sigue siendo porque te amo, si te acercas mucho a mí, Artemis vendrá por ti y no quiero ponerte en peligro.

- Elián lentamente fue abriendo sus ojos al sentir que alguien lo observaba- ¿Laura? La confusión en él, era evidente, pero sentía un vacío tan grande en su corazón.

- Te has quedado dormido - Laura mintió, ella vio claramente todo lo sucedido, como las sombras del mal obedecían a Amélie borrando todos los recuerdos de la rubia de la mente de Elián.

- Pero Elián sabía que eso no podría ser correcto, algo o alguien que es muy importante para él debió haber estado aquí con él- Mientes - Atacó el rubio - Laura ¿con quién he estado aquí, porque siento que algo no está encajando correctamente?

- De seguro has soñado a veces el vacío es normal, pero un par de chicas de seguro llenarán el vacio de aquel engreído corazón, vamos ya del bosque - La morena miró cuándo sus ojos se encontraron con los ojos azules de Amélie desde la distancia.

- No me voy a ir - respondió Elián hasta que un gruñido lo hizo entrar en razón, era Ixchel - No recordaba que un Jaguar estuviera en el bosque - Expresó el rubio mirando fijamente al animal.

- Ahora ya lo sabes, si no quieres morir vamos ya, además mañana debes de ver a tus tantas novias en el colegio.

- Siento que mi corazón ya tiene dueña - Susurró Elián.

- Eres imbécil, Elián D'Angelo nunca nadie es y será dueña de tu corazón - Laura lo dijo con una sonrisa.

- El Jaguar me gusta, debería llevarlo conmigo.

- Elián no me cambies de tema, te comerá vivo, no solo ella la dueña también- la última parte Laura lo dijo en un susurró.

-¿Qué has dicho? Laura, un momento ¿qué estás haciendo en el bosque en la noche?

- La morena se había quedado sin respuestas, no podía decirle la verdad, de lo que es, lo que estaba haciendo y lo que vio entre él y Amélie, pero encontró la repuesta adecuada- Cuándo tu sepas que estabas haciendo tambien aquí te daré la respuesta.

- Elián al sentir que no recibirá la respuesta adecuada de Laura se rindió, las dos personas se alejaron ante la atenta mirada de Amélie, aunque la rubia también quedó pensativa y con dudas acerca de quién es Laura realmente la Morena tenía algunas barreras de protección al parecer, pero lo que estaba quemandola por dentro era su deseo, pero ella sabía que era lo correcto el humano debía estar lejos de ella.

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