Capítulo 4

Dylan

Me enamoré de ella desde la primera vez que la vi, ahora que tengo más edad lo comprendo. Me obsesioné con su exótica belleza, su dulce voz y su manera tan peculiar de ser.

Creí que con los años me gustaría otra persona pero eso no sucede, no me interesan otras chicas, solo la quiero a ella. Para mí desgracia le gustan los chicos mayores y yo aquí sigo siendo un niño ante sus ojos en el mejor de los escenarios, la realidad es que para ella soy invisible.

Ahora que vamos juntos al mismo salón espero que algún día se acerque para hablarme o al menos que me diga buenos días pero no lo hace y está bien, ¿Qué haría una belleza como ella con alguien insignificante como yo?

Yo con catorce años no he recibido mí primer beso pero si la vi en el pasado comiéndose la boca con el idiota de Marco que no hacía otra cosa que ponerle el cuerno con su mejor amiga.

Las amigas de Brianna van a casa para verme, me coquetean de una manera muy obvia e infantil y aunque son lindas no despiertan mí interés. Ellas solo buscan alguna experiencia pero no por ser un poquito mayor significa que la tengo, es más, hasta alguna de ellas es más experimentada que yo. Lo sé, doy asco.

En los acontecimientos escolares he tomado fotos de todos y cuando he podido le he puesto zoom a Megan solo para poder capturarla a ella.

Soy un nerd, antisocial, un rarito como muchos me llaman pero no me molesta, estoy bien con ello. Hasta una persona con discapacidades físicas es mejor que yo en deporte. Intenté y me esforcé pero de nada sirvió, no tengo talento. A éste paso se que moriré virgen.

Me pusieron en un grupo con Megan y yo habría ido a la iglesia para agradecerle a Dios el milagro pero ella sólo me dijo que yo haga el trabajo, que luego me invitaría un helado como compensación. Me sentí tan decepcionado, di lo mejor de mí para que saquemos buenas calificaciones pero tampoco llegó un helado ni un café ni nada de su parte, apenas un billete y la frase "cómprate el helado niño, tal como te lo prometí, gracias por hacer el trabajo". Me sentí tan herido aquel día, me había ilusionado aunque sea por compartir quince minutos con ella pero cuando hizo eso le arrojé su dinero y con la voz más fría que jamás creí poder escuchar de mí le dije "No quiero tu maldita caridad Megan, espero que obtengas buenas calificaciones ésta vez, pero escúchame bien, nunca más te ayudaré en algo así"

Me fui enojado dejando a una Megan confundida y a varios que estaban en el mismo sitio de la secundaria iguales. Nadie pronunció palabra, choqué con algunas personas al pasar pero no hice caso, no me detuve. Llegué a casa aún abatido por todo lo que ocurrió. Me esforcé por tantas horas para nada, ella jamás me verá.

Siempre fui tranquilo, siempre hablé en un tono bajo, jamás contradije a nadie ni alcé mí voz. Alumno y adolescente ejemplar y ¿Qué recibo? Unos míseros dólares de ella. Puede guardarse su dinero, no lo necesito. En ese mismo instante la odié con la misma intensidad que la amo.

Ella siguió su vida como si yo no existiera y por obra del destino unos dos meses después el profesor de ciencias pidió trabajos prácticos en parejas

-No se emocionen que ustedes no elegirán sus parejas y yo tampoco lo haré

-¿Entonces como lo hará profe? Déjenos escoger y estaremos todos felices ¿Verdad?- los demás reían y lo apoyaban

-SILENCIO TODOS!!- gritó- los haré por sorteo así nadie se queja

-Mercedes y Pablo

-Anabel y Florencia

-Julian y Kevin

Nadie protestaba hasta que me nombró

-Dylan y Megan

-Ni hablar, no pienso trabajar con ella- me paré en el salón dejando a todos incrédulos, incluidos el profesor

-¿Qué dijo Smith?

-Que no pienso trabajar con ella, haré el trabajo solo o con cualquier otra persona pero no con ella

-¿Me está desobedeciendo joven?

-Tomelo como quiera profesor, no pienso trabajar con Morán- mencioné su apellido- y es mí última palabra

-Por esta vez lo dejaré pasar debido a que tiene las mejores calificaciones del curso. Volveré a sortear su nombre Emily tu harás equipo con Dylan

-Gracias profesor- sonreí y volví a sentarme

Megan se mantuvo en silencio al igual que los demás, Emily enseguida vino a sentarse a mí lado y planeamos todo lo referido al proyecto. Al acabar las clases salí y en la entrada Megan estaba parada, la ignoré y seguí mí camino

-Espera, ¿Por qué actuaste así?- se paró frente a mí impidiendo que siguiera caminando

-¿Qué quieres?

-Saber, tu nunca eres así, si es por el helado te di el dinero pero no lo quisiste

-Prefiero reprobar antes que hacer un trabajo contigo, ¿Entiendes? ¿O prefieres que te invite un helado y te lo explique en el camino?

-No tienes por qué ser tan grosero, yo no te hice nada

-Yo tampoco a ti. Deberías agradecer que la mejor calificación que obtuviste fue gracias a mí esfuerzo y trabajo porque tu no hiciste nada y luego me diste dinero. Es más toma- le di un billete de diez dólares- esto es para que me dejes en paz

Me fui de ahí ignorandola por completo y regrese a casa.

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