Llegando a mi departamento me cruzo con Héctor, lo saludo y pregunto si volvió a ver aquel hombre, él niega con la cabeza. Subo a mi piso y una vez en mi hogar me desplomo en mi cama, no tengo hambre, así que desarmo mi mochila y me voy a dormir temprano, necesitaba descansar, quien sabe que me espera mañana.
Un día totalmente gris, parece que en cualquier momento llueve, por si acaso me pongo mis botas de lluvia, no quiero andar con los pies mojados, lo único que me falta es que me resfríe, aun así ni loca me quedo haciendo reposo.
Camino al trabajo me pongo a pensar que escape a la casa de mi madre para no pensar y se terminó embarrando mi vida. De todos modos prefiero esta realidad. Llego temprano, así que no me cruzo con nadie. Tomo mi café y miro por la ventana, eso me dispersa bastante hasta que el tránsito en la oficina se pone en marcha. A pesar de que arranca la semana, el aire en la misma es de buena vibra. A mitad del día veo a Iván entrar en nuestro departamento, pide por mí. Yo me acerco y nos vamos a un costado para hablar.
-Hola Iván, ¿cómo estás?
-hola Carla bien, ¿y vos?
-algo mejor
-Entonces pudiste solucionar tus problemas.
-mmm. Ya no sé
-Carla necesitas mi ayuda?. Me siento atado de pies y manos.
-Iván, necesito tranquilidad, es lo único.
-¿Qué Te parece si te invito a un pícnic en la costanera?
-Iván, eso suena fascinante, pero en un día como hoy no me parece. Esta gris aún no sabemos si va a llover. Pero si mañana el día mejora, acepto tu invitación.
Él sonríe, está contento como perro con dos colas. Nos saludamos y se va. Cuando me doy vuelta para volver a mi escritorio, veo que todos mis compañeros estaban mirándonos expectantes, algunos con mala cara y otros con incertidumbre. Ana se acerca y me pregunta.
-Carla, no me digas que salís con Iván?
-Ana, serías la primera en saberlo.
Y a continuación en voz alta para que escuchen todos
-No salgo con él, no tuve sexo con él, no me involucro con nadie de la oficina, ese código es irrompible y mi reputación me hace justicia y eso no va a cambiar.
Ana se queda pasmada al ver mi reacción. Pero la verdad que después de todo lo que me pasó no quiero tener otro tropiezo en donde los comentarios manchen mi nombre.
Comienza a lloviznar un poco y se acerca la hora del despegue del lugar. Subo al ascensor y antes de marcar el último piso, mi mente me da una señal que baje en el anteúltimo, y eso hice. Al bajar por las escaleras miré que en la puerta estaba nuestro adonis, es más que seguro que me estaba esperando y yo no quería salir con él, ya fue suficiente hoy con mis compañeros mirando. Justo sale por la puerta del ascensor Ana, así que en un movimiento rápido, bajo y al compás grito.
-Ana, espérame que te acompaño!!!
Iván, al verme y escuchar esto, no tuvo otro remedio que darse la media vuelta e irse. Ana no entendía nada y se quedó inmóvil hasta que llegue a ella.
-Carla, mi casa está contrario a la tuya o necesitas hablarme de algo?
-si Ani, lo sé, pero Iván estaba esperando en la puerta y se pone medio denso.
- ahhhh, ya entendí todo. (mientras sonríe).
-sos mi salvadora del día, Anita.
En la puerta nos saludamos y cada cual marchó por su lado, cuando llegó a la esquina y voy a cruzar, un Mercedez Kompressor frena de golpe para no pisarme, al ver esto mi corazón se detiene por la adrenalina que sentí y porque por un segundo pensé que era mi hombre perfecto de brillante armadura, al tocarme bocina para que me ponga en marcha y salga de la calle, salgo de mi estado de shock y me percato que él no era y que el color de ese auto era gris. Sigo mi camino, pero eso hizo que regresaran aquellos pensamientos que fui opacando el fin de semana. ¡¡Maldita sea!!
Llego a casa media moja por la llovizna, me saco todo lo mojado y preparo la merienda, miro por mi ventana, necesito saber como paro de pensar, creo que es un momento para tomarme los días que me deben de vacaciones, necesito escapar, todo esto comienza afectarme de nuevo, de pronto escucho tocar el piano de mi vecina, aquella melodía me relajaba y me resultaba conocida, hasta que mi vecina entona la canción en inglés
Nunca quise necesitar a alguien
Sí, quería jugar duro
Pensé que podía hacer todo por mi cuenta
Pero incluso Superwoman
A veces necesitaba el alma de Superman
“Sia - Helium”
Pareciera que el universo intenta darme señales
***¡Descarga NovelToon para disfrutar de una mejor experiencia de lectura!***
Updated 60 Episodes
Comments