Capítulo 12

Dylan

Intenté dibujar otro rostro pero por más que quise no pude conseguirlo. Estaba maravillado con mí talento, me sentí inmensamente feliz pero al ver la hoja solo había dibujado a Megan con sus ojos llenos de lágrimas. Verla tan vulnerable me había causado mucha impresión.

"Deja de pensar en ella, vamos! Sabes que nunca te hará caso" me repetía una y otra vez. Quizás lo hice por meses pero mí corazón se negaba a hacerme caso.

Estaba repitiendo la historia que tantas veces contó mí padre, la amó toda su vida a mí madre y al final tuvieron su bonito final feliz pero yo no tendría la misma suerte.

Al menos la había abrazado una vez y había sentido su piel un instante y su exquisito olor a vainilla que se impregnó en mí ropa cuando la abracé. Ya con eso debía darme por satisfecho.

Mí cumpleaños número diecisiete estaba cerca al igual que la fiesta del novio de Emily dónde estaba obligado a asistir. Mí cumpleaños no lo celebraría, tan solo habría un pastel, comida familiar y globos. ¿Patético no? Mí madre aún no se daba cuenta de que había crecido y a mis quince años hasta puso una gran piñata llena de dulces.

Para mis cumpleaños siempre venían las mismas personas, mis abuelos tanto por parte de mamá como de papá y Emily, el vecino Ian también venía pero no era alguien con quién tuviera una amistad, él siempre estaba detrás de mí hermana y ella haciéndole todas las maldades que por su loca cabeza podían ocurrir. Así que dejaron de invitarlo. Me aburría inmensamente, no era para menos.

El día de la fiesta llegó y vaya, no tenía una pizca de emoción por salir de casa. Mí madre me dio su auto ya que soy responsable y no tomo alcohol más que para brindar en las fiestas. Me di un baño, me vestí como siempre, ya había recibido tres mensajes de Emily para saber cuándo llegaría. Emprendí mí camino y quince minutos después que podrían haber resultado cinco si me gustara manejar rápido había llegado.

Adolescentes por todos lados, la música se escuchaba al menos a más de cien metros de distancia y vasos esparcidos por doquier. Esto era una fiesta, donde todos se embriagaban y hacían estupideces que al día siguiente lamentaban yo veía gente idiota bebiendo para llamar la atención y haciendo el ridículo.

Todo cambio cuando entré al lugar, el olor a alcohol y a varios perfumes mezclados con sudor era un espanto y por la música me retumbaba hasta el cerebro. Debía buscar a Emily pero entonces la vi a Megan con su estilo tan despreocupado y original que solo ella podria lucir y ser atractiva.

Chicas hermosas con maquillaje abundante y vestidos súper cortos que no les permitían moverse además de unos tacones altísimos que no les permitían caminar era lo que había por montones mientras que Megan estaba casual pero preciosa. Podía ver mil mujeres casi desnudas pero ella era quien me robaba el aliento.

Look de Megan

Luego de encontrar a Emily y hablar unos cuantos minutos se había ido con su novio y yo parado en un rincón sosteniendo un vaso en mis manos solo para que no me ofrezcan ninguna bebida extraña y comiendo pastillas de menta. Estaba lejos de ser el alma de la fiesta y no podía irme a ninguna parte porque mí querida amiga me mataría.

Algunas de las chicas con las cuales había tenido intimidad se acercaron a mí pero las rechacé. La fiesta siguió y volví a encontrar a Emily para avisarle que me retiraba.

-Gracias por invitarme, me iré

-No te vas a ningún lado, venia a buscarte porque está por empezar un juego arriba

-¿Un juego? Sabes que eso no va conmigo

-Callate y sígueme, no seas aguafiestas, ya verás que te encantará

Subimos las escaleras, yo con una mano en su espalda porque había recibido muchos empujones y lo que menos quería era que acabara rodando escaleras abajo y yo llevándola al hospital. Entramos en una habitación donde diez personas de nuestro curso se habían sentado en un gran círculo con una botella en medio. Mis ojos se posaron en Megan quien estaba hablando animadamente con Mateo

-Vamos, debes entrar. Yo lo haré, ahí esta mí novio. Capaz hasta recibes algo se tu amada cherry

-haz un poco de silencio, está bien entraré porque se que de todas formas no me dejaras ir.

Nos sentamos en el círculo, la botella comenzó a girar y se detuvo en dos así que se besaron. Pasó lo mismo como cinco veces. A mí no me tocaba ni eso, no podía quejarme. Hasta que se detuvo en Megan y en mi

Ella rodó los ojos y dijo cosas que me dolieron muchísimo y más saliendo de sus labios...

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