Capítulo 13

Paulo

Cuando llegó al restaurant al día siguiente de su ruptura me sorprendió. Creía que no la volvería a ver por aquí luego de mandarme a la mierda pero aquí estaba.

Estaba sin maquillaje, vestida súper sencilla y cansada, no había dormido.

Escuché su comentario a mí ayudante y sonreí por lo original que sonaba pero aún así su voz mostraba que no estaba feliz con toda la situación.

Le diría que el se lo pierde pero no tengo por qué consolarla ni opinar al respecto, menos aún en un lugar así dónde hay diferentes cuchillos y elementos con los cuales podría golpearme.

La dejé tranquila hasta que vi que poco a poco volvía a ser la misma, pero cuando comenzamos a discutir la mandé a las tareas más absurdas y ridículas posibles. Quería hacerla rabiar, me gusta cuando está enojada, es algo reconfortante que alimenta mí creatividad porque pienso nuevas maneras de fastidiarla.

Rápidamente nuestra relación se volvió más hostil, la tensión era palpable nomás cruzar las puertas y todos se mantenían a distancia.

La hice venir nuevamente al restaurante antes de abrir las puertas al público y le prepare un desayuno. Lo revisó completamente antes de comer

-¿No confías en mí?- pregunté

-No, no se que podrías ponerle a la comida

-Vamos, no le puse nada mira- corté un trozo de cada cosa y lo lleve a mí boca para que vea que estaba todo bien

-Mmmm- gimió cuando se llevó un bocadillo a la boca

Mí entrepierna palpitó ante el sonido tan sensual y varias imágenes impropias e indecentes cruzaron por mí mente sobre lo que podía hacerle para seguir provocando esos sonidos tan eróticos. El sonido de su móvil me sacó de mis pensamientos

Sonó una vez, dos veces, tres y no contestaba. Luego ya cansado de escuchar el tono miré el nombre y era el idiota que la abandonó. No lo pensé y tome su teléfono mientras deslizaba mí dedo por la pantalla para responder

Le dije claramente que no la molestara, que ahora tenía un hombre de verdad a su lado que le daba todo lo que él no y en la cama la tenía estupendamente atendida.

Su mandíbula cayó ante mis palabras y el tipo no dijo una palabra y colgó

-Listo, dudo que vuelva a molestarte

-No vuelvas a tocar mí teléfono

-Podrias empezar por decir gracias

-¿Gracias? Eres un idiota. No me acostaría contigo ni aunque fueras el último hombre sobre la faz de la tierra

-¿Y? mira como me importa, tampoco me interesa acostarme contigo así que no te creas tan importante.. Ah... y antes de que lo olvide el rojo no te favorece- sonreí burlón haciendo que recuerde cuando la vi con poca ropa

-¿Y a mí que carajos me importa? Si no te gustaba lo que veías dejabas de mirar y problema solucionado. Solo te faltó tomarme una fotografía imbécil- su comentario me borra la sonrisa

Ardere en el puto infierno por mentiroso. Esa lencería roja estaba para arrancarla con los dientes y follarla hasta que no pudiera caminar al dia siguiente. Pero su comentario mentiría si dijera que lo esperé.

-Antes de irte debes limpiar esto

-¿Algo más?

-No

-Bien

Otra llamada suena y atiende sonriendo. Todo su enojo desaparece como por arte de magia. Escucho atento ¿Tendrá novio nuevo? ¿Un amante tal vez?

-Si, ¿Pasas a recogerme? ¿No puedes? No te preocupes me pondré algo sexy mmmm pensaba usar color rojo- me mira- Bien nos vemos en Diamond's beso- sonríe al cortar la llamada pero al verme su expresión furiosa regresa

Diamond's es un sitio muy de moda, le mando un mensaje a Thomas que es el amigo más fiestero que tengo y listo, prepárate bruja, ésta noche me divertiré en grande y algo que me dice que tu tendrás mucho que ver para que eso suceda pienso y me dispongo a cocinar mientras ella sale de la cocina para ir a recibir comensales.

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