El beso de la princesa

Caspian en el jardín

Estaba a punto de dejar este maldito lugar. Ese bastardo de Fabián creyó que podría convencerme de su autoridad y de su poderío con esta fiesta.

Dios el tipo está muy mal pero hay algo en la princesa Irina que me intriga y hace que no pueda abandonar este maldito evento.

Es hermosa y a simple vista parece frívola o distante pero todp en la princesa Irina lo que leo en sus ojos pero no en sus gestos.

Cada vez que nos encontramos siento esa extraña sensación como electricidad en el aire. Tal vez solo sea lujuria. O es el hecho de saber que una muner así pueda preferirme a mí y no a esa rata de Fabián.

Ella es una mujer con un cuerpo para el pecado y aunque traté de ocultarlo puedo ver que me desea o tal vez solo sean ideas mías oscuras y las intenciones que le tengo.

Me cuesta creer que vaya a unirse a ese bastardo egoísta. O ella es de esas mujeres que aman el poder . Después de todo es una princesa.

Estaba a punto de regresar al salón cuando un cuerpo choca contra el mío en el pasillo.

Es un perfume de jazmines en una mujer y un cuerpo suave.La sujeto para evitar se caiga y entonces veo una cabellera dorada y unos ojos verdes de gata que me miran fijamente.

Debería soltarla inmediatamente ni bien la reconozco pero no puedo evitar querer un poco mas : oler su cabello y acercarme más su boca rosa y tentadora.

Huele a flores frescas y a tentación. Ella no debería estar mirándome así cuando está comprometida con otro hombre.

Yo debería soltarla y no acercarla más como lo estoy haciendo. Siento que conozco o reconozco esos ojos, ese cuerpo y ese calor.

Hay algo en ella que me hace pensar en mi estudiante favorita, en la misteriosa Luna. Cuando pienso en la estudiante misteriosa de Justo la llamo Luna por su lunar en el cuello.

Estoy loco probablemente si el rey Fabián nos encuentra solo causará más problemas.

- ¿ te encuentras bien?- me obligo a preguntar.

- Lo siento- dice ella y se pone aún más colorada de lo que ya está- necesitaba tomar un poco de aire fresco...yo.- ella intenta darme una explicación pero luce confundida.

Ella sujeta mis brazos con fuerza y luego empieza a palparlos.

- vaya sí que son fuertes,- dice en modo analítico- a alguien le gusta entrenar duro...¿también te gusta duro en la cama?

Trago y la saliva no quiere bajar.

Maldita sea ella está poniéndome las cosas difíciles su cuerpo está casi pegado al mío y con ese comentario hay otra cosa que también se pone dura.

Ella continua pegada a mi cuerpo. ¡ vaya descatada!

- princesa, no creo que a su prometido pueda gustarle ese tipo de comentarios.- digo intentando enfriar la cosas por lomenos para mí .

- solo digo que tal vez sea de esos amantes - ella se humedece los labios con su lengua- que realmente saben hacer felices a sus mujeres.

Ella mueve si cuerpo contra el mío chocándolo varías veces.

Trago saliva y miro tratando de ver si viene alguien.

Ella es una desvergonzada.

- Ninguna se ha quejado antes.

Ella sacude la cabeza e intenta enderezarse. La ayudo a apoyarse contra la pared. La veo cerra los ojos y llevarse una mano al pecho.

- Siento que estoy ardiendo...

Ella no parece estar ebria pero tampoco parece estar bien.

De repende sus manos sujetan mi ropa y me acercan a ella.

Nuestras bocas están tan cerca.

- Siento tantas ganas de besarte.. tu boca me da curiosidad.

Su voz suena ronca por el deseo.

Nuestras bocas están tan cerca. Mis manos van a su cintura.

- ¿curiosidad?

- Jamás he sido besada por un hombre desconozco como se hace.

Trato de tragar y no pensar en cuantas cosas podría enseñarle ahora mismo y toda la noche.

- Estás comprometida con...

- Eso significa que no estás interesado- me interrumpe.

Dice eso mientras su mano acaricia mi pecho pasando varias veces sobre mi camisa. Intento negar con la cabeza y pensar en las razones por las que no debería tocarla.

- O es que eres de esos hombres que no disfrutan de la compañía femenina.

- Yo...

Intento razonar.

Pero nuestras bocas están cada vez mas cerca, su aliento y sus ojos de gata vuelven a mirarme.

- Maldita sea no soy un santo...

Tomo sus labios y me pierdo en ellos . Son suaves y se dejan llevar. Son dulces y adictivos. Ella responde de manera torpe al principio pero luego se deja llevar.

Estoy perdido. Quiero más.

La acerco con mi brazo mientras rodeo su cuello con mis manos y la siento gemir en mi boca y apretarse más contra mi cuerpo. Para profundizar otro beso.

- tengo ganas de arrancarte la ropa y sentir tu piel.- dice cuando nos damos una pausa.

La miro a los ojos y sus ojos se ven rojos . Ella tiene la mirada perdida algo me dice que no está en sus cabales.

Tal vez está drogada no parece la misma mujer que me fue presentada hace un momento.

- Podría desvestirte lo necesario para sentir tu piel pero hueles muy sexi...

- Princesa yo creo que mejor sería si vuelve al salón ahora - Eugenio nos está mirando y por su mirada está tan sorprendido como yo .

- Yo creo que mejor sería dejar esa duda para otro momento.

La voz de Eugenio nos sobresalta a ambos.

Ella no deja de tocarme, pero gira la cabeza y al mirarlo le sonríe.

- tampoco te ves tan mal para ser un hombre maduro.

Y eso confirma mis sospechas ella está drogada o algo parece estar necesitada.

- Yo creo que ella no está en sus cabales.

Dice Eugenio mirando a ambos lados.

- Creo que está drogada o algo.

- Normalmente ella no es así.

Dice mientras mira como su mano continua jugando con mis botones.

- No creo que sea buena idea si alguien los encuentra en esta situación.

Nos miramos mientras Irina comienza a sentarse en el suelo.

- Esto me huele muy mal- Eugenio parece preocupado- por favor, su altesa podría retirarse yo voy a esperar unos momentos antes de llevar a la princesa a un lugar seguro.

- ¿No va a ir a buscar al rey? - pregunto.

- Lo mas probable es que haya sido él quien la puso en ese estado. - suspira pensativo- Ella no es así tampoco es la mujer que todos admiran en es salón.

Quiero preguntarle a que se refiere con que ella no es así.

Escuchamos pasos .

Irina está dormida . Eugenio y yo la cubrimos cuando Soledad entre y nos mira.

- lo siento espero no interrumpirlos, pero mis señora la princesa Irina - Nos mira y hace una pausa antes de continuar- nadie la ha visto desde hace rato y pensé que tal vez...

Ella solo se va, Eugenio y yo compartimos una mirada de entendimiento mutuo.

Cuando logramos acostar a Irina en la cama, ella sigue inconsciente y yo simplemente intento calmarme.

Miles de preguntas aparecen en mi cabeza y mi cuerpo sigue en llamas luego de sus caricias.

Camino solo en la noche intentando apaciguar mi cuerpo de pensar en mi Luna. He sido presentado con un gran número de mujeres esta noche y en cada una de ellas esperaba reconocerla.

Ahora estoy perdido deseo a dos mujeres que no puedo tener. Lo que más me confunde es que teniendo a la princesa cerca por un momento pensé que era ella mi Luna.

Al diablo con todo. Debería tomar mi caballo e irme lejos ahora antes de cometer otra locura.

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