un comienzo gris

La semana comienza con ánimos de derrota. Tuve nuevamente el

sueño con ese hombre extraño, pero ahora si recuerdo su cara, era Ale. Mi

cerebro me juega malas pasadas. Por suerte hoy Juan me da un trabajo extra para

nuestro super jefe, eso me hace no pensar en lo de más.

Anita toma un café conmigo en la tarde, hablamos de todo y

de que nuestro jefe fantasma se fue del país, pero ella nota mi ánimo triste,

pregunta y solo le explico que estoy cansada.

Recibo un Mensaje de Mauro

Texto Mauro

Hola mi vida, cómo estás?, me preocupa que estés triste,

supongo que no dejas de pensar.

Texto carla

Mau, estoy bien, por suerte el superjefe me dio trabajo para

no pensar

Segundo, después de que mande ese mensaje, cae otro, wow

amigo que contestas superrápido pero no era Mau

Texto Iván

Tu carita tiene mucha tristeza, ¿salimos a beber algo?

Puff Iván lo que menos quiero es salir con vos, así que no

pienso contestarte. Al rato otro mensaje

Texto Mauro

Entiendo, entonces más tarde te llamo. Besitos en cada teta

Esas palabras me quitan una sonrisa.

La tarde pasa, los días también, la semana es corta y el

jueves entrego mi trabajo. Ahora me dedico a mi trabajo semanal y recibo un

texto

Texto Iván

Me mata, verte así, ¿podemos salir a merendar?

Decido no escribirle, no estoy de ánimo y la verdad no

quiero saber nada. Al llegar a casa como todos los días volteo a mirar para

todos lados para ver si lo encuentro y nada. Pero ese día, al saludar a Héctor,

él me hace un comentario.

-señorita Carla, no sabía como decirle esto, no quiero que

piense que soy chusma, pero le tengo que decir.

-Héctor, si decime por favor, yo no creo que lo seas.

-el otro día vi a ese hombre que la dejo la última vez en su

casa, el día que se equivocó de edificio.

-¿qué? Y vino acá?

-fue al edificio de al lado, después lo vi subir a su auto y

marcharse a toda furia.

-gracias Héctor por decírmelo

- espere señorita hay algo más\, le pregunte al encargado del

edificio ya que somos buenos compañeros y me dijo que pregunto por una tal

victoria.

-Héctor te pido discreción y gracias por contarme al

respecto, si lo vuelves a ver me avisas por favor.

- si señorita\, ¿quiere que llame a la policía?\, le hizo

algo?

-Nooo, por favor no, él no me hizo nada. Gracias Héctor

A continuación subí a mi casa y los pensamientos regresaron

a mí, volvió por mí, quería algo más?, entonces no le hice un favor

yéndome, al contrario, se enojó. Intento llamar a Mauro, pero me gana de mano una

llamada entrante, era mi querida hermana.

-hola hermanita, ¿cómo estás?

-bien Vane y vos?

-Bien muy bien, quería saber si este finde venís a la casa

de mama?

- si hermana es muy probable.

-entonces este fin de semana me armo de valor.

-no lo puedo creer, en serio?

-si carla, es ahora o nunca, estando vos conmigo lo puedo

hacer.

-wow Vanesa sí que tenés mucha confianza

- ¿por qué lo decís? ¿Sabes algo\, mama y Marcos sospechan?

- pero no Vanesa\, no te persigas tanto. Tranquila

Se siente su suspiro de alivio

- se las  vas a presentar ese mismo día a tu chica?

- ni loca\, vamos despacio Carla.

Yo sonrío y después quedamos en silencio unos minutos

-te pasa algo raro, noto una vos de bajón.

-No hermanita, estoy bien, solo que algo cansada.

-pufff carla no me vengas con eso, que te pasa?

-Vane el fin de semana lo hablamos, te parece

- No me parece\, pero conociéndote\, no me lo vas a decir

aunque el mundo se muera y sea tu última confesión.

Yo sonrío al escuchar eso, Vanesa puede ser muy graciosa.

-Vane, te voy a dejar, estoy realmente cansada.

-Está bien Carlita. Besitos, chau.

Al cortar pienso en mi mamá, hace mucho que no le hablo y la

llamo para avisarle que el viernes salgo para allá. Mi madre se pone feliz

al  escucharme, pero no deja de criticarme

y llamarme la atención, yo pongo los ojos en blanco y la escucho, algunas cosas

tiene razón.

Al cortar con ella, me siento cansada, iba a llamar a Mauro,

pero la verdad ya no quería hablar con nadie, así que me pongo a cocinar algo,

aunque mi corazón este de huelga, mi estómago no tenía la culpa, una ensalada de

rúcula y queso con un omelet relleno de jamón y queso vienen bien y no es tan

elaborado, hoy le pongo fin a esa botella que contiene ese líquido rosado que

me encanto tanto.

Termino y me acuesto escucho un poco de buena música hasta

que me quedo frita

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