Capítulo 5

Bárbara

Los siguientes días escuché las maravillas que hace "Pau" en la cocina, pero aún la famosa Pau no aparece por aquí.

Debí barrer los pisos y limpiar todas las mesas, hasta las que ya estaban limpias. También ver algunos clientes estúpidos que murmuraban lo suficientemente alto para que pueda escuchar cosas de índole sexual en las cuales era protagonista.

Vine a trabajar desvelada algunos días gracias a mí divina vecina ninfómana así que mí humor no es el mejor. Si tan solo yo tuviera una noche así con Matthew al año lo amaría más aún

Gracias al cielo vi a mí novio pero no me tocó un solo pelo. Apenas nos besamos pero ni ahí hubo pasión. Creo que esto está llegando a su final porque con el cariño o el amor no se puede seguir si la otra parte no pone colaboración. De todos modos cada año pienso igual pero sigo con él esperando que cambie.

Llegó el fin de semana, hoy es sábado y conoceré a mi superior en el trabajo. Hoy me tocara trabajar más horas y la paga es mejor, algo que necesito desesperadamente. Llego al trabajo, a la mañana y me retiro a más dos de la tarde. Descanso y vuelvo a las veinte horas para el turno nocturno.

Entro al restaurant y tomo mí delantal idéntico al que usan todos aquí. Hay mucho movimiento en la cocina pero me alejo de ahí, lo último que necesito es que me manden a limpiar el desastre que hagan.

-Ven Bárbara, te presentaré a Pau- me dirigí a la cocina y sorpresa, Pau es un hombre y que hombre

-Pau ella es la nueva empleada

-Barbara Levin encantada- extendí mí mano pero se negó a estrecharla

-Paulo Martínez, espero que esté cómoda trabajando aquí y que sea buena en lo que hace porque si espera un sueldo va a tener que trabajar para conseguirlo

Vaya mala impresión me dio el jefecito, musculoso y un papacito pero un carácter que le destila por los poros, amargado y gruñón.

Ignoré lo que me dijo, no me importa en absoluto lo que piense de mí o haga con su vida y si desea despedirme que lo haga sin problemas, odio su mugroso lugar.

Hoy el lugar estaba repleto de gente y debí ayudar a las chicas a tomar pedidos y servir a los clientes. Menos mal me puse zapatos bajos porque sino ni un paso caminaba con la bandeja.

Varios me dieron propinas y adjuntaron una tarjeta con su número de teléfono. Cuando fui a la cocina el jefe me esperaba

-Aca vienes a trabajar, no a coquetear con los clientes

-¿Qué? Yo no coqueteo con nadie, si a ellos les gusto no tengo culpa

-¿Y esperas que te crea?, conozco a las de tu clase

-¿Mí clase? Prefiero ahorrarme los comentarios, así seré más productiva

-De todos modos no podrías decir nada inteligente

En mí mente le pegaba varias cachetadas al imbécil. Está muy bueno pero ya con ese carácter se le quita todo lo lindo que pueda llegar a tener.

Sigo trabajando, algunos clientes me reclaman y me piden más agua o van por el tercer café después de la cena para coquetear conmigo pero cada vez que me dirijo hacía la cocina el idiota me mira con odio. Afortunadamente hoy tengo muchas propinas y saliendo de aquí podré aunque sea comprar algo congelado para comer porque muero de hambre.

Diez minutos antes de mí hora de salida vi hacía las mesas y ya no había más clientes, fui al baño y llamé a Matthew para saber si podía recogerme aunque será vergonzoso que me vea así, no tengo más remedio.

Acabé la llamada con una sonrisa mientras me secaba las manos. Abro la puerta y me encuentro mí jefe parado delante de mí. Del susto casi se me cae el teléfono.

-*Está prohibido usar el teléfono en horas laborales, que sea la última vez. No te pago para venir a usarlo sino para trabajar

-Necesitaba que alguien me viniera a recoger, no me iré sola a éstas horas

-Ahorrate tus explicaciones, no me interesan*

Lo ahorcacia con mí propio delantal y si sigue así conmigo lo haré cuando llegue mí último día aquí. Después de todo cuando éste absurdo castigo acabe volveré a mí glamurosa vida y no volveré a pisar ese lugar ni ver a esa gente

Me despido y me voy, mí novio me estaba esperando afuera tan guapo como siempre. Él sabía las condiciones de mí penitencia y se abstuvo de hacer comentarios al respecto. Me llevó a mí apartamento, le pregunté si quería pasar y lo hizo. Subimos las escaleras, lo lleve a la habitación y le quité la ropa, mientras yo también me desnudaba.

No tardó en tomar el control, me puso debajo de él y luego de tres minutos o cuatro ya había acabado todo y estaba vistiendose

-¿No te quedas a dormir? Podríamos hacerlo de nuevo

-No, necesitas descansar. Adiós

Me quedé sola, desnuda en la cama. Vi mí ropa interior sensual y me la puse, admiré mí piel y no tenía imperfecciones, tampoco tenía grasa ni celulitis ni nada, mí cuerpo perfecto y hermoso pero a él parece que no le causo demasiada emoción

Mí vecina llegó aparentemente y esta noche no se le ocurrió tener sexo. Me dormí con mí frustración y me desperté al mediodía. Tenía muchísima hambre así que fui al supermercado a comprar algunas cosas que pudiera cocinar. Volví y del apartamento de mí vecina salía aroma a salmón con hierbas, yo quería eso pero me tocaba hacer la porquería congelada que había comprado.

Más populares

Comments

Milagros Rodriguez

Milagros Rodriguez

paciencia y resistencia, esta niña nunca ha luchado por nada ahora a valorar hasta lo más mínimo

2024-05-04

0

Rafaela Fernandez

Rafaela Fernandez

Así aprenderás niña.

2023-08-12

7

Maris Benitez

Maris Benitez

Qué sexo frustrado 😖😖😣😖😣

2023-08-04

0

Total

descargar

¿Te gustó esta historia? Descarga la APP para mantener tu historial de lectura
descargar

Beneficios

Nuevos usuarios que descargaron la APP, pueden leer hasta 10 capítulos gratis

Recibir
NovelToon
Step Into A Different WORLD!
Download MangaToon APP on App Store and Google Play