...La boca del Príncipe Martin se entreabrió levemente mientras leía, siempre en profunda reflexión. Doris arrastró su mirada lejos de su ligero ceño fruncido y permitió que sus ojos se arrastraran a lo largo de su nariz afilada hasta sus ojos brillantes que se arrugaban ligeramente cada vez que sonreía. Se preguntó cuántas chicas se habían enamorado de él solo por su sonrisa....
...-Doris, ¿verdad? Su suave voz la sacó de sus pensamientos, la simple pregunta del Príncipe Martin casi la sobresaltó cuando captó sus ojos verdes fijos en ella....
..."¡Oh! Sí, su majestad". Doris se enderezó y rezó en silencio para que no la hubiera pillado mirándolo con curiosidad. Era raro para ella estar sola con la realeza, no podía evitarlo....
...La comisura de su boca se elevó, "Ese es un nombre encantador"....
...Doris sintió que le ardían las mejillas. "¡Gracias, su majestad!"...
...Sus dedos tocaron ligeramente su pulso a lo largo de su muñeca y sintió que los latidos de su corazón se aceleraban. No hablaba con ella a menudo, por lo general ambos leían en silencio si ella no estaba limpiando. Al principio, pensó que le molestaría si ella leía cerca, pero él solo le sonrió. Y sus sonrisas eran bastante alentadoras. Ella nunca tuvo la impresión de que él quisiera una conversación, esperaba que solo ansiara el silencio que la Biblioteca ofrecía para que nunca lo interrumpiera. Doris a menudo esperaba que él le dijera algo a ella primero, cualquier cosa que perturbara sus pensamientos. Pero en realidad nunca lo hizo, hasta hoy....
..."¿Cuánto tiempo has estado en el Palacio?" Preguntó mientras marcaba una página en su libro y lo colocaba en su regazo. Sus ojos siguieron sus movimientos en un intento de distraerla de sus propios nervios....
..."Cinco años, su majestad"....
..."¿Cinco años? ¿Y has estado estacionado en la Biblioteca todo el tiempo? ¿Nunca te ascendieron ni te reubicaron?" Él inclinó la cabeza ligeramente mientras la estudiaba....
..."No, pero me encanta estar aquí". Doris admitió, miró hacia los altos estantes que los rodeaban. "No me gustaría trabajar en ningún otro lugar, incluso si me lo ofrecieran"....
...Sintió su mirada aún sobre ella, bajó los ojos para encontrarse con los suyos. Era sorprendente cómo se relacionaba con el príncipe William cuando era tan... amable y gentil. El príncipe William era rudo y de mal genio, aparentemente eran completamente opuestos entre sí. ¡Agh! No quería pensar en ese hombre, ¿por qué no se iba de su mente? Lamentó el momento en que alguna vez salió a la calle para respirar aire fresco....
...Un pequeño latido de silencio cayó sobre ellos de nuevo, una especie de calidez la llenó cuando se dio cuenta de que era otro cómodo. No se sentía como si tuviera que llenar la habitación con conversaciones para complacerlo. "A mí también me encanta estar aquí". El príncipe Martin dijo simplemente....
...Doris lo vio irse, con el libro bajo el brazo. Lentamente, su corazón se domó por el impacto de todo. La trató como a una persona normal, no como si fuera su sirvienta o alguien a quien pudiera controlar. Casi como un amigo....
...La Biblioteca se oscureció, Doris se aseguró de que todo estuviera en su lugar antes de partir. Los pasillos estaban vacíos en su mayor parte, amaba el silencio que la seguía cada vez que estaba sola en el Palacio. Era el momento de la noche en que no había nadie que le exigiera nada, todos los demás ya estaban metidos en sus grandes camas. Anhelaba ese tipo de consuelo que sólo el descanso podía dar....
...Beth corrió hacia Doris en el momento en que entró en su habitación. Una pequeña mirada de pánico cubrió sus delicadas facciones. "¡Doris! Ahí estás, ¿qué pasó con el Príncipe Martin? ¿Dijo algo...?" Doris sabía exactamente a dónde iba la mente de Beth, si el príncipe había escuchado algo de su conversación....
...Doris ofreció una sonrisa amable para calmar los temores de Beth, apartó los rizos rojos de sus amigas y sacudió la cabeza. "No, no mencionó nada. No creo que nos haya escuchado en absoluto"....
...Beth parecía como si acabara de liberar todo su miedo en un solo suspiro, Doris se quitó el delantal y comenzó a vestirse para ir a la cama. Solo tomó unos segundos antes de que su amiga estuviera lista para empujarla de nuevo....
..."Entonces..." Beth se acercó a Doris con una expresión inocente en su rostro pecoso. "¿Cómo es que nunca me dijiste que el Príncipe Martin visita la Biblioteca Real? ¿Ha pasado algo entre ustedes dos?"...
..."¿Estás bromeando?" Doris se giró para mirar a su amiga, con las mejillas encendidas. "¡Por supuesto que no! ¡Solo viene a leer a veces!"...
..."¿En serio? ¿Solo a veces?" Beth sonrió y cruzó los brazos sobre el pecho. Lentamente, golpeó sus dedos a lo largo de su brazo. "¿Estás seguro de que no es más que eso? La forma en que te miró fue bastante reveladora...", bromeó Beth....
..."¡Oh, por favor! ¡Beth, en serio!" Doris le tiró la almohada a su amiga. "Vives para los chismes, ¿no?"...
...Beth se rió y le arrojó la almohada. "Está bien, está bien. Pero de verdad, ¿qué pasó contigo? Pareces tan... distante hoy"....
..."N-no pasó nada". Doris se sentó en su cama y evitó su mirada. Una parte de ella quería desesperadamente contarle todo a su amiga, pero la otra mitad la obligó a morderse la lengua. La vergüenza todavía se apoderó de ella por el solo pensamiento de la noche anterior. "Estoy exhausto, especialmente después de lo que pasó con Melody y todo. ¿No podemos simplemente irnos a dormir? No tengo ganas de responder un millón de preguntas"....
...Beth miró a Doris por un momento, como si pudiera ver entre todas las mentiras en su cabeza. Después de un minuto, ella suspiró. "Está bien, solo no olvides que estoy aquí para ti si alguna vez me necesitas. No importa lo que sea". Beth se inclinó para abrazar a Doris, tomó todo de ella para no desmoronarse ante las palabras de sus amigas....
..."Lo se gracias." Doris susurró mientras se alejaba. "Un día saldremos de aquí y viviremos una vida más feliz que la que tenemos". Era algo que ella repetía un millón de veces, ambos necesitaban escucharlo. Quizás no era un sueño tan lejano después de todo, especialmente después de enterarse de la amnistía que el Rey Alfa planeaba firmar. ¿Adónde irían una vez que se limpiaran sus nombres? Honestamente no importaba, mientras no estuviera aquí....
...Beth sonrió y besó a Doris en la mejilla. "¡Apuesto a que lo haremos! Buenas noches"....
...Doris corrió por su vida. Sus jadeos resonaron en los árboles que se extendían hasta donde podía ver. Su compañero, las palabras la rodearon y trataron de estrangularla. No eran verdad, no podían ser verdad....
...Sus rugidos sonaron más cerca, el pie de Doris pisoteó el barro y la atrapó en el lugar. ¿Podía oler su miedo? ¿Fue así como la encontró aquí?...
...Un gran lobo rugió detrás de ella, se giró para ver sus afilados dientes apuntando hacia la luna brillante en el cielo. La oscuridad los sonó, pero la luz le mostró lo suficiente de la bestia que quería arrancarle el corazón. Sus ojos azules la miraron fijamente, del mismo tono que tenían en su forma humana....
..."¡No! ¡Por favor no lo hagas!" Ella gritó. Él la tiró al suelo, afiladas garras cortaron su piel mientras sujetaba su pequeño cuerpo contra la tierra para mantenerla como su presa. No vio ningún rastro de un hombre debajo de su pelaje más allá de sus ojos. ¿Sabía lo que le estaba haciendo a ella cuando era un lobo? ¿Sabía que la estaba lastimando?...
...Doris luchó inútilmente contra su agarre, agarró su pecho peludo y trató de apartarlo de ella, pero él no se movió en lo más mínimo. Él gruñó mientras se inclinaba para inhalar su aroma, saboreando la forma en que su miedo la hacía oler. Él le enseñó los dientes por encima del cuello, ella se atragantó con sus lágrimas saladas mientras gritaba tan fuerte como podía, pero él solo parecía más encantado cuanto más luchaba....
..."Por favor..." Ella suplicó débilmente, él abrió la mandíbula y apretó los dientes profundamente en su cuello sin dudarlo. La agonía la cegó, se marchitó debajo de él y gritó lo suficientemente fuerte como para sacudir los árboles a su alrededor. Ella oró a la diosa de la luna por ayuda, para que el dolor desapareciera, pero nadie escuchó sus súplicas....
...El dolor solo empeoró, su visión se volvió borrosa y se puso roja mientras él la devoraba. Lentamente, pudo sentir que su vida la dejaba mientras sus dientes se hundían más profundamente en su piel y supo que era el final de todo. Su miseria finalmente terminaría pronto... estaba lista para darse por vencida......
..."¡Doris!" Gritó una voz familiar en su oído, sintió que algo sacudía su cuerpo para recuperar la conciencia. "¡Despierta!"...
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