SOMBRAS

Las puertas del salón de entrenamiento fueron abiertas, el BAM de la puerta chocando por la pared ocasionó que ninguno de los presentes se atrevieran a dar un paso.

- La presencia de las sombras era palpable por la helada de huesos que sufrieron, Hades agarró las manos de Alya y la pegó más a su cuerpo.

- La imagen brillante de un anillo en forma de Oráculo dejó en claro a Hades quién se acercaba, era el Dios Supremo de la Muerte, no todos estaban calificados para verlo, a excepción de Hades, Amélie y por alguna razón esta noche Alya, la que es lo opuesto a ellos, el resto debía mantener la cabeza agachada.

- Pero en ese momento las sombras dominadas por Asher hicieron acto de presencia.

- Aquel salón se estaba volviendo el ojo de un volcán que estaba a punto de entrar en erupción, las sombras aquellas que son dueñas del destino de aquella familia, las sombras que pueden darte muerte al instante con tan solo el pensamiento de Hades Dumonts eran las más peligrosas, eran más oscuras al entrar en contacto con la piel de alguien te provocaba cierto dolor.

- Las sombras que ejercen el poder de la vida sobre la muerte eran fieles a lo que representan, aquel poder cerca de Asher le proporcionaba cierto poder que igualaba en su totalidad a Hades.

- Dos Familias poderosas pertenecientes a la Línea de los Licántropos, los que poseen el poder que muchos desean, uno de los Líderes es un Rey absoluto de la oscuridad, el que puede devolver a la vida después de la muerte sin ningún esfuerzo a alguien.

- El otro al que todos conocen cómo Yelmo de la oscuridad, su nombre hace referencia al Dios de los Muertos, poderoso, asesino, cruel y en ocasiones misterioso.

- Sus poderes podrían colisionar, pero ambos tienen la misma mentalidad, dar poco a poco la tranquilidad a los suyos.

- Un salón en dónde todo se ha vuelto del mismo color, la oscuridad se cernía sobre ellos, todos estaban esperando el momento oportuno para sacar su demonio interior, no se trataba de algún presagio, de algún recuerdo, este era el presente, esta es la vida de ellos, las sombras son ellos, Hades y Asher les dan vida a la hermosa oscuridad, pero algo luego de esta noche cambiará para bien o para mal.

- Afuera el cielo tenía espesas nubes, vientos ásperos, el bosque se sentía tenebrosa y silenciosa, una noche que da miedo, los Dioses supremos del Olimpo estaban delante de los encargados de poseer sus poderes en la Tierra, aquel poder que ha desencadenado todo el sufrimiento de la familia.

- Los pasos de los Dioses se detuvieron en el centro, las sombras estaban expectantes, cualquier orden dada en esta noche es para ser obedecida.

- Hades - La voz del Dios Supremo de la Muerte erizo la piel de todos, no había dudas que el poder de Hades era superior al de cualquiera y se sentía a través del hombre que lo único visible que tenía desde la Oscuridad era el Oráculo de la muerte en forma de anillo.

- Asher - El Dios Supremo de la vida llamó al Rey, aquel que con tan solo una mirada podría doblegarte, pero las cosas habían cambiado, la maldad de otros te puede destruir, no físicamente, ya que las heridas en un hombre lobo es lo de menos, pero Asher estaba destruido emocionalmente, sus pensamientos estaban dominadas por las sombras, Sombras que han fallado a su Rey.

- Cuándo Hades Dumonts levantó la mirada al mismo tiempo Asher DuPont había realizado la misma acción, la mirada azul de Asher conectó directamente con la mirada avellana de Hades, ese fue el preciso momento en que las sombras habían tomado el control absoluto de la mente de Asher nuevamente, sus ojos del hermoso azul, pasaron a negros, su Luna y sus hijos ya conocían aquella mirada, sus respiraciones empezaron a agitarse, pero confiaban que nada malo podría pasar recordando ante quienes están.

- La sacudida de los Herederos molestó a Asher entregando el control a KAM, el lobo Alfa tenía los pelos de punta, su mirada asesina y sus colmillos dejaban en claro el deseo de asesinar.

- Suficiente - La voz del Dios de la vida, aquel que da el poder absoluto a aquellas sombras se escuchó, pero no fue suficiente, en ese preciso momento GRIM tomó el control, dos lobos del mismo pelaje se miraban de una manera asesina, KAM retrocedió un paso, GRIM esperaba por él.

- Los Dioses se dedicaron una mirada, ya habían tomado una decisión cuándo una navaja de plata salió disparado y se incrustó directamente el corazón de KAM, el lobo había caído de inmediato la sangre empezó a brotar rápidamente manchando el suelo, segundos después GRIM también le propinó varias mordidas más al lobo.

- La sangre derramada cada segundo que pasaba era mayor a medida que KAM se desangraba ante los ojos de los Dioses, de su Luna y los cachorros, Alya con la pequeña Siena empezaron a estar pálidas, la mirada azul intensa de Alya se veía opaca.

- Las sombras dejaban en claro su furia, el salón de entrenamiento se sacudió ferozmente, KAM entregó el control a Asher, el hombre empezó a convulsionar, de la misma manera que sus hijas Alya y Siena.

- Amélie agarró fuertemente las manos de su madre, la piel de Alya estaba fría, Amarok vino a agarrar las manos de Siena, mientras que los demás solamente observaban lo sucedido, la sangre que desprendía Asher era muy fuerte, pero era de un color similar al negro.

- Hades tomó el control y ordenó que trajeran a Bianca, hasta que sus ojos observaran a su mujer, el hombre no perdió tiempo, rápidamente se propinó una mordida en su muñeca, dejando que Alya se alimentará de él, cómo la primera que se vieron y él le había proporcionado su sangre nada había cambiado el amor hacía ella es cada vez más grande.

- Amélie se soltó de su madre, la sangre de los Herederos DuPont no servían en ese momento en el cual su principal portador se encontraba en una situación de muerte lenta, la rubia se propinó de la misma manera que su padre, una mordida y alimentó de su sangre pura a su tía. Segundos después los guardias habían abierto la puerta, el cabello blanco de Bianca se hacía visible, la mujer sintió un escalofrío al entrar en aquella zona peligrosa en dónde las sombras dominaban.

- Unos minutos después Alya se había recompuesto de la misma manera que Siena, Hades beso la frente de su mujer y se puso de pie, el momento más difícil quizás estaba llegando, esté no era el Territorio de los Dioses, por esa razón se mantenían al margen.

- Traigan a la mujer ante mí - Espetó Hades, mientras que Asher tenía una apariencia lamentable, aquella imagen dolía para su familia.

- Los ojos de Hades buscó al Dios de la Muerte y luego la dirigió hasta el Dios de la Vida - En esta noche en dónde estamos viendo claramente que las Sombras de la Vida son manipuladas desde un lugar desconocido por otra persona, Sombras que han puesto en riesgo a nuestra manada incluso a mi familia, a través de varias acciones que condenamos categóricamente, es por eso que hemos decidido que Asher dejé de ser el Rey de la Oscuridad, por su familia y por nuestra especie, un poder que en estos momentoses inservible- La manera de hablar que tenía Hades dejaba en claro que aquella decisión fue tomada por el bienestar de la Manada, fieles a su Legado y a su juramento de protección cómo Alfas.

- Si Asher en los próximos dos minutos no recibe la sangre de alguien de pura sangre, podría morir, la aceptación debía  de ser rápida por parte del Dios Supremo de la Vida.

- Solicitud concebida - la rápida respuesta hizo que Bianca no estuviese preparada para la siguiente acción de Hades Dumonts, la muñeca de la mujer fue sostenida fuertemente por el hombre, su rostro no era ni coqueto ni encantador, era como un demonio, pero el dolor más fuerte lo sintió en su cuello, cuándo la mordida de Bronwen DuPont hizo que Binaca cayera de rodillas, Amélie y Hades levantaron a Asher.

- Vamos Asher, tu gen Vampírico tiene trabajo - Expresó Hades, y fue ese el preciso momento en que Asher DuPont fue dominado por genética Vampírica, sus ojos eran de un rojo intenso y la sangre de la mujer llamó su atención, el Vampiro por instinto busco la fuente de sangre y sin más empezó a succionar el cuello de Bianca, la sangre de la mujer era exquisita dándole energía renovada a Asher.

- La conmoción llegó cuando las sombras formaron una especie de tornado destruyendo el salón.

- Acábenlas- Hades ordenó, otra imponente tornado de sombras escalofriantes se levantó, pero la primera sombra iba subiendo, Hades volvió a detener con las manos las suyas, pero entonces algo más fuerte sucedió, el Dios de la vida se convirtió en cenizas, el único sonido que resonó en todo el lugar fue la de una argolla cayendo en cámara lenta ante los ojos de los presentes.

- Asher ya había consumido suficiente sangre - Devuelvan a la mujer en el calabozo- Espetó Hades.

- Fue aquel el momento en que Asher DuPont abrió sus ojos, un fenómeno espectacular, una maravilla, su pupila era de azul intenso, su iris de un rojo intenso, su presencia intimidante, sus Genes puros y dignos de la Realeza, Asher DuPont tenía la fidelidad cómo marca en aquella mirada, su ferocidad estaba dispuesto a dejar en claro y de manera implacable que Alfa Asher a partir de esta noche dejará en claro a cualquier enemigo que con él hay destinos peores que la muerte.

- Las sombras de la vida, a su paso dejaban la destrucción de todo, hasta que llegaron al destino correcto, ella estaba profundamente dormida, la brisa fresca se metía por las grietas de Aquel Palacio que recientemente fue atacado, aquella acción fue ordenada por una princesa, las sombras empezaron a incrustarse lenta y tormentosamente en su piel, 5 minutos después sus ojos azules se abrieron.

- Ella tiene genética DuPont, pero la sangre de una Omega Recesiva, Amalia DuPont, la nueva poseedora del Poder de la vida sobre la muerte, la que puede dominar la laguna negra y las sombras de la vida desde esta noche.

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