El lunes arranca de lo más tranquilo, pero no deja de ser comienzo de semana, no me puedo quejar, el último día había dejado todo perfecto, mis compañeras empiezan a llegar y todas hablamos de nuestro fin de semana, desayunamos juntas hasta que aparece Juan, muy serio nos saluda a todas como de costumbre y el trabajo comienza a fluir.
Juan me llama a su despacho, empecé a sudar y perdí el color de la piel, lo único que se me pasaba por la mente era en que me equivoque o en donde está el error, pero por suerte no era nada de eso. Solo me pedía un trabajo extra para el Gran jefe desconocido, el Sr. Alexander. Cuando llego a mi escritorio y empiezo a ver, casi muero. De la cantidad de empleados que había en nuestro departamento, ¿por qué me tocaba hacer esto a mí?, cierto es que soy muy buena con los trabajos complicados y sobre todo trabajo a presión y este era uno de eso con fecha límite de entrega.
Así que las horas pasan y llega las 18 hs y aún estoy en la oficina, mi hermana llama a mi teléfono, pero decido no atenderla, es que cuando me propongo hacer algo trato de terminarlo o medianamente dejarlo más liviano para el otro día.
Mi estómago empezaba a rugir como un león enjaulado con hambre y sed, Uff SED!! No me había detenido en pensar que tenía SED y que también quería ir al baño. Miro el reloj y me doy cuenta de que son las 20 hs y decido dejar parte del proceso para el día siguiente. Llego a casa Héctor como siempre saludando muy cordialmente y subo, abro la heladera, no hay muchas cosas, olvide que tenía que ir al mercado. Decido pedir un delivery de shushi, hoy mi cabeza estallaba del dolor y el trabajo que me dieron último fue demasiado, así que me merezco ese sushi. Me doy una ducha, tomo una aspirina y espero ansiosa mi comida y de repente recordé la llamada de mi hermana, supongo que no era una emergencia, teníamos un código para eso, era las reiteradas llamadas por si algo importante pasa, pero ella solo llamo una vez, así que voy a escribirle un texto y mañana la llamo.
Texto:
*Hola hermoso perdón que no te conteste antes, pero hoy no fue un bonito día, me duele mucho la cabeza. Mañana te llamo y hablamos un poco. Te quiero beso**s*.
A la mañana siguiente el calor parece que va al tono con el día, solamente ruego poder terminar lo que me dieron ayer, soy muy exigente para mi misma, así que saludo a todas, voy camino hacerme algo para desayunar y veo el frasco de café de Colombia, ese que al hacerlo se siente ese olorsito a chocolate que te llena de vida, me pregunto quien fue el alma caritativa que lo trajo, creo que va a ser lo mejor de mi día.
Me siento y comienzo a devanarme los sesos y acá esa uno de los mayores problemas, tengo que ir al departamento de legales y no quiero encontrarme con Iván. No me queda otra, tengo que ir. Paciencia Carla paciencia..
Bajo y logro hablar con Carlos de Legales, pero automáticamente me manda con Iván.
-Hola Carlita, cómo estás? Viniste por mi ayuda?
Pensé wow este hombre estaba esperando ansioso ese día o algo intuía que terminaría ahí.
- Hola Ivan, lamento molestarte, pero si necesito la ayuda de alguien de legales que pueda explicarme esto.
-déjame ver. Mmmm
Iván se pone a leer los papeles y la verdad es digno de ver, si no fuera tan mujeriego quizás le daría una chance. Aunque mi código es no involucrarme con nadie de mi trabajo ni para sexo, igual eso no me detenía en imaginar como sería su equipo, muchas chicas que estuvieron con él dijeron que lo tiene grande, suponen que de 18 cm. y que en la cama es increíble.
-Carla realmente te puedo ayudar y es muy fácil de explicar pero...
y a continuación me deja en jaque mate con su respuesta.
-Carla la última vez te pedí de salir y me tuviste en vela esperando tu respuesta para que me digas que no, después te espere a la salida y nunca apareciste y luego te vi como te escapabas de mí
- Iván yo...
Me hace una señal de que no termino de hablar
- solo quiero que salgamos a tomar algo, prometo portarme bien.
- Iván, yo te pido disculpas por lo sucedido, pero no salgo con hombres del trabajo.
- Carla únicamente es salir a tomar algo como compañeros.
- Iván, esto que estás haciendo es un chantaje
-No, velo de esta forma, somos dos compañeros que salimos a tomar algo esta noche, entonces puedo explicarte más relajados sobre este tema.
-Estaba bien, pero en un lugar público, no en tu casa ni en la mía ni en la de ningún otro. entendés?, no pienses que voy a ceder, así que no me pidas nada raro.
Iván tenía una sonrisa de oreja a oreja y esos dientes perfectos le sentaban muy bien a su sonrisa
- ok entonces a la salida te espero.
Asiento con la cabeza y me retiro de su departamento. Parece que la tarea que me dieron fue encomendada por el mismo diablo, tengo mi fecha de entrega el miércoles que viene, así que no tengo salida, tengo que ir.
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Comments
Elizabeth Delvicier
que aprovechado
2024-09-15
1