La gran boda.

Volvimos a la mesa como si nada hubiese pasado.

"Elsa querida perdón por salir así, mi hija estaba muy nerviosa"

Mintió mi madre y yo sólo rodé los ojos con disimulo.

De pronto ese individuo se puso en pie y se alisó el terno, antes de dirigirse hacia mis padres.

"Buenas noches señores Velásquez, encantado de tenerlos esta noche, soy Daniel Frost Samaniego".

Estrechó las manos de mis padres y luego se dirigió a mi.

"Bella dama un verdadero placer conocerla, soy muy dichoso de tener una hermosa mujer como esposa".

Sus ojos se posaron en mi rostro, estaba tan consternada por sus palabras, ese tipo si que era un gran hipócrita. Miles de emociones me turbaron en ese instante, pero la rabia predominaba ante todo, queria sacarle los ojos.

Mi madre con sus enormes ojos me insinuaba que me presentara.

Apreté los dientes y me puse en pie forzando una sonrisa.

"Hola soy Ammy, mucho gusto conocerlo, señor Daniel".

Estreché su mano con disgusto, al sentir una corriente eléctrica recorriendo cada centímetro de mi piel, me solté a prisa. Esa sensación se sintió rara que mis bellos se erizaron.

"Pequeña Amanda, ya eres toda una mujer".Agregó aquella dama elegante con una gran sonrisa, llenando su regordete rostro lleno de maquillaje. "Cuán feliz estoy de que vayas a ser mi nuera".

¿A caso esta Señora me conoce?. Me interrogé en mi interior, ya que su trato era como si fuéramos íntimas. Yo sólo sonreí y me senté sin dejar de ver a ese terricola que también se sentó al mismo tiempo, tomó un sorbo de vino y sonrió de manera sexy, que me dio tanto coraje, sin duda seguía siendo un playboy robainocencias.

"Cariño, ¿no recuerdas a la Tía Ela?" dijo mi madre, haciendo que me vuelva para verla muy confundida. "Cuando eras niña siempre te escapabas a su casa para jugar con sus hijos".

'¿Ela?' jamás oi ese nombre.

"No, no recuerdo".

"Cariño, que se va a acordar, era sólo una pequeña niña" Agregó mi padre con una gran sonrisa. Ese tipo le agradaba como yerno a mis padres, ya que no dejaban de verlo y halagarlo.

Revolvi mi cerebro para recordar algo.

Cuando tenía 6 años tenía un amiguito, era mi vecino de al lado, pero yo recuerdo que era 4 años más grande que yo, siempre jugaba conmigo y era muy dulce, tambien tenía un hermanito gruñón de la misma edad que yo que siempre me hacia llorar.

¿A poco ese niño apestoso era Daniel ?

Wao, que sorpresas da la vida. Desde los 9 años no les he vuelto a ver ya que nos cambiamos de ciudad.

"Mamá ¿y su padre?", susurré a sus oídos con discreción.

"Falleció hace años" Balbuceó a mis oídos.

"Aya".

'Con que no tiene padre, no tenía idea'.

Después de beberme una copa de vino al hilo, me armé de valor y lo miré desafiante.

"Señor Daniel ¿está conforme conmigo como su esposa?, verá usted es muy guapo, pero yo no soy tan bonita, si desea romper el compromiso no lo culparé"

Me avente a decir esas palabras sin dejar de verlo a los ojos, ya estaba celebrando mi triunfo, riendo en mi interior. Si el me rechazaba mis padres no se la pagarían conmigo.

Vi una sonrisa casi invisible en sus labios.

{Perspectiva de Daniel}.

Esa chiquita me esta mirando con seriedad, en serio me desagrada, si que es muy directa en hacerme tal pregunta. En lo fea ambos coincidimos, en lo guapo que soy puedo decirle que tiene buen gusto, quisiera decirle que no la quiero como mi esposa, pero viéndolo por ese lado no tengo nada se perder, parece muy tonta y eso suma un gran punto ya que asi podré manejarla a mi antojo y haré mi vida como siempre. Todo sea por darle el gusto a mi madre.

"Ante mis ojos usted es muy hermosa y quiero hacerla mi esposa". Respondí sin inmutarme.

Todos parecían muy felices que aplaudían ante mis palabras, pero en cambio la patito feo estaba muy sería, parecía que ser mi esposa no le daba gusto, que nefasta, miles morirían por su lugar.

{Perspectiva de Katty}.

El tiro me salió por la culata, ahora si estaba entrando en pánico, ese imbécil si que sabía como torturarme. Estaba acabada.

¿Qué podía hacer a estas alturas?, ya había dado mi palabra.

Todos brindaron por nuestro compromiso y ordenaron un gran banquete, en la cena todos charlaban gustosos, de todo tema, trabajo, matrimonio, empresa, etc. y yo me estaba aburriendo.

"¿En qué que trabajas?".

Preguntó ese terrícola de un momento a otro, mientras bebia una copa de vino.

'¡Qué te importa! quise escupirle, pero mi madre se apresuró a contestar.

"Ammy, es arquitecta, tambien estudió perfumería, estaba trabajando en un gran empresa en el extranjero, pero como la obligamos a volver renunció, por el momento esta desempleada".

Mi madre si que era una gran mentirosa, claro que tengo esas dos carreras, pero jamás los ejercí. Y creo que fue un gran error ya me estaba arrepintiendo ante la agria situación.

"Esto es grandioso, Amanda puede trabajar en nuestra compañía", dijo la Señora Elsa entusiasmada.

Su empresa es la mas grande y famosa en todo el mundo, tienen los mejores perfumes valoradas en miles de dólares. Según lo que leí.

"Claro, Ammy encantada" agregó mi madre y yo me la quería comer con la mirada.

Mordí mi pedazo de carne con desagrado y mantuve perfil bajo, estaba tan molesta con todos que queria mandarlos por un tubo.

Durante la cena, pusieron fecha al infeliz matrimonio, nos casaríamos la semana que viene.

Si que era demasiado rápido que no me dió tiempo de procesar la situación.

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