Golpes

Irina y el rey

Estoy sentada en el jardín buscando la manera de evitar esta situación.

Las reglas en el reino son muy claras una vez anunciado el compromiso las parejas tienen libertad de consumar la unión cuando lo deseen . No hay fechas ni tiempo establecido para ello. Eso si realmente ambos miembros están dispuestos lo que no es mi caso.

En mi reino las mujeres no deciden sus destinos las uniones son pactadas por los padres o hermanos yo al no tener un pariente masculino que pueda defenderme no pude anular la declaración de compromiso hecha por Fabián.

Mientras estoy sentada pensando en como salir de esta situación varios nobles llegan acompañados de Fabián.

Todos ellos me rodean.

Yo no digo nada, pero siento un nudo en mi estómago. Mis instintos me dicen corre pero debo permanecer calmada y saber de que se trata todo esto.

Fabián debe haberlos llamado.

Es parte de las tradiciones en mi pueblo el prometido frente a varios nobles y consejeros tomará a su prometida para anunciar su unión.

- Querida Irina,- dice Fabián luego hace una pausa teatral - estamos aquí reunidos para que frente a los nobles del reino ratifiques tu unión conmigo.

Intento respirar y apretó mis manos sujetando el borde de mis vestidos pero ni eso mitiga mi dolor y rabia. Intento poner lonmas neutral posible mo rostro y mis emociones no puedo presipitarme y matarlo con mis propias manos como tenfo ganas.

- Señores nobles aquí presentes- intento sonar serena y relajada.Aunque siento que es lo último que pueda estar- lamento hacerles perder su tiempo pero yo no he aceptado unirme a su majestad, no aún.- debo parecer convincente- Yo no me siento lo suficientemente capaz de cumplir con el papel de esposa y mucho menos de reina.

Cuando termino de hablar siento una bofetada en el rostro.

Es la mano de Fabián marcando mi rostro nuevamente.

- Maldita ingrata como te atreves a rechazar esta unión.- grita molesto el rey frente a sus nobles.

Nadie interviene o me defiende o eso pensé hasta que escucho la voz de Eugenio.

- Pero majestad,- dice muy calmo- ella ha dicho aún significa que tiene que darle tiempo para pensar las cosas.

Agradezco su ayuda por ahora eso debería bastar.

- Soy el soberano de este reino no tiene nada que pensar no hay nada ni nadie mejor que yo para ella como esposo.- protesta Fabián que intenta mostrarse relajado pero las venas en su cuello dicen lo contrario.

- Es verdad por eso debo estar preparada.- intento sonar convincente e inocente aunque no sé si logré tanto en mi actuación.

Digo en voz baja sin mirarlo a los ojos. Si Fabián pensó que trayendo a los nobles de mi reino iba a presionarme está muy equivocado soy hija de mi padre y no voy a ceder fácilmente.

- Es verdad- dice Fabián muy feliz con una sonrisa- te daré el tiempo necesario pero como sabes que es un delito desobedecer a tu rey acabas de ganarte cincuenta latigazos.

Lo miró a los ojos puedo notar el placer y la maldad en ellos.Pero no pienso cambair de opinión menos ahora.

Sé que puede ver el miedo en mis ojos pero no voy a cambiar las cosas.

Quiere que cambie de opinión y pida clemencia o lo acepte en mi cama. Ninguna de ellas obtendrá de mí.

- Pero... majestad.

Varios nobles intentan hacerlo cambiar de opinión.

- ¡guardias! Cumplan mis órdenes inmediatamente.- dice Fabián sin dejar de mirarme. Evidentemente tenía esto planeado de antemano.

Me llevan hasta un árbol del jardín y atan mis manos frente al grupo de nobles que miran asustados yo no digo nada.

Es Fabián quien toma el látigo y vuelve a preguntar.

- ¿Princesa Irina acepta ser mi esposa ?

- Antes muerta que aceptarte en mi lecho - digo lo más bajo y entre dientes que puedo-aún no estoy preparada para esa unión su majestad.

- Si así lo quieres.- dice él muy molesto.

- Esto solo complicará más las cosas.

Dice otro de los nobles llamado Tarzo.

Grita Fabián

- Es lo que dicta la ley.- todos guardan silencio- y yo soy la ley yo pongo las reglas en esta tierra.

Intento no pensar en las sogas que sujetan mis manos.

No pensar en mi espalda.

No pensar en lo rápido de mis latidos de corazón corren.

No pensar en el nudo de mi estómago.

No pensar en mi rostro contra el tronco grueso del árbol. Escucho el sonido del látigo blandiéndose en el aire.

Escucho los pasos acercándose.

Y entonces siento el primer latigazos.

Mi cuerpo vibra respondiendo al golpe.

Pero no voy a gritar. Siento mi piel arder ante cada latigazo que golpea mi espalda.

"Maldito mil veces maldito " pero prefiero esto a que ese infeliz me toque.

Debe estar más furioso aún pero no voy a suplicarle ni a pedirle clemencia mi cuerpo se siente pesado y toda mi espalda está en carne viva cuando se detiene.

Mi vestido está destrozado y manchado de sangre.

Mi rostro está cubierto de lágrimas y sangre cuando al fin me desatan y me dejo caer hasta el suelo.

Los cincuenta latigazos marcaran mi cuerpo de por vida.

- Llévensela saben que no puede ingresar al palacio en esas condiciones.

- Yo me encargaré de ella, su majestad- dice Eugenio- si me lo permite. No podemos permitir que lo que ha pasado llegue a oídos del pueblo.

Fabián parece pensarlo por unos instantes.

- Llevátela y yo te diré cuando debes regresarla es peligroso tenerla así.

El dolor y el cansancio me ganan y no recuerdo nada más.

Estoy arriba de un caballo pero todo mi cuerpo duele.

- vete de una vez ...anda no te hagas esperar.

Cuando vuelvo a abrir los ojos estoy ardiendo no reconozco el lugar una voz me dice.

- Tranquila...descansa...

Siento algo en la garganta y su sabor es horrible tengo ganas de vomitar.

- Bébelo anda tú puedes.

Caspian y la ausencia

-Ella no ha venido .

Dice Justo rascándose la cabeza.

- ¿qué? ¿Cómo así qué no ha venido? ¿Acaso está loca que ya no viene a practicar?

Las palabras de Justo me llenan de rabia ella no ha venido en varias semanas y eso me está volviendo loco.

Quiero verla .

La extraño ¡ maldita sea!

Pero de repente y sin avisar ella ya no viene a los entrenamientos.

- Dime ¿ dónde está ella?- intento averiguar mas- ¿ dónde vive? Debo encontrarla.

- que no lo sé, hombre. Ella no es así.- dice el viejo pero no me mira a los ojos - También estoy preocupado por ella.

- cómo que preocupado por ella- algo me huele mal- de que demonios estás hablando , Justo.

Reconozco la duda y el temor en los ojos de mi maestro pero él no dirá nada.

- No puedo decirte nada.- se defiende Justo- Sabes que no soy un chismoso.

Me acercó con ganas de golpearlo además soy más grande más fuerte así que decido acorralarlo contra un árbol y cuando levanto mi brazo para golpearlo veo como se prepara para el enfrentamiento .

Entonces oímos el sonido de varios caballos acercándose.

- Espera aquí . Ese es mi viejo amigo Eugenio.- dice el viejo que logra escabullirse.

Lo miro y luego lo suelto.

- Solo quédate aquí no es buena señal que él venga a visitarme.- Justo medita las cosas- Ocúltate en las rocas hasta que vaya a buscarte. El rey Fabián suele tener hombres siguiéndolo y es preciso tener cuidado.

Lo obedezco porque sus palabras son correctas pero nuestro asunto aun no ha terminado.

No es común que él reciba visitas y que la estudiante falté tanto.

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Comments

aome van

aome van

ay por dios como chinga fabian

2023-11-19

0

Fatima Ortiguera

Fatima Ortiguera

aay maldito Fabián hibo de perra lo odio!!😠😠😠

2023-01-19

3

Paola Martiz

Paola Martiz

ese Fabián es una escoria 🤬🤬

2022-12-06

3

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