LA LOBA Y EL HUMANO

Atención su Majestad Hendry O'Brien- Las Costas del Dragón se encontraba ante la ceremonia de Unión entre El Rey y Amalia DuPont.

- Los ojos azules de Hendry observan con curiosidad la apariencia de la mujer que venía descendiendo por las escaleras, algo había cambiado en ella, su presencia era imponente e intimidante.

- Una hora más tarde, la unión entre el Rey y la Omega había finalizado, una unión que dejará enfrentamientos y muertes a su paso, una unión que nace desde la sed de venganza.

- Vamos a Italia - la seguridad en la voz de Amalia sorprendió a Hendry.

- Es peligroso, allí están ellos, no quiero arriesgarme aún - Las palabras de Hendry en un 50% era verdad, pero la otra 50 tenía otra razón, él tenía miedo de estar de la joven de ojos azules, cómo el cielo, en su mente, en su corazón y en su alma siempre vivirá el sentimiento denominado amor por Amélie, en sus sueños Amélie le pertenece a él, pero la realidad es que ella es un sueño y su peor enemiga.

- Yo te voy a proteger, a ti y a tus guerreros- Amalia se acercó a Hendry no había nada que pudiera impedir que aquellos jóvenes alimentarán el excitante sentimiento de la venganza.

TERRITORIO VAMPÍRICO

- Mi Rey - Un Vampiro entró en él sitió en dónde se encontraba Artemis - Al Sur de estados Unidos el ataque de depredadores que tiene en su poder ha concluido con éxito, no queda ningún sobreviviente, y 3 de los Depredadores lograron sobrevivir ya están de camino aquí.

- Deja que descansen, luego mata a aquellas bestias y envía la cabeza de cada uno de ellos cómo regalo a Hades - Artemis dejó ver una sonrisa ladina.

- Así será- El subordinado salió dejando a Artemis solo, pero su mente está acaparado por la sonrisa traviesa de Amélie, la manera de seducir que tiene lo vuelve loco, es una tortura, la marca reclama por ella.

- Maldita sea, mil veces maldita la sea - Artemis se agarró del cabello segundos después salió del sitio.

- El lugar en donde se encontraba era tenebroso, desolado, el enorme Palacio era protegido por Vampiros adiestrados por él, a simple vista la construcción es antigua, pero con tan solo mirarla los escalofríos recorren la piel.

- Artemis agarró el camino que lo conduce al bosque cuándo el viento empezó a soplar más fuerte, las hojas se movían, se sentía la presencia del mal cerca de él y Artemis sabía más que nadie a quien pertenecía aquella presencia.

- Dejarte marcar fue tu peor error - La voz de Anastasia se infiltró en la mente del Vampiro.

- ¿Cómo se siente arder en el Infierno? - Artemis se burló.

- Date la vuelta y lo verás- Artemis hizo caso y se giró, sus ojos se volvieron de un rojo intenso en ese momento al ver la apariencia de la mujer que tenía delante de sus ojos.

- ¿Te asusta verme así?

- No estabas así cuándo te he visto hace unas noches atrás- Artemis fue sincero.

- Alimentarse de la sangre de la Diosa Luna tiene sus ventajas en Luna Llena - La mujer que el Vampiro tenía delante de sus ojos no era ni 1% de lo que algún día fue la mujer, Anastasia tenía la piel rojiza cómo quemadura, su piel estaba destruida, su cabello estaba destruido, la vista era horrorosa.

- El poder de Alya DuPont, cómo su nombre lo dice el cielo para quién sepa amarla y el Infierno para quien la desafíe.

- Artemis estaba atónito, ni en otro universo se imaginaría que Alya pudiera ser capaz de generar aquel calvario para alguien, el Vampiro reaccionó cuándo Anastasia se acercó a él, su instinto le decía que debía retroceder, pero las palabras de Anastasia lo volvió a sorprender.

- Tienes que tener miedo de los vivos, no de un muerto - Cuándo las manos de la mujer fueron extendidas, Artemis no dudo en extender también sus manos, pero fue cómo traspasar la nada, ella era un Fantasma - Lo ves, estoy muerta, aquí en la tierra no significó nada.

- ¿Cómo es posible que estés aquí?

- 3 días después de la Luna llena y de consumir la sangre de la Diosa puedo descender la primera vez fue en la transformación de tu amada.

-¿La has matado?

- Si, su sangre es mi fuente de vitalidad, pero no será por mucho tiempo, cuándo su cuerpo se deteriore ya no habrá manera de regresar.

- ¿Al infierno? Artemis enarcó una ceja.

- No - Anastasia sonrió- Al Olimpo, el mal llegará al Olimpo, ya te he dicho que solamente Siena DuPont puede acabar definitivamente conmigo, Alya lo hizo, pero solo en la tierra.

- ¿Qué quieres? No creó que tu visita sea por cordialidad - El Vampiro se alejó, estuvo tentado a darle la espalda a la que algún día fue la bruja más poderosa, pero sabe quién es ella y la maldita traidora que es.

- Que traigas a Amélie contigo, hazla tú Reina, destruye a sus padres con eso, aléjala de ellos.

- ¿Y en qué te beneficia eso? Te advierto que no voy a permitir que le hagas daño.

- La niña es poderosa, lo descubrí en la noche de mi muerte, desciende de las sombras, lástima que no - Pero Anastasia se detuvo abruptamente y agachó la cabeza.

- ¿Lástima que no?- Artemis se acercó nuevamente.

- Olvídalo, Artemis.

- Habla - Artemis era demandante.

- Lástima que la asesina de mi hijo nunca podrá darte descendientes- El odio al hablar de la muerte de Siran se reflejó en los ojos inyectados en sangre de la mujer.

- Artemis sintió un escalofrío recorrer su cuerpo al escuchar la muerte de su hijo menor y que aquello se produjo en las manos de la mujer que lo marcó, la frustración en la mirada del Vampiro era visible, cuándo se trataba de ella olvidaba sus verdaderas razones para asesinar a la familia.

- Artemis tú sabes que debes manchar el suelo con la sangre de quien mató a nuestro hijo, nunca olvides que esa es tu verdadera misión - Anastasia lentamente empezó a desangrar, la que terminó manchando el suelo fue ella segundos después desapareció.

- La futura Reina de todo lo que tienes por detrás de ti, Amelie, la rubia que mató a tu hijo, sabes de qué se arrepiente, de que solo hubiera sido una flecha, ella hubiera preferido que fueran 5 - Las palabras de Amélie se repetían en la cabeza del Vampiro.

- Amélie, Amélie te odio y te amo, pero la muerte de mi hijo no pienso perdonarte, no permitiré que otros te hagan daño, pero yo pequeña princesa seré tu calvario, tu enemigo, tú me perteneces y si tienes que morir lo vas a hacer en mis manos - Con aquellas palabras Artemis Lombardi volvió a salir del bosque.

- Preparen todo nos vamos a Italia, quiero a los mejores Vampiros conmigo- Fue la orden dada por el Vampiro ni bien llego hasta sus instalaciones.

- Vamos cachorro- Siena se encontraba con un intenso entrenamiento entre los cachorros que van formándose, según sus tradiciones, si los entrenamientos se producen cuándo el sol va a ocultándose los cachorros se vuelven más fuertes, a medida que crecen, ellos son las criaturas de la noche, no deben tener miedo de nada.

- Fue en ese momento que se anunció la llegada de alguien en el territorio, pero algo se cruzó ante los ojos de la Luna de Fuego de Luna, una espada, el objeto se clavó en uno de los árboles.

- Amélie- La voz de advertencia de Siena, lo único que logró fue que la Rubia se pusiera risueña, aunque había algo que a Amélie le parecía raro desde que tuvo memoria.

- ¿Abuela, estás segura de que no tienes otro Gen en tus venas?

- A que se debe aquella pregunta - Siena se sentó al lado de la rubia.

- Me parece que Ixchel podría ser pariente tuya.

- Lo tomaré cómo una ofensa - La voz de Venus se infiltró en la mente de Siena- Amélie puedes estar tranquila, no estoy en las líneas de tu mascota.

- Siena le dirigió una mirada a la mascota de su nieta, muy en el fondo la mirada del animal tiene cierta similitud con la mirada de Venus.

- Voy a dar una vuelta por el bosque- Amélie de un salto y antes de tocar el suelo le entregó el control a Queen, por detrás de ella Ixchel, había pasado una hora, Queen había salido totalmente del territorio de su padre, la loba había entrado en los terrenos de la escuela.

- A medida que la loba y el Jaguar avanzaban, sentían una extraña fragancia, fue ese el preciso momento en que unos ojos marrones entró en el campo de visión de Queen.

- Elián miraba fijamente los ojos azules de la loba, aquella mirada que le parecía bastante familiar, el joven se acercaba a la loba, pero un gruñido hizo que se detuviera, Ixchel estaba por lanzarse al humano.

- Queen miraba fijamente los ojos de Elián, hasta que gruñó indicándole al Jaguar que se calmará, 2 pares de ojos, azules y marrones, parecían perderse en un mundo aparte, una atracción magnética, hasta que la loba decidió acercarse más al humano.

- Elián fue dominado por las ganas de acariciar al animal, sus manos se perdieron entre el pelaje suave de la loba, el ambiente entre la loba y el humano era perfecta, pero entonces algo llamó su atención lo que estaba colgado cómo collar en el cuello de Queen las Iniciales L.S. que había visto por el cuello de Amélie.

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